29 de noviembre de 2012 GUATEMALA

Entre ?HERMANOS?

El lugar de acogida estaba preparado, el material a utilizar, asignado, y el personal, completo. Sólo faltaban los participantes de la VI Asamblea Provincial de América Central, que se llevaría a cabo del 4 al 7 de octubre en el Centro de Formación Marista, de Ciudad Guatemala.

Y no se hicieron esperar. Poco a poco representantes, entre Hermanos Maristas y laicos, de Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Puerto Rico comenzaron a llegar con mucha alegría y expectativas para compartir experiencias y opiniones en torno al tema de la “Revitalización Provincial”.

La Asamblea inició con una deliciosa cena, para romper el hielo, y entre risas y conversaciones interesantes, llegó el momento de trasladarse al salón principal para la bienvenida oficial a la actividad. Las canciones para animar a los asistentes fueron el detalle para centrar la atención al tema. Luego de ello, el Hermano Provincial, Hipólito Pérez, ofreció unas palabras motivadoras e hizo la presentación de los 13 laicos que compartirían con los 68 Hermanos esta experiencia.

El segundo día estuvo lleno de reflexión y el trabajo realizado fue basado en las actitudes marianas de “Escucha y Búsqueda”. Por dicha razón, la jornada comenzó desarrollando una dinámica que motivaría el encuentro y el compartir entre los diferentes asistentes a la Asamblea, lo que les llevó a expresar experiencias de acuerdo a diferencias generacionales, capacidad de adaptación al cambio, desarrollo del liderazgo laical y la proyección provincial a diez años.

Sin embargo, ese trabajo sólo era el comienzo de una jornada que produciría grandes frutos. Y el apoyo del H. Superior General, Emili Turú, alentándolos al discernimiento para saber hacia dónde desean llegar como provincia desde Dios, fue de gran ayuda para los participantes en futuras reflexiones.

Un discernimiento que conllevará bajar las defensas, que embotan nuestro afecto y desenfocan nuestra realidad; conectarse con alguna experiencia profunda de fe que ayude a comprender lo que significa ser realmente libres; darse la libertad de imaginar más allá de lo que parece apropiado, no limitarse por miedo al juicio de los demás y, finalmente, explorar nuestras resistencias a decir “sí” a lo que Dios nos está pidiendo.

Toda reorganización requiere enfrentar muchos desafíos, pero en el caso de los Hermanos Maristas y laicos de América Central, centraron su búsqueda en el caminar hacia ser hombres y mujeres de Dios para los demás; en responder a la interpelación de los niños y jóvenes, privilegiando a los que son pobres; en revisar la animación, las estructuras y las presencias y en configurar las comunidades de Hermanos con criterios que favorezcan su vitalidad en la misión. Dicha labor necesitó de una mente y un corazón abiertos al trabajo en  familia, sentados en torno a la misma mesa.

El tercer día se convirtió en un poner los pies sobre la tierra y en establecer las líneas de acción para llevar a cabo la revitalización provincial. Se realizó una propuesta que guiará el caminar provincial en los próximos años y que buscará un mayor involucramiento de los laicos en la misión marista en Centroamérica, Puerto Rico y Cuba.

Este caminar no podía dar inicio sin antes hacer un examen a  las comunidades y presencias existentes. Para ello, se presentó un pequeño análisis de la realidad de otras provincias que permitiera orientar a Hermanos y laicos en esta autoevaluación y hacer una proyección a unos años, las necesidades que se presentarían y las soluciones pertinentes para solventarlas.

Por muchas personas es conocida la huella que, como maristas, se ha dejado en muchos alumnos, laicos, misiones, etc. durante todos estos años. Sin embargo, el tiempo ha evolucionado y cada vez surgen nuevas necesidades y desafíos. ¿Quiénes podrían explicar mejor dichas necesidades que los mismos jóvenes que enfrentan una realidad totalmente diferente a la de años anteriores?

Fue un momento para reflexionar en la prioridad de la Pastoral Vocacional. Para dicho propósito, dos exalumnos moderaron el momento inicial exponiendo sus opiniones ante el tema. Asimismo, se realizó la presentación de la visión que tienen, a través de grabaciones realizadas a alumnos y exalumnos  de varios países de la Provincia.

Muchas preguntas surgieron, ante la realidad presentada por esos alumnos que creen en nuestra Provincia, en nuestro trabajo, en el amor de Dios y de nuestra Buena Madre María, mostrados a través de las enseñanzas y el acompañamiento de los Hermanos Maristas. Estos jóvenes brindaron pautas a seguir y nos animaron a continuar el trabajo que se realiza y a “abrir nuevos caminos de vida”.

Mostraron su preocupación ante la realidad de las pocas vocaciones existentes y brindaron su apoyo a los hermanos en agradecimiento a todas sus enseñanzas. Fue un momento de reflexión, de enfrentarse a la realidad existente y enfrentarla sin miedos, pero, sobre todo, fue un momento emotivo y de preparación. Un momento para confirmar nuestra propuesta.

Todos los momentos de escucha, búsqueda, reflexión y encuentro, fueron la antesala para que Hermanos Maristas y laicos se uniesen a la celebración jubilar: por las bodas de brillantes (75 años) del H. Zósimo Pérez Mañueco, las bodas de diamante (60 años) del H. Martiniano Conde Pacho, las bodas de Oro (50 años) del H. Marcelino Ganzaraín Gómez, las bodas de jade (35 años) de los Hermanos José Antonio Alonso Laso y Victoriano Escudero Escudero; las bodas de plata (25 años) del H. Óscar Mazariegos Paz y por las bodas de bronce (15 años) del H. César González Torres.

Reunidos en familia, se celebró una Eucaristía de acción de gracias, preparada especialmente para la ocasión. Una ceremonia emotiva y complementada por los discursos de agradecimiento de cada uno de los jubilares. Para finalizar con una cena compartida y animada por un grupo musical formado por profesores del Liceo Guatemala.

El cuarto día giró en torno a la “Presencia (Perseveraban junto a María)” y era el momento idóneo para presentar un departamento innovador para la Provincia Marista de América Central, la Oficina Provincial Marista de Comunicaciones, la cual ya tiene en marcha dos grandes proyectos: la “nueva” imagen o marca institucional y la creación – renovación de las páginas web locales de cada centro o presencia.

Esto llenó de muchas expectativas a los asistentes, pues significa un apoyo adicional a los diferentes proyectos que se realizan en la Provincia. Es un departamento que complementará al Hermano Provincial, al Consejo Provincial, a los Organismos y Comisiones Provinciales, a los Organismos Nacionales y a los Centros en lo que a comunicaciones se refiere.

Para concluir esta Asamblea llena de experiencias, búsqueda y trabajo en familia se celebró una eucaristía de envío, en la que el H. Hipólito Pérez nos brindó unas palabras de aliento para continuar nuestro trabajo en la Provincia de América Central y apoyándonos en el lema: “Con María, siendo hermanos y hermanas abrimos nuevos caminos de vida en nuestras tierras.”

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