St. Chamond, a 25 de octubre de 1838.

Reverendo Superior:

Sus Hermanos no llegan. Estoy preocupado. ¿De veras los va Ud. a retirar para siempre? Sería lamentable para mi y para mi parroquia. Sé que no ha quedado Ud. contento con nosotros desde que nos los concedió; y muy especialmente este año. Pero cubriremos el déficit; me encargo de ello; y el sueldo no sufrirá más demoras en lo sucesivo. Patientian habe in me et omnia reddam tibi.

Le diré que debo 150 francos al Sr. Menuel, que me los exige prácticamente cada semana. Me veré, por tanto, obligado a pagarle esa cantidad que había pedido prestado hace dos años para completar el sueldo de los Hermanos. Tenga compasión de mi situación; no siempre será tan desesperada.

Si ya no tendremos más a los Hermanos, seremos el hazmerreír de los malvados, y habrán logrado un triunfo. Mis anticipos y demás sacrificios resultarán inútiles. Que llegue uno de esos maestros seglares que más vale no calificar, ¿ qué va a ser de la pobre juventud de Viriville? Esta sola idea me hace temblar ya desde ahora. Por favor, líbrenos de semejante azote. ¡Qué congojas para Ud., muy señor mío, que no trabaja sino para el bien de la Religión, cuando se entere de nuestra triste suerte!

Espero que el joven Grégoire será un buen aspirante. Pertenece a una muy buena familia; cosa muy importante. La familia podrá costearle el noviciado.

A la espera de que mis temores se desvanezcan, soy con todo respeto, Reverendo Superior, su seguro servidor,

CUSSIER, Párroco.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.56