Provincia de Canadá
El sábado 11 de septiembre de 2010, unos mil Maristas, hermanos y laicos, se reunieron en la Basílica de Notre-Dame-du-Cap, en Trois-Rivières, para dar gracias al Señor por los 125 años de presencia marista en las Américas y más particularmente en Canadá.En 1885, seis hermanos franceses desembarcaron en las costas del continente americano en dirección a Iberville, una ciudad situada a unos treinta kilómetros de Montreal. Desde septiembre, acogieron a 180 alumnos de 16 a 18 años. Su renombre se extendió tan rápidamente que, desde 1886, una escuela se abrió en Lewiston, Maine, U.S.A., contando con la llegada de nuevos hermanos venidos de France. En 1911, fueron creadas dos entidades: la Provincia de Iberville y la Provincia de los Estados Unidos. El número de hermanos era entonces de 227 entre las dos unidades.La celebración eucarística fue presidida por Mons. François Lapierre, Obispo de la Diócesis de St-Hyacinthe, diócesis que acogió a los seis primeros hermanos en 1885 por pedido del Obispo de aquella época, el beato Basile Moreau. El presidente de la asamblea estuvo acompañado por Mons. Raymond Saint-Gelais, obispo de la Diócesis de Nicolet donde está situada la actual casa provincial. Unos veinte sacerdotes, amigos de los hermanos, concelebraron esta Eucaristía.Esta fiesta se vio resaltada por la presencia del hermano Emili Turú, Superior general, y de los hermanos Eugène Kabanguka y Josep Maria Soteras, consejeros generales. Fueron igualmente invitados cuatro hermanos Provinciales del Arco Norte: Ben Consigli, Libardo Garzón, Hipólito Pérez, Eduardo Navarro. El hermano André Déculty representó a la Provincia del Hermitage.Después de haber dado gracias a Dios por estos 125 años, se ofreció un almuerzo en la cafetería de la Basílica.Durante la tarde, los invitados podían visitar algunos quioscos que presentaban nuestra obra en Quebec. Algunos jóvenes de nuestros dos Colegios de Iberville y de Laval ofrecieron también distintos espectáculos de música y danza, en el subsuelo del Santuario.Los invitados se despidieron agradeciendo calurosamente a los organizadores por esta bella jornada. Con María y Champagnat, podemos cantar: « ¡El Señor hizo maravillas en nosotros, aleluya!_____________H. Gabriel Bolduc