26 de octubre de 2010 INDIA

Con María de prisa a West Bengal

Siento profunda alegría al compartir cuáles son los motivos más profundos por los que me he comprometido a participar en el programa ?Misión ad gentes en Asia?. Fue la petición de voluntarios maristas, de nuestros Superiores en Roma, lo que marcó mi decisión a seguir este llamado, que siempre lo consideré como un auténtico regalo de Dios.Estar presentes como hermanos maristas en Asia e incrementar cualitativamente la presencia cristiana en este continente son dos aspectos que mueven mis sentimientos más profundos y que me ayudaron en el discernimiento a la hora de comprometerme con este programa.Siento en lo más profundo de mi alma la necesidad de que pueda nacer con fuerza la vida marista en nuevas zonas de Asia y en mi caso concreto en el ?West Bengal? (India). Pido a Dios que los jóvenes hindúes sientan la vocación de hermano marista como un personal llamado en su seguimiento a Cristo, sintiendo profundamente en sus vidas la presencia amorosa de María. Conociendo a Jesús, amándolo y dándolo a conocer y amar a los niños y jóvenes pobres de su país.Bienvenido sea este nuevo llamado de Dios a nuestro Instituto marista, que nos permite vivir desde las directrices de nuestro último Capítulo general: ?¡Con María, salid deprisa a una nueva tierra!?. Y vivir este mandato no solamente desde una dimensión psicológico-espiritual sino también desde una dimensión físico-geográfica.Quiero ser un activo colaborador en la construcción de comunidades maristas en Asia, conformadas por hermanos y laicos maristas, en las que trabajando por los niños y jóvenes pobres del ?West Bengal?, compartamos con sencillez y alegría consagración y carisma, fe y vida y todo esto en un ambiente internacional, intercultural e interreligioso.Hacen eco en mí las palabras de Jesús: ?Vayan a todas las naciones?? y el deseo de nuestro santo Padre Marcelino Champagnat: ?Todas las diócesis del mundo entran en nuestras miras??. Siento una profunda alegría, como marista, al poder manifestar en Asia el rostro mariano y materno de nuestra Iglesia católica. La frase de Marcelino: ?Hacerse hermano marista es comprometerse a hacerse santo? es un gran reto a la hora de vivir en una población tan religiosa como la hindú. Dios me invita a una conversión personal que me permita vivir mi consagración marista en medio de una sociedad minoritariamente cristiana. Agradezco a Dios su llamado misericordioso y la generosidad que ha depositado en mi corazón para responder con alegría a este llamado y agradezco a María su amor maternal al hacer sentirme en todo momento su hijo. Quiero agradecer a todos mis hermanos maristas, familiares y amigos su profundo respeto a mi opción y su promesa de oración para que Dios ?rico en misericordia? y María ?nuestra Buena Madre? sigan construyendo, a través de este hijo suyo en West Bengal la ?civilización del amor?._________________Hno. José Javier Bometón Aguilar, Fms.Davao 14 de Septiembre de 2010

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