21 de abril de 2006 HAITí

Hermanos ?misioneros? a Haití

El 30 de marzo de 2006, dos hermanos de Malawi, Evaristus Kasambwe y Anthony Njolovi llegaron a Puerto Príncipe y después a Jérémie, donde fueron recibidos por un entusiasta grupo de hermanos y postulantes. Hubo una fiesta de acogida con refrescos y decorados, presentaciones, y palabras de los dos ?misioneros?. La recepción acabó con el canto de la Salve Regina, y los dos hermanos se dispusieron a pasar su primera noche en Haití.

El viaje a Haití había comenzado mucho antes. A Anthony le habían sugerido la posibilidad de ser miembro del equipo de formadores que estaba con los postulantes en Haití, y aceptó generosamente. Sólo había un problema: tenía que aprender el francés. Y además en Haití necesitaban a alguien urgentemente. Así que le preguntaron a Evaristus si estaría dispuesto a irse de formador a Haití por un año mientras Anthony estudiaba el idioma y seguía el Primer Curso de Orientación de misioneros en Davao City, Filipinas, de Agosto a Diciembre. Evaristus dijo que sí.

Luego empezó un largo proceso hasta poder llegar allí. Tenían que hacer un vuelo internacional, por lo tanto había que conseguir los visados. Gracias a la tenacidad del hermano Andrew Fournier que gestionaba el asunto en Malawi, finalmente lo lograron. Y entonces empezó el viaje de cinco días que los llevó a su destino.

El H. Evaristus tiene 43 años, y pertenece a la Provincia de África Austral (Malawi). Hizo los primeros votos en 1987 y la profesión perpetua en 1993. Ha ejercido de profesor y administrador, y era actualmente consejero del Sector. Ha trabajado en el campo de la formación. El hermano Anthony, perteneciente a la misma Provincia, tiene 42 años. Hizo los primeros votos en 1991 y la profesión perpetua en 1998. Ha desempeñado las tareas de profesor y formador.

Por tanto, nuestros primeros hermanos del Proyecto ad gentes están ya en sus puestos. Aunque el objetivo de este proyecto es básicamente Asia, algunas Provincias habían solicitado apoyos antes de que el proyecto se pusiera en marcha oficialmente. El corazón generoso de los hermanos Evaristus y Anthony, y la amplitud de miras de su provincia, permitió da respuesta a esa petición. Pedimos para ellos las bendiciones de Dios en este nuevo y apasionante trabajo que van a desarrollar en Haití.

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