Carta a Marcelino

P. Jean-Claude Colin

1835-01-17

El P.Colin proponía al P.Champagnat cambios en el hábito de los Hermanos Maristas no destinados a la enseñanza, a fin de aproximarlos de sus ?Hermanos Coadjutores?. Las objeciones del P.Champagnat a tales propuestas deben haber sido el tema de la carta que escribió al P.Colin, cuya respuesta es este documento. Aun cuando acepta contemporizar, el P.Colin no deja de soñar con nuevos modelos de hábito para los Hermanos Maristas y de sugerir cómo han de ser formados. También exige la transferencia de algunos Hermanos, que no le agradan, y que estaban al servicio de los Padres en la comunidad de Belley. Son estas notorias intromisiones del P.Colin.. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Belley, a 17 de enero de 1835.

Muy querido Cohermano

[1] Las observaciones que yo he hecho acerca del hábito de los hermanos no se pueden llevar a la práctica por ahora. Pero son para que las examine delante de Dios. Pienso que con el tiempo ni siquiera nosotros usaremos el rabat; no se sería conveniente que los hermanos lo llevasen, sólo me refiero a los hermanos que estarán en las casas de los Padres. Los Capuchinos, los Jesuitas en Italia y varias otras corporaciones religiosas llevan el rosario colgado a la cintura; me parece a que tal costumbre es más propia para nosotros que para ellos, a nosotros que estaremos especialmente bajo los auspicios de María. Si llega el día en que admitamos esta regla para los sacerdotes, convendría que los Hermanos Maristas, que forman una rama de la Sociedad, fuesen también en este punto uniformes. Yo sólo le estoy dando estas ideas para examinarlas delante de Dios. Yo mismo, no tengo aún ninguna idea determinada, y además, por lo que queda, nada nos apresura.

[2] Usted debe tener en cuenta que los hermanos destinados a los trabajos manuales no pueden ser formados como los otros; durante su noviciado, ellos han de ser especialmente ocupados en diversos oficios manuales, ya que de otra manera perderán el gusto por el trabajo, y se acostumbrarán por consiguiente a una especie de torpeza que los hará inútiles en sus funciones. Estoy convencido que los hermanos que han pasado varios años en la enseñanza no son de ninguna manera aptos para convertirse en hermanos de a servicios. Es precisamente este sentimiento el que me lleva a aconsejarle que desde el momento del noviciado destine a los trabajos manuales a aquellos novicios que el parezcan a Ud. aptos para esta clase de empleos.

[3] Por lo demás, dejo a su juicio el determinar si el joven Millot es apropiado para que un día se haga cargo de los trabajos de una cocina o cualquiera otra obra de ese género. No ignoro que sea ligero, creo que la edad corregirá este defecto.

[4] Mi consejo sería que tuviese Ud. cercano al hermano André, y que bajo la dirección de un buen hermano se ocupara de continuo en algún trabajo manual. Dirigido de esa manera, podrá aún hacerse útil. Tendríamos gran necesidad de Cartier, actualmente, hermano Eugenio. Se quedaría en la casa de los capuchinos, haría el jardín y cuidaría la bodega del seminario. Vea si puede regresármelo hacia la mitad de la cuaresma y al mismo tiempo llevarse al hermano André. Sin embargo, todo lo anterior lo someto a su prudencia.

[5] Aún tenemos en Belley dos hermanos conocidos desde hace mucho; sin Ud. lo juzga conveniente tomarán el hábito aquí, y sin embargo pertenecerán siempre a su casa de hermanos. Ud. les asignará el nombre de religión, y ellos dependerán igualmente de Ud. Dígame su forma de pensar. Evitaremos de esa manera los gastos de transporte.

[6] He sabido que Mr. Fontbonne está en el Hermitage, comprométalo para venir a ayudarnos a hacer los jubileos; nos prestaría un gran servicio y se prepararía de esa manera a las grandes misiones a las que su celo lo destinó. No me atrevo pedírselo al Sr. Seón. Creo que su presencia es necesaria en Valbenoite.

[7] Persúadase que Dios lo ha destinado a Ud. a fundar la casa Noviciado de los Padres de su Grange Payre. No pierda de vista esta idea. Me parece que Ud. bien lo podría proponer nuevamente a sus cohermanos de Valbenoite.

[8] Lo abrazo toto corde y soy con todo respeto, Señor, su muy humilde servidor,

COLIN.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 122.13

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