22 de abril – Día de la Tierra: Invierte en nuestro planeta
El Día de la Tierra se celebra cada 22 de abril para concientizar a la población sobre los problemas ecológicos mundiales. Este día se estableció de manera oficial en el año de 1970 en Estados Unidos, cuando el senador Gaylord Nelson de Wisconsin, un entusiasta ecologista, organizó una manifestación a nivel nacional para unir a los movimientos ecologistas de base e incluir las cuestiones ecológicas en la agenda política nacional. Este año, el Día de la Tierra se celebra bajo el lema “Invierte en nuestro planeta”. Durante la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26), celebrada en Escocia en noviembre de 2021, los líderes mundiales acordaron seguir invirtiendo en nuestro planeta mediante la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), la disminución del uso del carbón y el compromiso de aumentar significativamente los fondos para ayudar a los países pobres a hacer frente a los efectos del cambio climático y hacer posible la transición a la energía limpia. Asimismo, acordaron eliminar gradualmente las subvenciones a los combustibles fósiles que reducen artificialmente el precio del carbón, el petróleo o el gas natural, detener la deforestación, reducir el 30% de las emisiones de metano para el 2030, respaldar las energías renovables y alejar la financiación de las industrias que queman combustibles fósiles.
El impacto devastador del cambio climático no excluye a nadie. La subida del nivel del mar, el blanqueamiento de los corales, las olas de calor, las inundaciones, las frecuentes e intensas sequías, las tormentas, el deshielo de los glaciares, el calentamiento de los océanos y la pérdida de hábitats son signos claros del desastre que está sufriendo nuestro planeta Tierra. Del mismo modo, las consecuencias adversas de la contaminación, la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la sobreexplotación de los recursos naturales y la destrucción del hábitat en el aire, la tierra, el agua, la flora y la fauna, actualmente el deterioro ambiental también es reflejado en nuestro estilo y calidad de vida.
Invertir en nuestro planeta no tiene por qué quedarse sólo en un plano político. También debe implicar el cambio de estilos de vida y la ejecución de acciones conscientes y concretas, así como dejar de depender de las tecnologías de combustibles fósiles y redirigir la atención hacia la creación de sistemas económicos que reparen el planeta, protejan a las especies que viven en él y ofrezcan oportunidades para todos. Considerando que el planeta Tierra es nuestro hogar común, no deberíamos pensar dos veces en cuidarlo. Cualquier esfuerzo por sostener los recursos naturales de la Tierra y minimizar la degradación y la contaminación del medio ambiente es digno de admiración, ya que conservar el suelo, el aire y el agua, hace que nuestro planeta Tierra sea un buen refugio para todos los seres vivos, incluidos los seres humanos.
La encíclica del Papa Francisco, “Laudato Si’ sobre el cuidado de nuestra casa común” es una llamada de atención a todos para invertir en nuestro planeta y reunir a toda la familia humana para buscar su desarrollo sostenible e integral. Está convencido de que el desarrollo de una conciencia social, el compromiso con el proceso de conversión ecológica y la adopción de estilos de vida de ecología integral pueden responder al clamor de la tierra y de los pobres. Cree que los nuevos estilos de vida no pueden limitarse únicamente al uso de energías renovables, el reciclaje o el uso del transporte público. Debe ser integral y holístico. Por ello, la Plataforma de Acción de Laudato Si reconoce que la Tierra es la creación de Dios y promueve una visión contemplativa del mundo natural al reunir las dimensiones física, educativa, económica, política, moral y espiritual del planeta.
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Hermano Francis Lukong – Secretariado de Solidaridad.