17 de septiembre de 2005 SRI LANKA

Liderazgo provincial en la formación inicial

<281>Fiesta de los Dolores de María
Hoy los participantes en la Conferencia han celebrado la fiesta de los Dolores de María. Ayer antes de iniciar la misa se hizo una pequeña procesión portando una cruz para realzar la liturgia de la Exaltación de la Santa Cruz. Son dos fiestas que nos recuerdan el dolor salvador. Y junto al Señor y la Madre hemos recordado a todas las personas que sufren hoy la crueldad de la injusticia. El hermano Adolfo Cermeño, Provincial de América Central ha obsequiado a todos los hermanos con una hermosa cruz elaborada por exdrogadictos con semillas de copinol. ¡Todo un detalle!

Cambios en el horario y en el calendario
La asamblea revisaron la primera semana de trabajo, haciendo una evaluación. La Comisión Coordinadora recogió las observaciones que se hicieron acerca del ritmo de trabajo diario, el desarrollo de las sesiones y las celebraciones litúrgicas, y propuso algunos cambios en el horario. Desde hoy se acorta en un cuarto de hora la sesión de la mañana y se termina con la oración mariana. Y por la tarde se retrasa un cuarto de hora la misa para disponer de espacios más continuados de trabajo.
También la programación del calendario ha sufrido alguna una modificación. El día 21 estaba prevista una visita a varios colegios maristas, pero ese día es fiesta escolar. Por ello el tema señalado para la mañana del día 28 se traslada a la sesión de la mañana del día 21 y en el espacio matinal que queda disponible por el cambio se girará visita al colegio Stella Maris que dirigen los hermanos en Negombo, a poca distancia de donde está la sede de la Conferencia.

La formación inicial a través de siete lupas
Como os adelantábamos ayer, ofrecemos a continuación algunos detalles de los aportes de la reflexión que hicieron por grupos los hermanos sobre la formación inicial. La compleja realidad de la formación inicial se ha desglosado en siete núcleos temáticos, siendo analizado cada uno por un grupo de hermanos. En la exposición que aquí os presentamos cada tema se inicia con una referencia a los documentos maristas. En segundo lugar se recoge una síntesis de los aportes del grupo que lo estudió seguida de las reacciones de la asamblea.

Tema 1
Los programas de formación teológica (identidad religiosa)

Respecto al Noviciado: los documentos maristas proponen que las Provincias han de elaborar programas de formación teológica para ayudar a los novicios ?a profundizar en la fe y en el conocimiento amoroso de Dios.?
Los jóvenes necesitan una buena orientación sobre lo que significa esta etapa. A veces se acentúa un aspecto de la formación en detrimento de otro. Por otro lado los hermanos han comprobado que la diferencia de situaciones que se dan en cada país supone una dificultad para llegar a concretar criterios comunes. La repetición de temas no significa un obstáculo en el proceso de formación ya que en cada etapa se abordan desde perspectiva distinta. A pesar de las dificultades que se experimentan en diversos lugares, podemos comprobar que el plan de formación del noviciado tiene un buen nivel de convergencia en todo el Instituto.

Respecto al Postnoviciado: los documentos maristas destacan que los estudios teológicos y profesionales ocupan buena parte del tiempo de la primera etapa, y se orientan a conseguir la capacitación necesaria ?para las tareas apostólicas del Instituto?. La finalidad que se persigue es la de formar sólidamente un apóstol marista, que sea al mismo tiempo un buen educador, capaz de ?hacer conocer y amar a Jesucristo?.
Durante el noviciado el acompañamiento es muy cercano e intenso. A medida que el hermano joven se va iniciando en su misión apostólica ha de hacer un ejercicio de autonomía en la selección de sus campos apostólicos y sus estudios. No se trata sólo de obtener un diploma que acredite su aprovechamiento, sino de llegar a una sólida formación religiosa. Las fórmulas han sido variadas. Con frecuencia se ha recurrido a los centros intercongregacionales donde se da una formación teológica y pastoral.

Tema 2
La influencia de las ciencias humanas en el proceso de formación

Entre las ciencias humanas a las que se alude en los documentos maristas está la ayuda preventiva y pedagógica que presta la psicología en el crecimiento humano y vocacional. De aquí se entresacan criterios técnicos para el acompañamiento del candidato.
El primer punto tratado fue precisamente éste del acompañamiento, entendido de diversas maneras en el Instituto. El grupo ve al formador como alguien que hace camino con el candidato; una presencia calurosa que anima y que se abre al hermano joven para apoyarle en su crecimiento. La finalidad del acompañamiento es ayudar al hermano para que llegue a ser una persona en plenitud. Los formadores, por tanto, no tienen por qué ser propiamente expertos o terapeutas.
En segundo lugar se abordaron aspectos referentes al desarrollo humano (habilidades para la vida, sexualidad…) Parece que en este terreno no existe unidad de criterios en nuestras casas de formación. Ante cuestiones como la atención a las diferencias culturales de los hermanos, o cómo ayudarles en su procesos de integración personal, el grupo recomienda que se intercambie información entre las casas de formación y que se revisen los programas formativos a la luz de estos planteamientos.
Finalmente el grupo se preguntó sobre la necesidad de evaluar los planes de formación. A la vista de las grandes diferencias que se dan entre unos programas y otros, y que a menudo revelan fuerte carga ideológica, los hermanos propusieron que se haga una revisión de la Guía de Formación del Instituto, o al menos a que se actualice en determinados aspectos.

Tema 3
<281ahspace=5 vspace=5 align=right>Ubicación de las casas de formación

El Capítulo pide al Consejo General que impulse el desplazamiento y las nuevas presencias de hermanos, comunidades y obras hacia los pobres, de tal manera que las casas de formación, respetando los objetivos de cada etapa, estén situadas en ambientes que favorezcan un estilo de vida sencillo, de comunión y de cooperación con la iglesia local.
En los documentos maristas se nos dice que la casa de postulantado será sencilla y adaptada al trabajo de formación. Por otro lado el noviciado se establecerá en un lugar que permita alcanzar el fin de esta etapa de formación y será sencilla, acogedora y apropiada para la reflexión, la oración y la vida comunitaria. Y finalmente, la casa de formación para el postnoviciado debe estar situada en un lugar que facilite el acceso a centros de estudios, favorezca el compromiso para con los más desatendidos y permita una autonomía relativa entre los dos grupos de la comunidad cuando están juntas la comunidad formativa y la comunidad apostólica.
Los hermanos de la Conferencia General han reflexionado sobre estas directrices que nos marcan los documentos. En las aportaciones que ha hecho el grupo se insiste en que hay que valorar menos el asunto del lugar y priorizar el estilo pobre y sencillo. El lugar y la casa, siendo cosas que tienen su importancia, no son un fin de la formación. Dado que los objetivos de cada etapa son distintos, también lo han de ser los medios. Lo más importante es el equilibrio y poder alcanzar el objetivo de cada etapa, sin querer pretender que en cuatro años el joven haya conseguido un alto grado en todos los campos: pastoral, estudios, inserción, equilibrio psicológico… o que culmine su preparación estando en condiciones de asumir grandes desafíos, propios de hermanos adultos. El hecho de que las casas de formación sean sencillas y estén en medios pobres no conlleva necesariamente una inserción total con los pobres. Eso corresponde a otro nivel de comunidad apostólica.
Una primera reacción de los miembros de la asamblea ha dejado en el aire este interrogante, sin darle respuesta: ¿Cuáles eran los pensamientos de Champagnat cuando construía el Hermitage como casa de formación?
En otra intervención se ha recordado que tenemos experiencia de casas de formación de todo tipo: las grandes, en las que convivían varias secciones junto a hermanos ancianos, casas en las que se mezclaban novicios de varias Provincias, casas pequeñas, situadas en ambiente rural, en la ciudad, en pisos, etc. Todas ellas con sus cosas positivas y negativas. Parece que la opción por el lugar y la casa responde a la inquietud de los formadores más que a las necesidades de formación.
En la mayoría de las intervenciones se ha destacado más la importancia del ambiente que se crea en la casa, el espíritu que se vive dentro de ella, que no su ubicación o su estilo. Lo que hay que cuestionarse es la forma de vida.

Tema 4
Continuidad en la propuesta formativa

El objetivo que unifica las diversas etapas de la formación es modelar hombres capaces de entregar toda su vida a Dios, en el seno de una comunidad apostólica marista. El Instituto se preocupa de que ésta sea sólida y se adapte a la personalidad y cultura de cada uno.
El grupo que ha reflexionado en torno a este aspecto afirma que el problema de la discontinuidad está en la falta de coordinación de los criterios de exigencia para pasar de una etapa a otra. Falla la cohesión en los objetivos y en los contenidos de etapa. Esta falta de coordinación se origina cuando tenemos candidatos con formación precaria o formadores que tienen un estilo de trabajo muy individual.
Han añadido los del grupo que no se efectúa un seguimiento desde el noviciado hasta la profesión perpetua. Hay desconocimiento de lo que se hace en otros noviciados de la misma región. Incluso en algunos lugares se han dado algunas rupturas en el proceso de formación por discrepancias de criterio entre el Consejo Provincial y el equipo de formadores.
La recomendación que se hace desde la asamblea es que se siga la Guía de Formación, y ?en todo caso- hacer una evaluación a través de la misma. Es fundamental tener un plan de formación provincial, que establezca nítidamente objetivos, contenidos y metodología con criterios claros. Y que se tengan, de manera sistemática, reuniones de los formadores para hacer el seguimiento.

Tema 5
Postnoviciado – Primera etapa
Armonizar los estudios y actividades apostólicas con la vida de oración y comunidad. Duración de la primera etapa

Los documentos del Instituto dicen que, durante este tiempo, el hermano sigue aquilatando el sentido de su consagración. Esto debe hacerse, de forma regular y equilibrada, hasta la profesión perpetua. Se organiza en función de las necesidades de la Iglesia y de los hombres, y se adapta a las cualidades personales y al carisma del Instituto.
La reflexión de la Conferencia General pone de manifiesto que la etapa del postnoviciado es la etapa más decisiva en la formación de la identidad de un religioso. Se constata la necesidad que se siente de enviar a los hermanos jóvenes cuanto antes, una vez terminado el noviciado, a prepararse. Al salir del noviciado no suelen tener ni la preparación técnica ni la preparación apostólica. El equilibrio que necesita cada uno es una tarea personal y forma parte del proceso de la formación. Y ha de buscarlo el propio hermano con ayuda de su formador.
Reflexionando sobre las condiciones que se requieren para madurar en la identidad marista y vivir una vida integrada, se ve la necesidad de exista un grupo con un mínimo de hermanos. Con noviciados donde hay un solo novicio y con ?escolasticados de individualidades? en comunidades, ¿cómo se puede lograr una identidad?
También se detecta la necesidad de contar con hermanos específicamente formados para acompañar a los jóvenes que salen del noviciado. Y, por otro lado, hacen falta comunidades motivadas para la acogida, donde puedan integrarse adecuadamente para iniciar su vida apostólica.
Una convicción muy generalizada que se ha manifestado en la asamblea es la de que hay que adaptarse continuamente ante los cambios que se producen.

Tema 6
Postnoviciado – Segunda etapa

Los primeros años de actividad apostólica constituyen un período de singular importancia para el hermano profeso temporal. Es cuando éste asume su formación, de manera responsable, en una comunidad apropiada, de cuya vida y misión participa plenamente. Durante esta etapa se va preparando con seriedad a la profesión perpetua.
El grupo ha señalado que es necesario integrar al hermano joven en las actividades de la comunidad y en las de las Unidades Administrativas en la medida en que pueda hacerlo. Hay que ayudarle a evolucionar de formas de oración del noviciado a otras distintas por su ritmo e intensidad. Admitirle a los votos en diálogo con la comunidad e invitarle a que mantenga una comunicación periódica con el hermano Provincial.

Tema 7
Inculturación

Respetando los valores de una cultura, la formación ayuda a rescatar y a sanar algunos de esos valores en sus expresiones concretas: actitudes, gestos, costumbres, símbolos.
El equipo ha iniciado su exposición aludiendo a dos experiencias que se están realizando en las Unidades Administrativas: los noviciados de Medellín (Colombia) y Cochabamba (Bolivia), insertos en medios populares, en los que se acoge a jóvenes procedentes de distintas naciones de América latina. La internacionalidad y la interculturalidad están bien presentes. En la zona de Chiapas (México) algunos jóvenes indígenas se han sentido atraídos por la vocación de hermano marista. Su integración en el proceso de formación les ha supuesto un desarraigo cultural fuerte.
Se ven ventajas cuando los formadores son de la misma cultura que los formandos. Pero si no fraguan como hermanos, ¿qué vínculos pueden crearse en el ámbito marista?
El papel que le corresponde al hermano Provincial o al Superior del Distrito es el de constituír y preparar buenos equipos formadores, pues ellos son los que marcan. Y hay que ser serios y honestos en los planes formativos, evaluando los procesos. Cuando uno se adentra en el terreno de la inculturación hay criterios sobre la sexualidad que no son negociables, sea la cultura que sea.
La tarde de hoy ha quedado disponible para que los Provinciales y Superiores de Distrito pudieran trabajar por Regiones o Conferencias de Provinciales. El Consejo General ha tenido una sesión propia ordinaria.

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