6 de julio de 2012 ITALIA

Maravillosos compañeros en torno a la mesa

Los 22 hermanos que participamos en la segunda edición del Curso para Animadores de Comunidad en Manziana hemos terminado nuestro programa de ocho semanas. Todo fue muy positivo y de hecho, en muchos aspectos, ha sido como un nuevo Pentecostés para nosotros. Al mirar hacia atrás, vemos cómo el Señor nos ha ido guiando a través de todo y cómo nuestra Buena Madre ha ido caminando con nosotros a través de los varios expertos que intervinieron. Nos sentimos animados por un sentimiento de profunda gratitud y esperanza.

Llegamos a Manziana el miércoles 25 de mayo, como respuesta a la invitación de nuestros superiores a participar en el curso para Animadores de comunidad organizado por el Superior general y su Consejo. Recibimos una cálida acogida por parte de los miembros de la comunidad de Manziana y todo el personal. Con mucho gozo, entusiasmo y, al mismo tiempo, curiosidad nos embarcamos en este camino de aprender y ser comunidad de animadores, y de buscar también “nuevos modos de ser hermanos y comunidad” hoy. Un gran espíritu de familia caracterizó nuestras actividades ordinarias cotidianas. Nuestra celebración eucarística cotidiana y nuestra oración estuvieron marcadas por la simplicidad y la creatividad, dado que los miembros de la comunidad provenían de diferentes ámbitos culturales. Los primeros días los pasamos en torno a la mesa, contando y escuchando nuestras historias y nuestras experiencias de vida personal, con el objetivo de llegar a conocernos unos a otros. Poco a poco fuimos creciendo en el conocimiento reciproco y llegamos a ser maravillosos compañeros en torno a la mesa.

Las primeras cuatro semanas de esta peregrinación estuvieron dedicadas a la clarificación de nuestro rol como animadores de comunidad y a recibir la preparación necesaria en habilidades, recursos e instrumentos que puedan ayudarnos a asumir esta tarea en nuestras distintas unidades administrativas. Al dejar Manziana nuestra más sincera gratitud va hacia:

* El H. Emili Turú y los Consejeros Generales que pasaron la primera semana con nosotros orientando y profundizando nuestra comprensión de la llamada fundamental del 21er Capitulo General  que, de hecho, fue la piedra angular de este curso.

* La Hna. Christine Anderson FCJ y Jim Christie SJ que animaron la segunda semana con su visión sobre el liderazgo en el servicio de nuestros hermanos en torno a la misma mesa.

* El H. Brendan Geary FMS, Provincial de la Provincia Marista de Europa Centro-Oeste que generosamente alimentó nuestro conocimiento sobre las transiciones y las dinámicas sexuales en el apostolado.

* Nuestro maravilloso compañero H. Sean Sammon. Es asombroso saber todo lo que hemos recibido de Sean respecto a la vida comunitaria. Sean no solamente compartió su conocimiento con nosotros sino que llegó incluso a cocinar y servirnos a la mesa. ¡Qué privilegio que hemos tenido! ¡Qué maravilloso compañero que es Sean!

Otro punto culminante importante de nuestro camino fue la experiencia que tuvimos en Nomadelfia, un grupo de familias que vive como las comunidades de los primeros cristianos. En este pueblo, no hay nada que sea propiedad privada. Esta experiencia ayudó a construir y ampliar nuestros horizontes en nuestra búsqueda de nuevos caminos para ser hermano y comunidad.

Dos laicas también nos ayudaron en nuestra reflexión y exploración. Una de ellas es Yola, de una comunidad laica conocida como Chemin neuf (Camino nuevo) y Angela que trabaja en nuestra Casa General en el secretariado FMSI.

Pensamos que el punto culminante de nuestra experiencia de Pentecostés fue el tiempo que pasamos en el Hermitage entre el 1º y el 9º de junio. Hemos sido ayudados a profundizar la experiencia de nuestros orígenes, del P. Champagnat, de nuestros primeros hermanos y los lugares maristas. Los miembros de la comunidad del Hermitage, el H. André Landfrey y el H. Alain Delorme jugaron un importante rol en esta experiencia.

Volvimos a Manziana el 10 de junio, tuvimos una semana de síntesis, seguida de tres días de retiro animados por el H. David Glenday, un misionero Comboniano. Terminamos con una evaluación general y una acción de gracias y la misa de envío. Dejamos Manziana con mucho entusiasmo y determinación para asumir nuestros roles, cuando éstos nos sean asignados por nuestros superiores sabiendo que no estamos solos en esta peregrinación; nuestra Buena Madre, el P. Champagnat y nuestros primeros hermanos caminan junto a nosotros.

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Hermano Pascal Funsa – 23de Junio de 2012 – Leer más

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