1 de diciembre de 2006 KENIA

Danza, ritmo, canto y colorido exuberante

La tensa piel de los ?ngoma? ha ritmado la celebración del cumpleaños del hermano Seán Sammon, Superior general, en el MIC de Nairobi. El mismo día se clausuraba el año litúrgico con la festividad de Cristo Rey. Ambos acontecimientos han alegrado el espíritu de los participantes. La capilla del MIC estaba al completo con presencia de las cinco fraternidades maristas de hermanos estudiantes, vecinos y amigos. En especial se ha destacado el grupo de jóvenes que participan en el ?Encuentro de los jóvenes de África con el hermano Superior general y su Consejo? venidos de once países distintos donde están presentes los hermanos. Ellos realizan sus actividades junto con el Consejo general en el D:B: YES, una casa regentada por los salesianos a pocos kilómetros del MIC, en Nairobi.

Los hermanos estudiantes del Marist International Center (MIC), han animados los cantos de la asamblea litúrgica con ritmos del folklore africano y su magnífica polifonía y con el baile litúrgico que la Iglesia de África incorpora a la liturgia tan espléndidamente. Era domingo. Algunas decenas de sotanas blancas han puesto un colorido contrastante con la vestimenta de fiesta de las diversas etnias que están representadas en el MIC. Danza, ritmo, canto, colorido exuberante. Es la fiesta del Señor y es el cumpleaños del hermano Seán.

Al final de la misa el hermano Seán ha agradecido las oraciones que esta comunidad marista ha ofrecido al Señor por él en unión con todos los miembros del Instituto. Y ha agradecido al Señor ?haber llegado al final de la década de sus 50?.

El Consejo general prosiguió el encuentro con los jóvenes de África y, al final de la tarde, hermanos y jóvenes se reunieron en torno al hermano Seán para obsequiarle, en el día de su cumpleaños, un bastón de mando representativo de quien tiene la autoridad en la tribu, mientras los más hábiles interpretaban danzas y ritmos propios de cada país.

El hermano Luis García Sobrado, Vicario general, agradeció al hermano Seán, en nombre de todo el Instituto, su trabajo, su servicio y su amor a los hermanos, ?compañeros maravillosos? que el Señor ha puesto en nuestro camino.

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