Carta de Marcelino – 011

Marcellin Champagnat

1828-12-18

No parece ser el crecimiento del Instituto lo que justifica esta nueva petición. Desde la gestión realizada para conseguir al Sr. Séon, en mayo de 1827, sólo se habían abierto dos nuevos centros y los registros mencionan diez ingresos en 1827 y poco mas de dos en 1828. Además, el Sr. Bourdin llegó para ayudar al Sr. Séon durante las . vacaciones de 1828 (cf. Chronologie, p. 48). Pero podemos encontrar una primera razón para esta petición en el proyecto de nueva organización del Instituto que empieza a ponerse en marcha. En efecto, a partir del año siguiente, 1829, se establece un secretariado y se empiezan a llevar registros (cf. AA, pp. 90-91). La segunda razón está en la intención de M. Champagnat de reunir junto a sí un núcleo de la Sociedad se María, lo que explica el inicio de esta carta.

18 de Diciembre de 1828. Carta al Sr. Cattet, Vicario General.

El interés que hasta hoy ha testimoniado a la obra de María nos anima a realizar nuevas instancias en favor de su crecimiento. Mientras que las uniones que sólo tienden al mal se realizan con tanta facilidad, aquéllas que sólo quieren la gloria de Dios, ¿habrán de experimentar siempre dificultades insuperables?
En los quince años que llevo comprometido con la Sociedad de María , cuyo crecimiento tiene usted en sus manos, no he dudado nunca de que fue Dios quien quiso esta obra en estos tiempos de incredulidad. Déme a conocer, se lo ruego, que esta obra no es de Dios o favorezca su éxito cada día más. La Sociedad de los Hermanos no puede ser positivamente contemplada como la obra de María, sino sólo como una rama posterior de la misma Sociedad.
Necesitaríamos otro sacerdote más para la buena administración de la obra de los Hermanos, que empieza a andar. Permítame que le recuerde aquí, entre paréntesis, la promesa que me hizo de darnos todos los sacerdotes convenientes a nuestra obra que, por consiguiente, sólo pedirían el vestitum y el nutritum. Se nos han presentado varios que tienen esas cualidades: los Sres. R. N. . Entretanto, este último nos convendría para el economato de la casa.
El Sr. Séon, como usted sabe, se ocupa de la parte espiritual de la casa, de nuestra fábrica de cintas y de ayudar de vez en cuando en las parroquias vecinas que, como usted sabe, tanto interés tenemos en cuidar. El Sr. Bourdin se encarga de las clases de los novicios, de la escritura, del cálculo, del canto, del catecismo, de la librería de las escuelas y de la capillita.
Por lo que se refiere a mí, me encargo de las visitas a las escuelas, del examen de los niños, de la correspondencia, de los acuerdos con los municipios, de los cambios de los Hermanos, de la admisión de los novicios que se presentan, en una palabra, de la marcha general y particular de todos los centros. No puedo dedicar a Io temporal de la casa más que un tiempo claramente insuficiente, sin poder hacer nada por las escuelas cuyos gastos apenas pueden ser cubiertos.
Sabiendo que ahora conoce mi situación, abandono a su prudencia el cuidado de ayudarnos como Dios y su Santa Madre le inspiren. Si nos envía a alguien, bendeciremos por ello al Señor; si no Io juzga oportuno, diremos que se cumpla la voluntad de Dios. Haré siempre todo Io posible para cumplir la voluntad de mis superiores, a los que amo y aprecio mucho, y que nunca olvidaré.
Tengo el honor…

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según el autógrafo, AFM. 132.2, pp. 174-175; referencia en BCT, p. 203; 0M 1, pp. 451-453.

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