Carta a Marcelino

P. Jean-Claude Colin

1837-10-27

Así como ya tuvimos ocasión de comentar otras veces, ésta es otra carta del P.Colin donde aparece claramente su modo de interferir en el procedimiento del P.Champagnat. Determinar qué Hermanos pretende para el servicio de los padres, rechazar algunos que el Fundador designara, pedir que las casas de los padres sean bien servidas y que, para tanto, si es preciso, que el Fundador no abra tantas escuelas .. También regresa al tema de la ?gran reforma? que pretende realizar en el gobierno y en el manejo de los Hermanos?. Sabemos que él estaba ideando un solo gobierno para los Hermanos (Hermanos Maristas para la educación y Hermanos maristas ?coadjutores?); anhelaba el cambio del hábito de los Hermanos que se destinaran a trabajos manuales (Hermanos José), tanto de los provenientes de Belley como del Hermitage no dedicados a la enseñanza; quisiera mayor estatus para sus Hermanos ?coadjutores?, pues servían a los sacerdotes .. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Belley, a 27 de octubre de 1837

Muy querido Cohermano:

Recuerde que el Hermano que le estoy solicitando deberá estar continuamente en medio de niños de familias selectas. Es necesario por consiguiente que posea un cierto porte y maneras educadas; es preciso también que tenga buena caligrafía y que sea solvente en lo que a moralidad se refiere, pues dormirá con los niños y tendrá que prestarles todo tipo de servicios delicados, que suponen una persona de virtud probada. ¿Puede Ud. juiciosamente destinar para eso a un novicio a quien sólo conoce de referencias? Le pedí a Bellimaz porque temía me tocara uno menos apto que él, y además, todos esos cambios trastornan nuestra comunidad. Dudo mucho que el H. Fabian puede reemplazar en todo al H. María, quien por otra parte estaba de acuerdo en volver. No tengo empacho en sacrificarme si en algo le puedo ser útil, pero es necesario que Ud. también se esfuerce por enviarnos los Hermanos que necesitamos. De otra suerte Ud. me pone en aprietos, y dará una pobre imagen de sus Hermanos a los Padres, si nos da gente poco capaz. Le dejo a Ud. el trabajo de elegir lo que nos va a enviar, aunque me reservo el el derecho de queja si Ud. elige equivocadamente y el derecho de agenciármelas a mi manera.

Es de interés general en la Sociedad el que las casas de los Padres estén bien atendidas, aunque ello suponga que se hagan menos fundaciones de escuelas.

Estoy ideando una gran reforma en lo que ve al gobierno y dirección de los Hermanos, y espero una obediencia verdaderamente religiosa de parte de Ud., que será su corona y felicidad. Pero antes de ello, ore con fervor a Dios para que nos ilumine y nos conceda su espíritu. De ninguna manera querría yo anteponer mis propias ideas en mis empresas pues sé que el Señor dejaría de bendecirnos. Juzgo que Ud. tiene ideas fijas sobre algunos temas y dudo mucho que bajo ese aspecto esté Ud. haciendo la voluntad de Dios.

La Providencia le ha deparado al P. Chanut para ayudarle, fórmelo bien; evite de tratar los asuntos de una manera arrebatada; evite igualmente toda especie de talante jocoso, pues lo juzgo totalmente opuesto al espíritu religioso.

Mis saludos a los Cohermanos. Escribiré al P. Lagniet para indicarle su conducta en la Favorita; mientras tanto ya le puede Ud. ir diciendo que lo suyo allá será sólo del orden espiritual, sin tener que meterse en lo demás.

Reciba un abrazo, así como sus Hermanos, de manera particular el H. Francisco, con el mayor afecto, y soy con respeto, su muy humilde servidor,

COLIN, Superior.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 122.23

VOLVER

Carta a Marcelino...

SIGUIENTE

Carta a Marcelino...