Carta a Marcelino

P. François-Charles Dorzat

1839-02-01

Ésa es la cuarta carta del P.Dorzat. Él finalmente logró se le enviara Hermanos. La escuela había iniciado las actividades al final de diciembre del año anterior. A pesar de muy organizado e influyente junto a las autoridades civiles, el P.Dorzat permaneció con el problema de agenciar dinero para pagar los diversos compromisos asumidos con la escuela. En esta carta ?negocia? con el P.Champagnat y propone la cobranza de 1 franco a todos los alumnos, para constituir un fondo destinado a la compra y mantenimiento del mobiliario que aún faltaba en la escuela. Si el P.Champagnat aceptó la propuesta, fue como solución transitoria y excepcional, pues para los alumnos normalmente todo debería resultar gratuito. Los Hermanos podían cobrar directamente de los alumnos sólo cuando eran pensionistas. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Les Roches, a 1 de febrero de 1839.

R.P.Superior:

Al no haber contestado al querido H. María a propósito de los 1200 francos que debo, le presento mis disculpas. Sabía yo que el H. Víctor debía realizar inmediatamente un viaje al Hermitage, y dejé correr el tiempo creyendo que Ud. no se encontraría en algún aprieto económico. Además, los objetos comprados por el H. Luis, así como los adquiridos por mí rebasan los 1500 francos, por concepto de mobiliario. Falta todavía comprar algunos muebles no previstos, pero de primera necesidad, como por ejemplo: una caja para el reloj que aún no nos llega aunque ya está pedido. Juzgo que la diferencia entre los 1500 y 1200 francos me será me deja un saldo por cubrir. Es algo en que podremos llegar a un acuerdo. Hecho esto le haré pasar a Lyon, en la dirección convenida, lo que le quedo debiendo.

Tengo el honor de comunicarle que el Comité Superior ha aceptado las solicitudes de autorización para recibir alumnos internos, hechas por las tres escuelas de Les Roches. El Subprefecto me ha indicado que con toda probabilidad las tres serán autorizadas. Estas licencias va a reavivar la competencia establecida contra nuestra escuela, y tanto más fuerte cuanto que los Hermanos no podrán aceptar a alumnos internos. Como Ud. bien sabe, el segundo piso no está acondicionado aún para servir de dormitorio. Por lo que a mi toca, me es imposible hacer frente a este nuevo gasto, si el establecimiento no percibe nada de los internos. Para que nosotros pudiésemos encargarnos de las reparaciones necesarias en vistas de un internado, sería precisoque se cobrase a cada alumno un franco al mes, independientemente de la mensualidad. Lo que sobrase pertenecería a los Hermanos, quienes fijarían el monto de la pensión como bien lo juzgasen.

Sírvase examinar este asunto con el interés que se merece, y luego dígame si la cosa es factible. Soy, con todo respeto, R. Padre Superior, su humilde servidor,

DORZAT, Párroco.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.64

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