21 de septiembre de 2021 CASA GENERAL

21 de septiembre: Día Internacional de la Paz

Las guerras tienen efectos dolorosos y duraderos en las comunidades, las familias y la estructura social y económica de las naciones. Mientras estas hacen noticia, el Día Mundial de la Paz nos recuerda lo que las naciones podrían crear juntas si colaboraran para abordar los problemas del mundo. Cada año, el 21 de septiembre, las Naciones Unidas (ONU) pide a todas las naciones y pueblos a que depongan las armas y reafirmen su compromiso de vivir en armonía unos a otros. Se invita a las organizaciones e instituciones educativas a tomar la iniciativa en la creación de una ola de paz en todo el mundo con el mensaje de amor.

Los expertos sobre la paz mundial consideran que para abordar los principales problemas del mundo el primer desafío es lograr la paz. Según ellos, hasta que el mundo no tenga paz no podrá haber confianza ni cooperación, necesarias para combatir otros problemas mundiales como el cambio climático, las enfermedades y las pandemias. Por esto, hacen un llamado a la paz para garantizar los derechos humanos y luchar contra la pobreza y el subdesarrollo. Los expertos piensan que se puede lograr la paz en el mundo si se comienza por erradicar la exclusión, si se logra una verdadera igualdad entre mujeres y hombres, si se comparte la riqueza del mundo de manera justa y se controla la venta de armas. Los expertos creen que la paz mundial no solo es posible sino inevitable.

Esto no es algo que simplemente se piensa y luego sucede, implica más bien la batalla de nuestras vidas que podríamos ganar porque las soluciones están en nuestras manos. La paz se cultiva y se promueve buscando puntos en común, valorando nuestras diferencias, promoviendo la estabilidad económica y social para eliminar la pobreza, la falta de alimentos y la injusticia social, y eliminar de este modo las causas comunes de malestar y violencia.

La paz, como normalmente entendemos esta palabra, es un trabajo difícil en proceso; ya sea por la resolución de conflictos entre naciones o grupos étnicos, o una disposición psicológica interna. La paz social sólo tiene una armonía superficial y frágil si no existe un compromiso con la paz interior, de aquellas que cambian las vidas de adentro hacia afuera.

Innumerables movimientos de resistencia civil han demostrado el poder de la acción no violenta cuando está impregnada por una intención espiritual y basada en una paz que ningún opresor puede dar o quitar. “Mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Juan 14:27), es la paz de Jesús, una presencia interior viva que estamos llamados a buscar como sus seguidores.

Como cristianos, nuestro compromiso con la justicia y la paz es parte integral de las exigencias del Evangelio. Cuanto más nuestras acciones estén profundamente arraigadas en Jesús, más efectivas serán. El Papa Pablo VI instituyó que el Día Mundial de la Paz se celebre el primer día del año civil como un momento de oración intensa por la paz. Los mensajes papales en estos días representan una fuente importante para la renovación y el desarrollo de la doctrina social de la Iglesia.

En sus respectivos mensajes sobre las Jornadas Mundiales de la Paz, todos los Papas, desde Pablo VI, han insistido en que es a través de la oración que la Iglesia se embarca en la batalla por la paz porque la oración abre el corazón no solo a una relación profunda con Dios sino también a un encuentro con los demás, marcado por el respeto, la comprensión, la estima y el amor e infunde valor y apoya a todos los verdaderos amigos de la paz.

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H. Francis Lukong –  Secretariado de Solidaridad

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