Carta a Marcelino

P. Jean-Louis Rossat

1834-03-11

Anne Denuzière, rica señora de Lyon, dejara parte de sus bártulos como donación para el funcionamiento de una casa para huérfanos. El P.Rossat, responsable de la Parroquia de Saint Jean, en Lyon, y miembro del Consejo Administrativo, creado para la ejecución de dicho proyecto, escribió al P.Champagnat, pidiendo Hermanos para la dirección del orfanatorio. Anteriormente había tenido ocasión de encontrarse personalmente con el P.Champagnat, por eso es capaz de presentar al Consejo Administrativo las ?condiciones? y el ?precio? que el P.Champagnat cobraba. Tales cláusulas fueron aceptadas sin problemas, aunque el P.Rossat intente una reducción de valor, haciendo comparaciones con otras Congregaciones. La institución, conocida como ?Providence Denuzière?, fue abierta en febrero de 1835. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Lyon, a 11 de marzo de 1834.

Reverendo Padre Superior:

Soy el encargado de nuestro Consejo de Administración del establecimiento de niños huérfanos de Lyon para hacerle oficialmente la petición de dos Hermanos de su Instituto para confiarles la dirección de dicho Centro. Para empezar, sólo le pedimos dos, pues para poner en marcha la casa, para velar por las disposiciones preeliminares a la recepción de los niños, para dirigir los obreros, hacer las compras necesarias, ese número parece suficiente. Tan pronto hayamos visto, con los dos Hermanos que estén aquí, sea necesario un tercero, le rogaremos nos lo envíe.

La Administración está de acuerdo y ha aprobado todas las disposiciones y condiciones de las que hemos hablado juntos, encontrando sin embargo un poco alto el precio de 300 francos por cada Hermano, teniendo en cuenta que en la ciudad apenas se da esa asignación a cada uno de los miembros de las congregaciones que dirigen las escuelas y que comen a expensas de dicha asignación. Yo he tenido buen cuidado de no decirles a los del Consejo que los Hermanos que trabajan en nuestras cárceles no perciben arriba de los 200 francos. Según mi parecer, creo que para sus Hermanos 250 francos cubrirían con creces los gastos personales. Por lo demás, no habrá dificultades sobre el asunto, pues estamos todos dispuestos a concederle lo que sea. Las observaciones que le hago son a título personal y proceden de lo que he visto y oído, y no me he encargado, por el momento, de entrar en negociaciones con Ud., sobre este tema. Pero lo que deseamos vivamente es un hombre inteligente que se identifique con la Obra, y que se haga cargo de ella, que tome a pecho crearla con nosotros, pues comentamos entre nosotros: la mayoría de las empresas no fracasan o andan mal sino por falta de hombres inteligentes y abnegados que sepan darles impulso.

Debo decirle, y es la pura verdad, que todos mis colegas están animados de las mejores disposiciones para aceptar todo lo que sea considerado bueno y útil para la instrucción moral, religiosa, y física de los niños. Tome pues nuestra Obra sin temor; y si tiene que realizar algún cambio en sus Establecimientos para enviarnos una persona distinguida, por favor, hágalo. Se trata de una Obra muy importante. Procure mandarnos a dicha persona por Pascua, a más tardar. Si fuera antes, mejor. Esperaremos lo necesario con tal de que pueda hacer una elección a su gusto. Cuando lo haya pensado bien, tenga la bondad de informarnos para que podamos tomar nuestras precauciones.

Con todo respeto y amistad, quedo de Ud., estimado Padre Superior, su afectísimo y seguro servidor,

ROSSAT Luis, Párroco de St.Jean.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.10

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