Carta a Marcelino

P. Claude-Marie Page

1840-05-11

En febrero de 1837 el P.Claude-Marie Page, párroco de Digoin, había escrito al P.Champagnat, pidiendo Hermanos para la escuela de su localidad. El Consejo Municipal aprobaba la opción por los Hermanos y se comprometía en la construcción del edificio de la escuela, conforme los planos que l?Hermitage acababa de enviar. El P.Champagnat contestó al P.Page en el mes de marzo, enviando las medidas para la construcción de la casa y convidándolo a visitar l?Hermitage. Probablemente durante aquella visita al P.Page se persuadió que debía esperar bastante para recibir a los Hermanos, teniendo en vista los compromisos anteriores del P.Champagnat con otras parroquias. Lo cierto es que solamente cuatro años después, en mayo de 1840, con el texto de esa carta, volvió a pedir. (Cartas nº 209 211). (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Digoin, a 11 de mayo de 1840.

R.P.Superior:

La preparación de Pascua, las confirmaciones y primeras comuniones me han impedido escribirle a Ud., como era conveniente que lo hiciera, para tenerlo al tanto de las cosas.

Como se lo había anunciado cuando fui al Hermitage, acabo de arrendar una hermosa casa con cinco piezas en el primer piso y dos espléndidas salas de estudio en la parte baja. Todo está bien construido y funcional. He hecho sembrar el jardín para esperar a los Hermanos que Ud. ha tenido la bondad de prometernos para el próximo curso, si estamos preparados para recibirlos. Nuestra administración decidió anteayer construir la escuela conforme el plan que nos habíamos trazado. Hice saber a nuestro intendente que, teniendo la Comuna mucho que hacer con la construcción de la casa, yo me encargaría de recolectar el dinero suficiente para solventar los gastos del primer año del establecimiento. Lo cual fue de su agrado.

R.P.Superior, nos importa mucho recibir a los Hermanos este año porque, debido a la renovación de los intendentes, sería para nosotros una desgracia si nos viniera uno que se le metiera en la cabeza que debiéramos tener a maestros indignos, y nos sintiéramos rechazados por mucho tiempo a causa de que sus Hermanos no hubieran estado ya instalados. De ya estar aquí sus Hermanos no tendrían la tentación de poner a los niños en manos de individuos indeseables. Este es el parecer tanto de nuestro Subprefecto, que nos ha visitado hace poco, como del Sr. Obispo, que estuvo dos días por acá y que ha aprobado el alquiler de la casa y la casa misma. Son del mismo parecer las demás gentes de bien.

Todos en general están a la es pera de sus Hermanos para el comienzo del curso próximo. Espero, Rdo. Superior, que colme nuestras esperanzas haciendo una buena elección, pues mucha es nuestra necesidad, y que sin duda estará en sintonía con sus promesas, en las cuales confío plenamente.

Abrigando esta confianza, tengo el honor de ser, con profundo respeto, R.P.Superior, su muy humilde y seguro servidor,

PAGE, Párroco.

P.S.: Ofrezco a sus Hermanos la seguridad de mi respetuosa amistad.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.79

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