10 de enero de 2008 ESPAñA

El Escorial deja huella, revitaliza

Los resúmenes de testimonios de los hermanos que han terminado la sesión de espiritualidad (agosto – diciembre 2007) en El Escorial muestran la importancia de este tiempo para acudir de nuevo a las fuentes, la validez de su contenido y la riqueza de la experiencia en la vida de cada participante.

?Mi agradecimiento a mi Provincia, al Equipo de Coordinación, a los hermanos con los que he convivido, a las personas que han trabajado para que esto haya sido posible. ¡Otro mundo es posible con estas condiciones! He profundizado en mi vida como hermano marista. He saboreado la relación fraterna de otra forma diferente. He sido feliz con mis hermanos: orando, celebrando, conviviendo, paseando, trabajando, compartiendo, jugando. He recibido el apoyo, el cariño, la amistad, el consejo, el tiempo, la alegría, el entusiasmo, el buen humor. ¡Gracias a todos, por todo!?. (EG)

?La reafirmación de mi vocación en el carisma marista, y ayudarme a crecer en la espiritualidad con unificación e integrando la santidad en la vida de cada día. También me ha dejado claro que es posible cambiar a pesar de la edad. La experiencia de solidaridad fue muy positiva para mi crecimiento en la fe. He llegado a un conocimiento personal mayor y, sobre todo, a una aceptación de mí mismo y a la vez a tener una visión de la vida como un proceso y ver el planteamiento del futuro con esperanza?. (PG)

?Oportunidad única, no esperada, no merecida? Un regalo del Señor y de la Buena Madre. Lo más valioso, lo que más agradezco: los hermanos. Han sido como el tesoro del Evangelio. Encontrado sin buscarlo? Por ello mi gratitud a Dios y a cuantos hicieron posible esta experiencia. El contacto con la comunidad de Badajoz y los internos del Proyecto Vida, ha sido también otra marca que dejará su huella, así como la semana de Vitalidad de cada Provincia? Gracias a quienes nos ayudan a ver. Que el Señor me ayude a seguir su camino?. (AG)

?Realmente lo que ha quedado grabado en mi corazón ha sido el conjunto de nombres de todas las personas que me han acompañado. La vida y testimonio religioso y humano que me han regalado durante cinco meses han sido el motor que me ha ilusionado en mi éxodo particular?Mi estancia en El Escorial me ha ayudado a conocerme mejor y emprender el nuevo ciclo de mi vida con nuevas ilusiones?. (LP)

?La casa de Marcelino es mi casa; su familia es mi familia; y su misión es la mía. Casa universal y familia multicultural. Casa abierta para acoger y salir al encuentro. Familia colaboradora con otras instancias eclesiales y sociales para construir un mejor mundo y para acoger el Reino. Hago mías las pasiones de Marcelino: su pasión por Jesús y su pasión por darlo a conocer a los jóvenes y a los más pobres. Avivo mi fe en las situaciones incrédulas de este tiempo; soy testigo de esperanza y restablezco la confianza con mi presencia amiga y misericordiosa. Como María, me hago cada día más libre y disponible para entregar toda la vida a Dios y a los hermanos, en la sencillez de lo cotidiano?. (EN)

?Considero que he disfrutado de un tiempo de gracia. El haber prestado atención y dedicado tiempo y energías a temas sobre aspectos fundamentales de mi vida, me parece que ha dado como resultado una mejor disposición de ánimo y una actitud mucho más positiva para continuar viviendo desde mi anclaje en Dios y al servicio del Reino?. (JM)

?Me encuentro feliz de haber realizado este curso. En el aspecto espiritual me encuentro mucho más fuerte y dispuesto a darlo todo por Dios y mi Congregación. En el aspecto intelectual se han despejado algunas dudas que tenía?. (GF)

?La tranquilidad y paz externas han propiciado la pacificación interior y contemplar con ilusión la nueva etapa de mi vida. Saber que puedo seguir haciendo muchas cosas a mis años por los niños y jóvenes desestructurados?. (MA)

?He limpiado y profundizado el brocal de mi pozo. El agua de Dios está brotando con fuerza. Quiero regar la esperanza donde vaya?. (ER)

?El encuentro con hermanos de otras provincias y países, los cursos recibidos, la peregrinación al Hermitage y Tierra Santa, la experiencia de solidaridad, han sido momentos de profundidad humana, espiritual y marista. Estoy agradecido a Dios y a la ongregación el haber podido vivir esta experiencia. Ahora al término, veo más claro que uno de los ejes importantes de mi vida religiosa es la gozosa disponibilidad a los planes que el Señor tiene para mí. Esto me da paz y esperanza para seguir adelante porque sé que Él estará conmigo?. (HB)

?Queda en mi corazón: que es posible construir una comunidad de vida, de intercambio y de compartir; que mis limitaciones se manifiestan y pueden ser integradas, no soy hermano disminuido por poseerlas; Dios que me ha amado, me ha llamado y me ha elegido es y será siempre fiel, no cambiará jamás, Él me envía para que lleve la Buena Noticia de su amor a los otros; que la Buena Madre está y estará siempre a mi lado dándome fuerzas, coraje y cariño?. (NC)

?El tiempo, la comunidad, la dinámica del curso, han creado las condiciones necesarias para que haya podido ir trabajando y recuperando la paz. Se han dado las condiciones para que sea semilla que pueda de nuevo germinar en mi corazón. Doy gracias al Señor por lo que he vivido y compartido?. (JR)

?Cercanía a mis hermanos, descubriendo en ellos a Dios. Experimentando que a Dios se lo descubre cada día y El siempre actúa. El optimismo que todo esto genera es fuente de vida y alegría. Dios, hoy como ayer, sigue actuando?. (HB)

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