13 de noviembre de 2005 ESPAñA

El amor no entiende de razas, culturas ni idiomas

La Organización No Gubernamental marista SED (Solidariedad, Educación, Desarrollo) tiene um grupo de voluntarios, en este momento más de 100, que dan apoyo durante el año a las más variadas actividades tales como educación, sanidad desarrollo comunitario, creación de estructuras y pastoral. El último boletín de SED (Boletín SED Número 33 ? Octubre 2005) trae algunos testimonios de los voluntarios, entre los que escogemos tres que reproducimos aquí.

Maria Martínez y Vicent Izquierdo – Tanzania
Por nuestras inquietudes, y como matrimonio que quiere intentar mejorar, desde nuestras contradicciones, las condiciones de vida de aquellos no tan privilegiados como nosotros, decidimos que queríamos dedicar parte de nuestro tiempo a conocer, convivir y compartir el día a día con personas de algún país del llamado Tercer Mundo. Gracias a los Hermanos, contactamos con SED y tuvimos la oportunidad de ir a Tanzania. Nuestro trabajo fue básicamente la construcción. (..) No es tanto el trabajo que se hace, si no el hecho de trabajar con ellos, con la gente local. No ayudarles ni enseñarles, si no aprender de ellos, que te ayuden.
Miguel Romeo ? Paraguay
Andar por las calles del barrio de Empalado Ari, en Caaguazú, es una experiencia cautivadora y del todo fascinante. No hay prisa por llegar en ninguna parte. No hay carreras, no hay nervios, el tiempo parece que aquí corre más despacio, que el reloj se ha parado. No sirven de nada ni nuestras planificaciones, ni nuestros horarios, ni nuestras agendas tan apretadas de actividad estresante. Todo invita a la calma, a la tranquilidad, a dejar pasar las horas contemplando. Aquí contemplar no es perder el tiempo, sino que es enriquecerse del contacto y de la presencia con las personas.
Andando por las calles los niños te cautivan y te fascinan. No puedes quedarte indiferente. Aunque no quieras acabas atrapado por su mirada transparente, por su cálida compañía, por su vitalidad, por su sencilla y feliz manera de vivir. Si andas por las calles de Empalado Ari seguro que dejas algo de tu corazón.
Montserrat Inguanzo Ojeda – Zambia
La experiencia de este mes y medio en Zambia ha sido una de esas que te marcan para toda la vida. Es increíble como te puedes sentir «lleno» con aparentemente tan poco y como puedes recibir tanto de gente que no tiene nada. Aprendes a valorar el tiempo de otra manera, sin prisas, descubriendo el valor de una sonrisa, una caricia, un abrazo… Descubrir que el lenguaje del AMOR no entiende de razas, culturas ni idiomas. Y cuando te preguntas: «¿qué sentido tiene mi presencia aquí?», pronto encuentras la respuesta: El simple hecho de «estar», de compartir experiencias, risas, opiniones, para ellos es muy importante. Y ahora para mí también.

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