5 de diciembre de 2020 CASA GENERAL

Mensaje a todos aquellos que están involucrados en el Voluntariado Marista

Nos alegramos mucho de escribirles este mensaje, con ocasión del 35 aniversario del Día Internacional del Voluntariado.

En 1985, con la resolución 40/212, las Naciones Unidas instituyeron el Día Internacional del Voluntariado para celebrar, agradecer y poner en valor el trabajo, el tiempo y la disponibilidad de los voluntarios en todo el mundo.

Aprovechamos esta ocasión para expresar nuestro más profundo agradecimiento a todos, los Hermanos y los laicos y laicas, de cualquier edad y origen, que participan o han participado en iniciativas de voluntariado a todos los niveles del Instituto Marista: a nivel interprovincial o provincial, en las escuelas, en las universidades, en los centros sociales, en las comunidades o en cualquier otra obra Marista, así como en instituciones que colaboran con el Instituto Marista, ya sea a nivel eclesial o civil. Gracias también a todos aquellos que, a pesar de la pandemia no desistieron de prestar su servicio como voluntarios, y encontraron maneras creativas, seguras y generosas para ofrecer libremente su tiempo y sus energías en favor de las personas más necesitadas.

Por otro lado, damos las gracias también a quienes coordinan y acompañan a los voluntarios: los Coordinadores provinciales del voluntariado – CPVs, los tutores, los responsables de la pastoral, los formadores, las comunidades de recepción, las familias y todos los que han acogido y creado espacios para la vida y la misión de los voluntarios.

En estos tiempos tan complejos y desafiantes, de incertitud y miedo, así como de cambios inexorables en nuestras sociedades, madura la consciencia de que el mundo necesita cada día más personas que estén dispuestas a hacerse voluntarios, a vivir la gratitud y la solidaridad, y a colaborar en la construcción de la cultura del encuentro.

Motivados por el mensaje del papa Francisco de 27 de marzo pasado: «Nadie se salva solo», somos invitados a seguir viviendo la fraternidad en el servicio y esperamos que los desafíos y las necesidades del mundo de hoy encuentren personas motivadas a ser voluntarias, viviendo el Carisma Marista en la cultura del encuentro, convirtiéndose en «Faros de Esperanza» y creando «Hogares de Luz».       

Fraternalmente,
Departamiento Colaboración para la Misión Internacional – CMI

Voluntariado marista

VOLVER

Hermanos: creciendo en edad, gracia y sabidur...

SIGUIENTE

La pandemia de Covid-19 crea nuevas realidade...