21 de octubre de 2016 GUATEMALA

Ser Hermano: El bioma de la fraternidad

Del 30 de septiembre al 2 de octubre se celebró, en Guatemala, el IV Seminario sobre los Religiosos Hermanos, promovido por la Conferencia Latinoamericana y del Caribe de religiosos y religiosas (CLAR). El tema del Seminario fue “Ser hermano: el bioma de la fraternidad”. Participaron once hermanos maristas de América Latina (Brasil, Perú, Guatemala, Colombia, Argentina y Chile). 

Sigue el mensaje final de los participantes en el Seminario.

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Queridos hermanos y queridas hermanas:

Convocados por la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), nos hemos reunido en la ciudad de Guatemala del 30 de septiembre al 02 de octubre del 2016. Con el fin de descubrir el Ser Religioso Hermano con vocación a cultivar y ampliar “el bioma de la fraternidad” desde realidades que favorezcan el crecimiento de los cristianos entre sí y hacia los demás, en una perspectiva de autonomía e interdependencia, en conexión y hermanados con la creación. En este encuentro hemos vivido en comunión cercana unos con otros y definimos que nuestra Identidad como Hermanos implica:

  • La FRATERNIDAD como distintivo de nuestra vocación que nos permite humanizarnos, trabajar juntos uniendo esfuerzos y asumir retos con dinamismo para manifestar al mundo la esperanza en actitud profética.
  • La CENTRALIDAD EN EL EVANGELIO: Don que hace brotar la alegría y da sentido al seguimiento de Jesús, constituyéndose en el corazón de nuestra espiritualidad.
  • La MISIÓN COMPARTIDA es el signo visible de una eclesiología de comunión que nos vincula con los seglares en la transformación de una sociedad más justa y solidaria.
  • El CUIDADO DE LA CASA COMÚN es el clamor de la madre tierra que nos exige el derecho a ser respetada, valorada y amada.
  • La FUERZA INSPIRADORA DE NUESTROS CARISMAS es la riqueza recibida de nuestros fundadores, ha de ser compartida intercongregacionalmente y en la Iglesia.
  • El PROCESO DE RECONFIGURACIÓN Y RESIGNIFICACIÓN de nuestra vida ha de asumirse desde una perspectiva evangélica, abiertos al acompañamiento y las nuevas formas de presencia en nuestros diversos ámbitos.
  • La FORMACIÓN DE LOS JÓVENES es una convicción que nos une como hermanos, pues tenemos que ver como signo de esperanza a los nuevos integrantes de nuestras comunidades.

Frente a todas estas convicciones invitamos a la Vida Consagrada para que juntos nos comprometamos en que se valore la vocación del Religioso Hermano en la Iglesia, el cuidado de nuestra casa común y salir a las fronteras geográficas y existenciales siendo bendición para nuestros prójimos. Necesitamos de la visitación y a ejemplo de María, salir aprisa al encuentro de la vida.

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