26 de julio de 2005 ALEMANIA

La Cruz de la JMJ ya está en Colonia

El 19 de marzo de 2005, la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud llegó a Colonia, acompañada de muchos jóvenes.
La fiesta de bienvenida fue seguida de una peregrinación a la catedral y del levantamiento de la Cruz en la plaza Roncalli que está delante de la catedral. Centenares de luces formaban una colina bajo la Cruz, delante de la cual pasaron más de 3.000 personas de todas las generaciones portando sus velas. Para D. Ulrich Hennes, responsable diocesano de la pastoral juvenil y secretario de la Jornada Mundial de la Juventud, se ha realizado un sueño: ?En los dos últimos años, he tenido la ocasión de ser testigo de tantos recorridos de la Cruz en Europa y en Alemania. He visto cuántas personas se sentían atraídas por esta Cruz rezando delante de ella, profundamente ?tocadas?. Ahora la Cruz ha llegado al lugar donde se desarrollará la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Y Hennes se preguntaba: ?¿Cuántas manos habrán tocado esta Cruz? ¡Cuántas oraciones e intenciones, cuántos lamentos y preocupaciones habrá escuchado esta Cruz, cuánto sufrimiento y cuantas lágrimas habrá visto! En procesión, y por la parte antigua de la ciudad de Colonia, se llevó la Cruz a la vigilia nocturna en la iglesia de San Martín. La vigilia de oración duró hasta el amanecer; este hecho puso de manifiesto que el espíritu de la Jornada Mundial de la Juventud también había llegado a Colonia.
El Domingo de Ramos, la Cruz fue llevada a la iglesia de los franciscanos conventuales, lugar de sepultura de Adolph Kolping, uno de los patrones de la Jornada Mundial de la Juventud. El arzobispo de Colonia, cardenal Joachim Meisner, recordó en su homilía los gestos simbólicos realizados por los representantes de muchos países del mundo cuando portaron un poco de tierra de su propio país al lugar donde se desarrollará la celebración de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud: ?Ahora estamos poniendo nuestros pies en las espaldas de los otros. Sabemos que ellos nos acompañan, porque han añadido su tierra a la nuestra, así se expresaba el cardenal Meisner. Cuando en agosto celebremos la gran fiesta de la fe en nuestra ciudad de Colonia, lo haremos con la misma tierra bajo los pies y con el mismo cielo sobre nosotros. La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud y el icono de María han llegado ahora a Colonia después de un largo recorrido a través de Europa y de Alemania. Colonia es la ciudad de los Reyes Magos y, por tanto, debe ser y permanecer la ciudad de Dios. En aquellos días, el cielo de Colonia deberá abrirse para que la estrella que lleva a los jóvenes del mundo a Cristo se haga visible.

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