Dos días después de haber escrito al P.Champagnat, el P.Lafay envió esta otra misiva, proponiendo una solución para el finiquito de sus deudas. El mes de octubre estaba por terminar y los niños de la parroquia ya empezaban a presentarse, queriendo garantizar inscripción en la escuela pues, habitualmente, el nuevo año escolar comenzaba el 1º de noviembre. Pero la escuela permanecía cerrada, porque los Hermanos no habían regresado a Firminy, pues el P.Champagnat los retenía en l?Hermitage con el propósito de liberarlos solamente después de que fuesen regularizados los pagos atrasados. Sin recursos inmediatos y sin saber a quién recurrir el P.Lafay se compromete a firmar pagarés como garantía. Sabemos que la escuela de Firminy funcionó normalmente en aquel año de 1838, como en los años siguientes, siempre con cuatro Hermanos. La exigencia y ?severidad? del P.Champagnat, como él mismo lo dice, era para garantizar el mínimo necesario al sostén de los Hermanos: ?Cobramos tan poco que no podemos hacer rebajas o dejar de cobrar ese poco? (Carta 220). (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Firminy, a 27 de octubre de 1838.

Muy Señor mío:

La reflexión me ha sugerido una idea que tal vez pueda agradarle y hacerle más condescendiente, por ahora, conmigo. Para demostrarle que estoy animado de la mejor buena voluntad de cumplir todo lo que su reglamento exige, yo me comprometería por escrito; pero con tal de que Ud. no me apure mucho y que me dé tiempo para obtener el dinero. Si esto le parece bien, le ruego que me mande como el año pasado cuatro Hermanos, pues veo claramente que el bien de mi parroquia exige los cuatro. La bondad que Ud. ha tenido con nosotros en el pasado me lleva a creer que Ud. aceptará mi proposición.

Tengo el honor de ser su humilde y obediente servidor,

LAFAY, Cura Párroco.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.58.2