Compartiendo 20 – La vocación Marista Laical

Boletín del Laicado Marista

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LLAMADOS A MIRAR MÁS ALLÁ EN OCEANÍA

Nathan Ahearne – Secretariado de Laicos Ampliado

El primer Capítulo de la Provincia de Star of the Sea tuvo lugar en el Hermitage de Mittagong del 9 al 14 de diciembre de 2022. El día 5 del Capítulo se celebró una sesión para debatir sobre la “Vida marista compartida (juntos hermanos y laicos)”. La sesión contó con un panel formado por maristas de Champagnat que han estado en encuentros y reuniones trabajando en este ámbito.

Éstos fueron Nathan Ahearne y Elizabeth Falconer, del Equipo de Formación Marista y Vida de Sydney, el H. Siaosi Ioane (Samoa) y el H. Barry Burns (Aotearoa NZ). Actualmente, en el mundo marista están ocurriendo muchas cosas en este ámbito. En algunos países el modelo de pertenencia está claro, junto con las etapas y caminos que hay que seguir.

¿Qué nos conviene hacer en la provincia de la Estrella de Mar?

El Grupo se pronunció sobre las siguientes conclusiones:

  • La formación como prioridad.
  • Corresponsabilidad – de nuestra espiritualidad.
  • Pertenencia.
  • Lenguaje y comprensión.

De ellas se derivan recomendaciones que abordan los siguientes aspectos:

  • Inclusión.
  • Interculturalidad.
  • Solidaridad y subsidiariedad.
  • Dotación de recursos.
  • Modelos estructurales que deben aplicarse: en Australia existe la Asociación Marista y en Kiribati el Equipo de Administración, por citar sólo dos ejemplos, cada uno con una estructura diferente.
  • Liderazgo.
  • Una Comisión de Formación para llevar esto Adelante.

Una Asamblea a su debido tiempo Se sugirió a los delegados que era necesario un enfoque de equipo coordinado para el desarrollo y la entrega de oportunidades de formación de calidad y recursos para todos los maristas de Champagnat en toda la Provincia, para apoyar el crecimiento y la vitalidad de la vida y misión marista en el futuro. La escucha respetuosa es esencial para discernir lo que está surgiendo con el fin de encontrar la mejor manera de nutrir la vida y la misión marista en la nueva Provincia. En la actualidad, hay una variedad de enfoques para la conexión y la pertenencia, y esperamos encontrar los modelos que mejor se adapten a las necesidades de nuestro pueblo marista a nivel local.

En su discurso a los delegados del Capítulo, el H. Ernesto Sánchez, Superior General de los Hermanos Maristas, expresó: La Palabra de Dios nos pide mirar más allá, mirar más allá, pero ¿más allá de qué? Más allá de la mentalidad mundana, más allá de los intereses a corto plazo, más allá de una perspectiva parcial, para abrir el horizonte de una fraternidad universal. San Marcelino Champagnat supo mirar más allá, pero curiosamente también supo enseñar a los jóvenes a mirar más allá, a abrirse a Dios y a los horizontes para amar según el Evangelio. ¿Cómo podemos abrirnos (y a los demás) más plenamente a Dios y a los que están en nuestro horizonte, mientras hacemos crecer la familia marista en cada una de nuestras regiones?


MIRANDO MÁS ALLÁ DEL PARADIGMA DE UN INSTITUTO RELIGIOSO

H. Michael Green – Sydney, Australia

Una de las grandes bendiciones de nuestro tiempo es el crecimiento exponencial de nuestra familia mundial de maristas. Se trata de un verdadero florecimiento del Vaticano II entre nosotros, una gracia del Espíritu que estamos invitados a acoger con gratitud y creatividad.  Nos ha llamado a un pensamiento fresco e imaginativo sobre cómo las personas pueden pertenecer y ejercer su ministerio como maristas, a nuevos paradigmas. Nuevos odres maristas para todo este nuevo y abundante vino marista.

Para miles y miles de personas -mujeres y hombres, jóvenes y mayores, solteros y casados, consagrados y ordenados, de muchas culturas y contextos sociales- ser marista es una de las formas significativas a través de las cuales eligen vivir su vocación bautismal fundamental como discípulos de Jesús. Para la mayoría de estas personas, hay también otras formas de hacerlo, por ejemplo en el entorno familiar, como miembros de una parroquia, o apoyando el trabajo de otros proyectos cristianos o humanitarios. Para algunos, su asociación marista es para toda la vida, pero para la mayoría se desarrolla como parte de su itinerario vital, por ejemplo, mientras están asociados con otros maristas en una escuela marista o en una obra social. Todo esto es típico de la mayoría de los movimientos de la Iglesia y de la sociedad en general.

Dentro de este abundante crecimiento de los maristas, el número de los Hermanos Maristas ha disminuido, irónicamente, en la mayoría de los países. Esta evolución está desafiando a los Hermanos a reconsiderar y reposicionarse dentro de la más amplia familia espiritual marista. Su papel entre los maristas de hoy puede llegar a ser más auténticamente aquel al que los consagrados y consagradas están llamados en la Iglesia en general: no tanto ser los que dirigen, sino ser fuente de espiritualidad y comunión, ser memoria permanente de Jesús en el corazón de la comunidad. Cada vez más, las estructuras asociativas y administrativas de los Hermanos existentes encuentran un lugar dentro de asociaciones más amplias de Maristas. No al revés. No se trata de introducir nuevas asociaciones en las estructuras existentes de los Hermanos, ni administrativa ni conceptualmente. Se trata más bien de crear un nuevo espacio en el que todos los maristas puedan integrarse. 

En el mundo marista se están explorando diversos modelos. Un ejemplo es el prometedor desarrollo en Australia de la Asociación Marista de San Marcelino Champagnat. Se trata de una nueva estructura asociativa marista que cuenta ya con unos 1.000 miembros, en su gran mayoría laicos maristas, a los que se unen hermanos, hermanas y sacerdotes. Su triple finalidad es proporcionar una comunidad para que las personas desarrollen su vida de fe como maristas, se asocien entre sí como familia marista, y compartan la responsabilidad del gobierno de la vida y misión maristas. La relación de la Asociación con la Provincia de los Hermanos es de interdependencia y no de dependencia. Esto es clave. La Asociación no es un apéndice o un instrumento auxiliar de la Provincia de los Hermanos. Es un paradigma nuevo e inclusivo de comunión y corresponsabilidad, una respuesta creativa a las bendiciones de nuestro tiempo.


MIRAR MÁS ALLÁ EN LA CORRESPONSABILIDAD

Julia Lederwasch – Newcastle, Australia

Durante los primeros 7 años de lo que iban a ser 30 en un colegio marista, no sabía realmente lo que era el carisma marista. Ahora me jubilo con un profundo compromiso con nuestra familia marista global.  Comprender la visión de Marcelino y reflexionar constantemente sobre ella me permitió fundamentar mi práctica en la forma en que interactuaba con los alumnos como profesora, coordinadora y, durante los últimos 17 años, como subdirectora.
Como los alumnos sólo estaban con nosotros los dos últimos años de escolaridad, el compromiso con las características maristas me hacía estar atenta a lo que nuestros alumnos se llevaban consigo: que se sentían valorados, escuchados, amados y nutridos. Para mí, esto era vivir el mensaje del Evangelio a la manera de María. 

Durante ese tiempo trabajé con más de 15 hermanos maristas, 4 como directores. Ahora no hay ninguno. Aprendí de los hermanos la importancia de la presencia, la sencillez, la paciencia y la reflexión espiritual. En momentos particularmente difíciles me encontraba pensando “¿qué haría / diría Jesús? ¿cómo lo haría María?” Los Hermanos se han ido, yo me he ido, pero la escuela sigue comprometida a ser marista.

Soy laica marista, miembro de un grupo local de la región de Hunter, en NGS. Los valores maristas se extienden a mi vida cotidiana y a mi manera de relacionarme con los demás. Estoy agradecida de pertenecer a una familia espiritual global que comparte estos mismos valores.


MIRANDO MÁS ALLÁ DE LA EDUCACIÓN
CON UNA VOCACIÓN LAICA MARISTA

Benedito Qumi – Entrenador y mentor deportivo H. Samuel Eathorne – Suva, Fiji

La experiencia de ser entrenador en un colegio marista y cómo el carisma de Champagnat complementa una ventaja holística para moldear a un deportista marista.

Cuando recibí un e-mail de Nathan para compartir el tema “Mirando más allá de la educación con una vocación laica marista” no pude evitar sentir gratitud y el privilegio de compartir mi experiencia como entrenador de atletismo durante 24 años en la Marist Brothers High School aquí en Suva, Fiyi. El papel de laico marista por vocación va automáticamente unido a él. Y me complace compartir algunos aspectos desde ese punto de vista.

El atletismo es un deporte muy competitivo, conocido y practicado en todo el mundo a distintos niveles. Este deporte es una de las piedras angulares de la formación del carácter en la Marist Brothers High School. Los Hermanos y los profesores pioneros vieron en el atletismo un medio excelente para promover la vida de San Marcelino Champagnat y su vida cotidiana como estudiantes.

El atletismo en el MBHS de Fiyi ocupa un lugar muy destacado y afectuoso en los corazones de los Hermanos Maristas, los antiguos alumnos y los amigos del colegio por la característica única que cada atleta marista muestra durante la competición. Esa característica es, por supuesto, el Carisma de Champagnat proyectado en un Atleta Marista.

Me gustaría compartir algunas características que definen a un gran Atleta Marista

  1. Acepta a tus competidores con el máximo respeto. – Entregale lo mejor de ti. Si está por delante de ti, nunca te rindas. Debes luchar hasta el final.
  2. Se modesto en todas tus victorias, demuéstrate vencedor y reconoce a tu competidor porque sin él no habrías conseguido un gran rendimiento.
  3. Se amable ante la derrota, aceptar tu lugar y reconoce al vencedor por impulsarte hasta tu límite.  Una lección aprendida para que un día, con una mejor preparación, le des otra oportunidad.
  4. Empieza siempre con el Equipo en el corazón, tu amor por los miembros de tu familia los sacrificios de tu preparación personal, tus profesores, compañeros de clase, hermanos, tus entrenadores y directivos y lo más importante por ti mismo y por Dios. Eres un representante de todos ellos y debes hacer que se sientan orgullosos y demostrarles que son valorados.
  5. Eres la imagen de la escuela, eres presentable, respetuoso, positivo, motivador, alegre y siempre dispuesto a demostrar que eres un líder.
  6. Debes conocer las reglas de la competición, hacer todo lo posible para que su ejecución promueva el nombre de tu escuela y luchar siempre por la victoria.

También me gustaría compartir mi filosofía personal como Coach y su relación con la vocación laical marista.

“Entrenar eficazmente a individuos o equipos para que alcancen su máximo potencial a través de desarrollos holísticos y una verdadera aceptación como clave para alcanzar la excelencia”.

Mi papel como entrenador y líder siempre se ha centrado en la filosofía, y así garantizar que cada temporada mi esfuerzo por formar, enseñar y entrenar a los estudiantes atletas tenga el mismo efecto. Con los cambios en los avances científicos, he encontrado mi filosofía basada en el aprendizaje y la investigación para asegurar el desarrollo holístico de los atletas eventualmente, comprenderán su identidad y su vida, y dispondrán de una herramienta que podrán utilizar más allá del ámbito educativo para convertirse en campeones de la vida. Esta cultura de éxito es, de hecho, el residuo de la promoción del laicado marista más allá de las fronteras de la educación. En mi humilde experiencia y conocimiento, el carisma marista y la forma en que complementa el desarrollo de un atleta campeón y su máximo rendimiento ha sido un factor clave para muchas historias de éxito más allá de los perímetros del atletismo y ha forjado grandes servidores de la sociedad que llevan consigo las enseñanzas de ser un Marista de Champagnat en cualquier proyecto de vida que elijan.


MIRANDO MÁS ALLÁ CON SOLIDARIDAD

Rebecca Bromhead – CEO Solidaridad Marista Australiana

Cuando reflexiono sobre lo que la palabra “solidaridad” significa para mi vocación laical marista, hay muchas definiciones y expresiones que me resultan familiares, pero ésta es mi favorita: La solidaridad surge cuando recordamos que nos pertenecemos entre nosotros. Qué hermoso y valioso sentimiento. Me hace sentir cálida y conectada. Pero, sobre todo, es también un profundo desafío. Porque cuando nos pertenecemos mutuamente, nos responsabilizamos de los demás.

Soy una mujer australiana del país de Ngunnawal, que actualmente vive en Brisbane. Soy miembro de la Asociación Marista de San Marcelino Champagnat de Australia y de la nueva Provincia de la Estrella del Mar. También tengo el gran privilegio de dirigir Solidaridad Marista Australiana y de formar parte del Consejo de FMSI. En cada uno de estos contextos, la solidaridad es parte integrante de nuestra identidad y misión marista y nos exige ir más allá de nuestras experiencias personales y de nuestras zonas de confort para buscar y construir un mundo más justo para los demás.

En la Asociación, caminamos juntos como maristas en una comunidad local, lo suficientemente cerca como para reunirnos regularmente, compartir nuestras vidas cotidianas y formarnos unos a otros a través de la presencia de nuestras relaciones maristas. En nuestra nueva Provincia caminamos juntos, desde nuestros hogares a través de 11 países y muchos más grupos lingüísticos y culturales, hacia un mundo que pueda acceder y experimentar el rostro mariano, diverso pero unificado, de nuestra Iglesia

Como agencias maristas de desarrollo internacional, creemos en la solidaridad como principal motivación de nuestro trabajo y nuestros esfuerzos, para garantizar que los recursos se compartan de forma más equitativa y para construir comunidades que puedan compartir y aprender unas de otras en aras de un mundo más pacífico y justo.

Una reciente colaboración en línea de los maristas de la región de Asia-Pacífico ha utilizado la encíclica papal, Fratelli Tutti: Sobre la fraternidad y la amistad social, como vehículo para explorar cómo los maristas de diversas experiencias y orígenes entienden y construyen la solidaridad en nuestras comunidades locales y regionales. Conocimos a nuevos amigos maristas, rezamos juntos y compartimos cómo se desarrollan estos temas en nuestras propias vidas y comunidades. Ha sido una experiencia rica y bendecida, tanto de caminar juntos en solidaridad como de mirar más allá, hacia cómo y qué estamos llamados a ser en nuestro mundo. Mi vocación marista es mucho más rica por la oportunidad de escuchar y aprender de más de mis vecinos maristas.


MIRAR MÁS ALLÁ: ES DIOS QUIEN NOS BUSCA PRIMERO – FORMACIÓN

Anthony Clarke – Director de Misión y Formación para la Vida

En una entrevista concedida el año pasado, el Cardenal Jean-Claude Hollerich SJ, Presidente de la Conferencia Episcopal Europea, habló de los retos a los que se enfrenta la Iglesia: la creciente secularización de Europa, la disminución del número de creyentes y de feligreses y de la influencia de la Iglesia en la sociedad. En este momento de crisis en la Iglesia, dijo: “¿Qué debo hacer? Tenía que elegir, o renunciar a mi fe porque no encontraba los caminos que conocía, o iniciar un viaje interior. Elegí la segunda opción.” Continuó diciendo que llegó a la poderosa conclusión de que “antes de poder proclamar a Dios, tenía que convertirme en un buscador de Dios…”.” Surge de la creencia fundamental de que todos somos buscadores. Su importancia también se refleja conmovedoramente en la pregunta de Jesús en sus primeras palabras pronunciadas en el Evangelio de Juan: “¿Qué es lo que buscas?”

Hace poco hablaba con un alumno marista de 17 años sobre el contexto actual del mundo y él identificó los retos a los que nos enfrentamos, entre ellos, la preocupación por el medio ambiente, los problemas de desigualdad y los efectos devastadores de la guerra. Dijo: “Es cierto, esa es la realidad del mundo, pero creo que todos hemos sido creados para algo, para algo más. Ya sabes, para ser algo más.” Creo que lo mejor de la formación será cómo acompañamos a los buscadores, cómo caminamos con aquellos cuyo deseo innato les invita y les abre a explorar “algo más’.

Nuestro documento de espiritualidad marista, Agua de la roca, dice: “La vida es un misterio que se revela a medida que se desarrolla. Incluso después de muchos años, muchas cosas permanecen ocultas para nosotros. Este continuo desentrañar de nuestras profundidades interiores es dinámico, provocador y desafiante – una invitación permanente a seguir buscando”(n.44) Al mirar más allá, nuestro reto es seguir explorando y encontrar caminos o itinerarios que ofrezcan oportunidades y experiencias que apoyen a los buscadores en su búsqueda.

Estoy seguro de que invitará a algo nuevo, aportando una frescura, una experiencia más rica de la vida, incluso en medio de la complejidad de nuestro tiempo: “Estos vastos y rápidos cambios exigen que busquemos constantemente formas de expresar las verdades inmutables en un lenguaje que ponga de manifiesto su permanente novedad” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 41). También es alentador recordar que en nuestra búsqueda, de “ser más”, en nuestra búsqueda de una nueva forma de ser Iglesia, en nuestra búsqueda de formas, como maristas, de hacer nacer la vida de Cristo, es Dios quien nos busca primero a nosotros.

Dios está absoluta e irremediablemente enamorado de nosotros, caminando con nosotros, amándonos hasta convertirnos en algo más que no puede contenerse. Santa Catalina de Siena captó maravillosamente la esencia de esto, diciendo: “Sé quien Dios te creó para ser y harás arder el mundo”.


MÁS ALLÁ DE LAVALLA 200>

Silvia Martinez Garcia – Sydney, Australia

Desde el primer año que empecé a trabajar en un colegio marista de Palencia (España), me sentí parte de esta familia global. Los valores que promovían -como la sencillez, la presencia, la cercanía- y su carisma me hicieron considerarme marista. Al cabo de unos años, junto con mi pareja, hice mi primer voluntariado internacional, al que posteriormente sumaron otros tres. Sentía que estas experiencias formaban parte de mi proyecto de vida, intentando aportar mi granito de arena en las periferias, y tuve la gran suerte de que, Rubén Galego, también lo sintiera así.

Hace unos 3 años conocimos las comunidades internacionales LaValla200> que trataban de tender la mano y ayudar a jóvenes en zonas o situaciones necesitadas, pero que iban un poco más allá al ser comunidades interculturales mixtas. Las comunidades LaValla200> incluyen hermanos y laicos maristas de diferentes partes del mundo que viven juntos bajo el mismo techo con la importante premisa de que compartimos por igual la vida y la misión. Tras un tiempo de formación y discernimiento, decidimos implicarnos en esta gran experiencia y ahora formamos parte de la comunidad LaValla200> de Mount Druitt, considerado uno de los suburbios más desfavorecidos socialmente de Australia.

Estoy muy agradecida por este proyecto marista por varias razones: por darme la oportunidad de conocer de cerca la realidad y la cultura de los demás miembros de mi comunidad, así como la del propio país, especialmente la cultura aborigen colaborando en su centro comunitario, y también por poder apoyar a los alumnos de MLZ a reengancharse a su aprendizaje


MIRANDO MÁS ALLÁ CON COMPASIÓN MARISTA180

Patrick O’Reilly – Director Misión e identidad, Sydney Australia

Explorar las raíces de las palabras y la forma en que se traducen de una lengua a otra pone en evidencia los límites y los retos que esto plantea. Si remontamos el término “compasión” al griego antiguo, surge un elemento enriquecedor: se trata de un verbo en el lenguaje de la “voz media”. Nuestro inglés se limita en gran medida a la voz “pasiva” o “activa”. El “medio” nos ofrece algo abundante: medio, en el sentido de que la compasión compromete nuestras entrañas, nuestro corazón. Y medio en el sentido de que se sitúa entre lo pasivo y lo activo: idealmente nos atrapa, nos mueve, de lo pasivo a lo activo.

En 1896, un grupo de miembros de la sociedad San Vicente de Paúl, y de Hermanos Maristas, respondieron con una voz “media”, y fundaron conjuntamente St Vincent Boys Home, Westmead, para chicos huérfanos o marginados. Los inicios de Marist180 se remontan a St Vincents.

En la actualidad, Marist180 atiende a niños y jóvenes marginados que viven fuera de sus hogares, que no tienen hogar, que son menores humanitarios abandonados (huérfanos de refugiados), que pertenecen a las Primeras Naciones o que se encuentran en situación de riesgo, y que buscan atención, apoyo, formación, capacitación, empleo o un nuevo comienzo en Sydney, la región de Nueva Gales del Sur (Orange y Newcastle) y Brisbane.

Marist180 tiene cinco valores, uno de los cuales es la compasión. Al haber asistido a un colegio marista y haber trabajado en dos colegios maristas, algo en mi “medio” me atrajo o me llevó a Marist180. Tengo el privilegio de desempeñar el cargo de Director de Misión e Identidad. Nuestro impresionante y comprometido personal de Marist180 mira cada día hacia dentro y hacia fuera con compasión, como hacía san Marcelino. Que siga siendo así.


VIVIR MÁS ALLÁ CON UN CORAZÓN MARISTA

Paroksh Prasad – Diplomático australiano, India

Los australianos, desde nuestras comunidades de las Primeras Naciones hasta el caleidoscopio multicultural actual, son un pueblo viajero.  Esto nos convierte a todos en embajadores naturales.  Y para la comunidad marista laica australiana, el sentido de la aventura y el impulso de dinamismo significan que podemos ser faros de las enseñanzas de san Marcelino y el modelo de María allí donde nos lleven nuestros viajes. 

Como diplomático australiano destinado fuera de Oceanía, en la India, he sido llamado al reto de llevar el corazón marista más allá.  Sin caer en el servicio misionero, el ADN pluralista de la India crea mucho espacio para el servicio laico; aquí es donde mi laicado marista ha prosperado.  El carisma marista abunda aquí, aunque no en las formas que nos son familiares. Desde familias conjuntas en municipios rurales hasta unidades nucleares en centros metropolitanos, observo la presencia, el espíritu de familia y el amor al trabajo.  Y cuando se vive lejos de casa, estas experiencias son las que traen nostalgia y consuelo. 

En una comunidad que cuestiona sus propios presupuestos seculares e intenta construir la cohesión social, el laicado ha adquirido un nuevo rostro.  Es posible encontrar analogías entre los temas de los escritos de san Marcelino y la literatura indígena de la región: el omnipresente simbolismo de la fuerza y la mansedumbre es un ejemplo de ello.  Lo que sigue estando muy claro es que sigue siendo necesario compartir estos mensajes, aunque hay que tener cuidado con el lenguaje y el tono.
Así que, desde mi perspectiva de laico marista de Oceanía que vive una vocación más allá, veo nuestro propósito y veo el desafío y las oportunidades que vienen con él.  Y con todas las complejidades que nos da la creciente conectividad global, la fe laica parece una forma encomiable de dar claridad en medio del caos.  A medida que avanzamos en nuestros respectivos caminos nacionales, comunitarios e individuales, nuestro carisma marista colectivo nos pondrá en buen lugar. 

Esta foto es de un diseño hecho con harina de arroz delante de la casa de una persona como decoración. Todo empieza con una serie de puntos, uno justo en el centro. Luego se convierte en una intrincada pieza de diseño artístico. Pero también tiene una vida. A la mañana siguiente, se lavará y se recreará. 
Hay algo que decir sobre los laicos en el pluralismo espiritual de la India. Todas las comunidades del mundo son, en última instancia, grupos de individuos que tienen relaciones interpersonales, es decir, puntos y líneas que los conectan. Nuestra vocación como laicos maristas es intentar unir las relaciones de tal manera que formen una red artística de amor y bondad.

El loto; un espécimen impoluto. A pesar de crecer sólo en el fango, sus pétalos no han sido tocados por la impureza. En medio del caos y la cacofonía de la sociedad actual, el carisma laico marista y la fe aún pueden hacer brotar la pureza y la gracia mariana.


MIRANDO MÁS ALLÁ A TRAVÉS DEL SOPLO DEL ESPÍRITU

H. Graham Neist – Sydney, Australia

Una de las cosas que las Escrituras dejan claras sobre el Espíritu es que el Espíritu es dinámico, siempre moviendo la Vida más allá. Si consideramos la “vocación” desde la perspectiva del Espíritu… la vocación es un diálogo continuo con el Espíritu sobre cómo expresaré “mi bondad” en la Vida.

Si pensamos en esto a través de la imagen de la “respiración” podemos obtener una nueva comprensión: la intención de cada respiración es conducir a la siguiente, y esta respiración actual es un regalo directo de la última respiración. Nada de separar disfuncionalmente el pasado, el presente y el futuro (más allá). Esto sucede con el Espíritu. En lugar de “mirar más allá”, lo que implica que estoy estático en el ahora intentando estirar mi mirada hacia el futuro, el Espíritu está continuamente “inclinándose más allá”: el ahora siempre se está inclinando hacia el futuro (el más allá…)

Si lo elegimos, podemos vivir en este “aliento del Espíritu”, siempre inclinados hacia el más allá, impulsados por el ahora y apoyados en un pasado. En realidad, si nos quedamos atascados en el pasado o nos aferramos al ahora, hemos dejado de respirar.

Una de las alegrías de mi vida como hermano marista ha sido observar a los laicos maristas como padres – sus hijos ” convertidos ” atrayéndolos continuamente hacia el más allá y los padres, ” víctimas de su amor “, eligiendo “Sí”. Suena un poco como María.


MÚLTIPLES REGIONES, UNA MISIÓN

Mark O’Farrell – Director Adjunto Secretariado de Laicos, Sydney Australia

Hace unos años, el Papa Francisco utilizó el término “Nosotros” en relación con el camino común que todos los seres humanos estamos recorriendo hacia la construcción de un mundo basado en la justicia y la paz, sin excluir a nadie, para garantizar que el “Nosotros” es más fuerte que el individuo solo. Este fue el tema del reciente Foro Internacional sobre la Vocación del Laico Marista en Roma, al que asistí en representación de mi provincia de origen, Australia. El foro me abrió los ojos a un “Nosotros” mucho más grande en nuestro mundo marista. Maristas de todo el mundo reunidos durante una semana para construir puentes, compartir historias y unirnos en nuestras experiencias comunes de hacer nacer la misión marista en nuestros diferentes lugares. ¡Fue enorme!

Uno de los maristas que conocí fue Bao Nguyen, un joven hermano marista del Distrito Marista de Asia (MDA) que vive en Vietnam. Habló de las alegrías y los retos de ser marista en un país no cristiano y compartimos muchas historias de la diversidad y las similitudes de nuestras dos regiones, nos conocimos a fondo caminando, comiendo y, por supuesto, ese ingrediente esencial, el café…

Recuerdo que le conocí el primer día y su energía desbordante me impactó cuando se estaba reuniendo a un grupo de voluntarios para hacer algunos trabajos, una típica “invitación” marista. Antes de que me diera cuenta, Bao estaba subiendo al tejado para colgar nuestra pancarta del Foro. Recuerdo que me reí y pensé que esto era diferente a Australia, no hay prácticas de seguridad laboral aquí. En ese momento, Bao me recordó a un joven Marcelino: se arremangaba y se ponía manos a la obra. Al poco rato, la pancarta ondeaba al viento lista para saludar a los recién llegados: ¡Maristas Globales de Champagnat, Bienvenidos a Roma!

En muchos sentidos, la foto y la historia son un buen ejemplo del “trabajo” que realizamos durante el Foro y del trabajo que continúa a través de cada uno de nosotros más allá del Foro. Lo que me queda son estos lazos de amistad y dos mensajes primordiales que creo que conectan a todos los maristas, nuestro sentido de misión y espíritu de familia. Estos símbolos se pusieron de manifiesto a lo largo de todo el Foro. Lo que empezó como un grupo de dos personas de Vietnam y Australia con nuestra pancarta contó con la ayuda de otras personas de África, Brasil, España y Papúa Nueva Guinea. Fue la familia marista en acción, llamando a otros para que nos ayudaran. Muchas manos hacen el trabajo.

Nuestra misa de clausura en la capilla de la Casa general estuvo llena de color, con mapas del mundo marista en el altar y una vela en cada uno de ellos. Es una bella imagen de nuestro trabajo como ofrenda a Dios por el que María y Marcelino velan. Lo que nos une a Bao, a mí, y a todos los demás maristas de los 80 países, es “el trabajo”, la misión en la que todos estamos comprometidos. Parte de este trabajo es cómo nos apoyamos y colaboramos entre nosotros en las distintas regiones. Esto es vital. La vela representa la luz que trae Cristo y nos recuerda que nuestro trabajo está, en última instancia, en manos de Dios. Como los primeros maristas, Bao habló de un sueño, de un proyecto para conectar nuestras dos regiones en este trabajo. Yo también confío en la providencia de Dios, como María en la Anunciación, y este proyecto se desarrollará este año mientras trabajamos juntos para darle vida.

Nosotros, los maristas’ somos una gran familia mundial, rica y vibrante, con muchos puntos fuertes y talentos, que unida es una poderosa fuerza para el bien de nuestro mundo. Cuando la familia marista colabora y se conecta, nuestro objetivo es compartir y apoyarnos mutuamente en todas las regiones y dentro de ellas en nuestra misión conjunta de llevar la luz del Evangelio a aquellos a quienes servimos. Espero que este año traiga mucho de esta conexión y de este compartir que anima a cada uno de nosotros que se llama orgullosamente Marista de Champagnat y camina en los pasos de nuestro fundador para trabajar a través de regiones y fronteras para “mirar más allá.

Star of the Sea

Mientras tanto, desde noviembre, la familia marista se ha expandido en mi región a través de la nueva Provincia de la Estrella del Mar, una provincia formada en gran parte por once naciones insulares con una gran geografía y distancia de norte a sur y de este a oeste. Como Asia, es una gran provincia de muchas zonas aisladas donde los maristas ejercen su apostolado. Star of the Sea ya tiene conexiones con la región asiática de Boa a través de su trabajo en Camboya en una escuela para víctimas de minas terrestres y la apertura de oportunidades educativas para los niños de las aldeas rurales de Pailin. Además, muchos hermanos australianos han participado en la pastoral de la formación en Vietnam y Filipinas.


DISTRITO MARISTA DE ASIA. ¿QUIÉNES SOMOS?

H. Bao Ngyuen – Vietnam

Soy el H. Bao Nguyen, un joven hermano vietnamita que está con los Hermanos Maristas desde el 10 de septiembre de 2010. Aún recuerdo vívidamente cómo llegué a conocer a los misioneros maristas que vinieron y vivieron en mi pequeña parroquia natal durante un buen período de tiempo. Su sencillez y su confianza en la Providencia inspiran no sólo a los jóvenes como yo, sino también a muchos laicos que llegan a conocerlos.

Han pasado catorce años, muchos Hermanos misioneros han concluido sus contratos y regresado a sus Provincias de origen, algunos han fallecido, dejando atrás su esperanza y su sueño. También inspiraron a un buen número de jóvenes que ahora han profesado como Hermanos Maristas y han iniciado la búsqueda del espíritu de Marcelino en sus propias tierras.

MDA está presente en siete países en los que la fe católica es minoritaria, aunque hemos trabajado con muchas personas de buen corazón que pertenecen a otras confesiones, sin embargo, todas ellas llegan a ser testigos del espíritu marista de diversas maneras y se sienten cautivadas al compartir con nosotros el sueño de Marcelino. Sin embargo, sigue habiendo retos importantes para acercarse a lo que desearíamos, un conocimiento insuficiente de lo marista y una distancia cada vez mayor entre la fe católica y la de otras religiones.

En consecuencia, el futuro trabajo de base de un movimiento laico ha resultado ser bastante diferente del de otras regiones con una presencia marista más prolongada. Debemos admitir que no podemos hacer lo que hacen otros maristas en otros países con una larga y rica historia de presencia marista; no podemos permitirnos hacer lo que hacen otros países con sistemas escolares maristas donde los laicos trabajan a tiempo completo. No obstante, mirando más allá de las regiones y de la riqueza de la diversidad que mantenemos en las diferentes culturas y confesiones, hay una gran esperanza de que los maristas de MDA y otros maristas de otras provincias puedan trabajar más estrechamente en la búsqueda de lo que Marcelino pudo ver cuando estaba en aquella montaña mirando el valle en el que están presentes los cimientos de los maristas de todo el mundo.


MIRAR MÁS ALLÁ CON ATENCIÓN

Dave Moore – Marist College Canberra

Para mí fue un reto importante ver cómo se derrumbaba nuestro monasterio hace unos años. Era el corazón de la escuela y al final dejó un vacío para mí como marista, que tenía muchos recuerdos duraderos del trabajo de los Hermanos en Canberra. Estos hombres formaron parte de mi vida desde que estaba en la escuela primaria y mi madre y mi familia adoptaron a algunos hermanos en nuestra vida. Mamá era empleada y a menudo venían los hermanos a comer o a una celebración familiar. Los Hermanos me enseñaron muchas cosas, pero la lección más valiosa que aprendí fue su amor por el trabajo en beneficio de los demás. Sí, empezaban y terminaban el día rezando, pero la mayor parte del día la pasaban trabajando. Como las palabras del libro de Santiago que vivieron el pasaje “Ves que su fe y sus acciones estaban trabajando juntos, y su fe fue completada por lo que hizo”.

En 2018 Marist College Canberra comenzó “Marist Community Meals”, haciendo comidas para los vulnerables en nuestra comunidadLas comidas preparadas por el personal y los alumnos después de las clases se dividen en porciones, se congelan y se envían a la Sociedad de San Vicente de Paúl y a nuestra parroquia local para su distribución. En los últimos 5 años, cerca de 100 estudiantes han elaborado miles de comidas. Uno de los grandes éxitos de este programa no es sólo la llegada de alimentos nutritivos a la comunidad, sino también el tiempo que el personal dedica a trabajar con los jóvenes para que se “arremanguen” y trabajen por el bien de los demás. Puede que el monasterio ya no esté en el campus, pero nuestros estudiantes continúan la labor de los Hermanos trabajando para alimentar a los menos afortunados de nuestra comunidad.


MIRANDO MÁS ALLÁ DESDE OTRA ESPIRITUALIDAD

Michael McVeigh – Jefe de Publicaciones y Contenidos Digitales Jesuit Communications, Melbourne Australia

Podría decirse que soy el producto de tres carismas católicos. Me eduqué en un colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en MelbourneMe involucré en la pastoral juvenil marista después de asistir a un retiro de jóvenes adultos, conocí a mi esposa a través de esa comunidad, y actualmente conservo excelentes relaciones con hermanos y laicos maristas. Por último, he trabajado para los jesuitas australianos como periodista y editor durante los últimos 17 años.

Dada mi función, he dedicado la mayor parte de mi tiempo a aprender sobre la Espiritualidad Ignaciana de los JesuitasEs una manera de comprometerse con Dios que implica una reflexión orante para discernir lo que Dios me pide en cada momento. El riesgo del enfoque ignaciano es que se vuelva demasiado “embriagador”, demasiado centrado en el pensamiento más que en la acción.

Cuando era joven, participé en un programa de pastoral juvenil marista llamado “Estar allí”, en el que pasábamos una semana inmersos en la vida cotidiana de un ministerio católico. Durante esa semana, trabajé como voluntario en un hogar para hombres alcohólicos. La experiencia me ayudó a ver a qué nos referimos cuando hablamos de vivir nuestra fe. Esa frase, “estar ahí”, resume mi apreciación del carisma marista. Los maristas que mejor conozco -incluyendo a mi esposa y a los hermanos que han sido mis mentores- tienen el don de ser capaces de estar simplemente presentes con la gente. Esa presencia me da testimonio de una fe más allá de las palabras, más allá de la “cabeza”, en la que todos estamos en compañía de los demás y de Dios.


MIRANDO MÁS ALLÁ COMO CONSTRUCTORES DE PUENTES MARISTAS

Chris Wills – Australia

Todas las Unidades Administrativas Maristas de la Región de Oceanía se convirtieron en la nueva provincia Estrella del Mar el 8 de diciembre de 2022. Está integra doce países: Camboya, Timor Leste, Australia, PNG, Islas Salomón, Bougainville, Vanuatu, Nueva Caledonia, Kiribati, Aotearoa/NZ, Fiji, y Samoa.

En el sur a menudo se nos considera bastante aislados debido a la distancia y el tiempo que empleamos para reunirnos. Sin embargo, somos maristas entusiastas y comprometidos firmemente en caminar juntos como una Familia Global.

El voluntariado es una buena forma de empezar el Camino. Estamos listos para ACOGER a otros maristas que quieran venir, tal como maristas de otras regiones han acogido a voluntarios del sur. El resultado de estar conectados es que: somos una familia global.

El Covid-19 ha disminuido nuestra capacidad para comenzar el viaje, pero ahora que casi hemos aprendido a vivir de manera segura con el virus, los maristas se unen a las comunidades internacionales como voluntarios. Algunos están viajando a otras regiones, otros se están uniendo a comunidades internacionales dentro de la nueva provincia.

Algunos ejemplos: Silvia y Ruben de España y Kimberly de Filipinas se han unido a Lavalla200> en Mount Druitt.

Lavalla School en Camboya está a punto de recibir a dos voluntarios: Tony, un profesor de Australia, y Mona, una profesora de inglés de Alemania.

Kath, Peter y Mick son tres maristas que planean o investigan el voluntariado en Timor Oriental.

Justo antes del inicio del Covid-19, Pat y Brad, dos estudiantes de derecho, completaron una pasantía en la oficina Maristas de las Naciones Unidas. Ellos trajeron sus habilidades a casa y organizaron a los estudiantes de la escuela para participar en el Examen Periódico Universal (UPR) de la ONU de Australia.

Los jóvenes estudiantes fueron felicitados por miembros de 15 misiones permanentes (embajadas ante la ONU) y uno de ellos, Zain, fue invitado a dirigirse al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.

Aotearoa/Nueva Zelanda y Camboya pronto tendrán su EPU y sería bueno repetir esta experiencia.


MIRANDO MÁS ALLÁ EN EL LIDERAZGO MARISTA

Dr. John Kyle-Robinson – Director Regional Escuelas Maristas Australia (NSW & ACT)

Quiero algo para mi corazón.

Hace poco tuve la oportunidad de hablar con un grupo de alumnos del colegio marista. Los alumnos se habían unido a Game Changers, el programa australiano de Pastoral Juvenil que se ofrece en 19 diócesis de este inmenso continente. Cuando pregunté a los alumnos por qué se habían unido a Game Changers, uno me dijo que, aunque tenía una vida plena con familia, estudios, deportes y muchos amigos en su nuevo colegio, se había unido a Game Changers porque quería algo más. En sus palabras, quería “algo para su corazón”

Este alumno era uno de los más de 50 000 jóvenes educados en las 56 escuelas maristas australianas. Vive en el estado australiano de Nueva Gales del Sur. Nueva Gales del Sur se extiende desde la costa hasta el desierto, desde el norte subtropical hasta las extensas granjas que son el hogar de muchas familias maristas. Nueva Gales del Sur tiene más de tres veces el tamaño de todo el Reino Unido, es más grande que Turquía o Pakistán y alberga 23 comunidades escolares maristas. Algunos dicen que su capital, Sydney, es la ciudad más marista del mundo, aunque creo que habría una feroz competencia en todo el mundo marista por ese título!

Desde hace más de 150 años, los Maristas de Champagnat ofrecen a los jóvenes una educación católica de calidad. Hoy, teniendo en cuenta todas las dimensiones y la complejidad de la educación de los jóvenes y, por lo tanto, la colaboración que existe con los profesores, las familias y la Iglesia en general, la reflexión de ese chico de 12 años nos da una idea del futuro del liderazgo marista: mejorar una vida plena, presentar a Jesús y su visión de cómo debe ser la vida, proporcionar una educación católica de alta calidad, pero también “hacer algo por mi corazón.