Carta de Marcelino – 182

Marcellin Champagnat

1838-03-22

El Padre Champagnat sigue anotando en el «Diario»:

«Marzo 16- Visita al Sr. Baude, no estaba.
17- Visita al Sr. Lachèze, le he presentado una carta del Sr. Ardaillon.»
19- Visita al Sr. Lanier, quien me ha pedido una breve nota.

Aquí se termina definitivamente el «Diario». Está claro que al Padre Champagnat no le gusta volver sobre el pasado, preocupado como está por el porvenir inmediato. También le hace sentirse incómodo tener que dar las orientaciones que le pide el Hno. François ya que, al estar ausente, no puede ver las situaciones en su contexto. Pero, a pesar de todo, su interés por lo que ocurre en l?Hermitage y en la Congregación no disminuye.

V. J. M. J.

París, 22 de marzo de 1838. Misiones Extranjeras, Rue du Bac, n.° 120.

Muy querido Hermano:

Un vez más, acabo de corretear por la mañana y por la tarde. Hace un momento he vuelto de visitar al Sr. Pillet, jefe del gabinete donde se amontonan tantos expedientes. Según me ha dicho, parece ser que mañana preparará el decreto que pasará al Consejo de Estado y de allí al Rey. Calculo que hará falta un mes largo antes de que todo termine, a juzgar por lo ocurrido hasta ahora. No suspiro, no deseo, sólo pido eso .
A veces me proponen visitar tal o cual curiosidad de París. No puedo hacerlo. Nada me satisface, nada me gusta, sino lo que puede contribuir al éxito de lo que me preocupa. Bendito sea Dios, que se cumpla su santísima voluntad. Si este decreto ha de resultar funesto para la salvación de nuestras almas, que Dios lo aleje de nosotros. Recemos, recemos y no busquemos ni deseemos en todo sino la santa voluntad de Dios. El Sr. Lachèze le dice al Sr. Ginot , Alcalde de Lavalla, que apostaría diez contra uno a que obtendremos un feliz resultado.
Sigo estando bien; deseo que usted y toda la casa también lo estén, en todos los aspectos. No tengo demasiadas esperanzas de poder ir antes de Pascua. Mientras tanto, trate de solucionarlo todo lo mejor que pueda.
No contesto a las preguntas que me hace en su última sobre el granjero . Creo que ha recibido mi anterior. Si no tiene derecho a vender el heno, menos aún podrá vender el estiércol. Por lo demás, vaya a ver al juez de paz, si el Sr. Finaz o algún otro no quieren intervenir.
Muchos saludos a los Padres, Hermanos, a toda la casa. Que Jesús y María le ayuden, mi querido Hermano, lo compadezco.
He recibido todo lo que entregó al Sr. Ginot para mí. Tiene buena voluntad en ayudarnos, pero no puede ir mucho más arriba que yo. Hay demasiada gente en París.
Diga al Hno. Stanislas que mande hacer a Philippe asientos para el dormitorio y alguna mesa pequeña para las habitaciones. Referente a Lachal , creo que hay que darle lo que le da su dueño, por lo menos. En cuanto al Hno. Sisoès , me reservo el devolverle el hábito. Para el granjero, ya le dije en mi anterior lo que tenía que decirle. Aprecio en mucho el sentimiento que me expresa.
Los abrazo a todos en los Sagrados Corazones de Jesús y de María,

Champagnat.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según el envío autógrafo, AFM 111.39, publicado parcialmente en AA, pp. 239-240.

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