Carta a Marcelino

P. Joseph Gauche

1839-11-27

En el mes de noviembre de 1839, cuando se iniciaba nuevo año escolar, el P.Gauché escribió al P.Champagnat para lamentarse de la poca categoría de los dos Hermanos que atendían su escuela. Se lamentaba sobretodo de lo H.Laurent que, a causa de la edad y del cansancio, se presentaba olvidadizo, no atinando bien en su empleo y haciendo gastos inútiles. Además, no tenía la capacitación exigida para ser presentado como candidato al cargo de institutor comunal. El H.Francisco, en nombre del P.Champagnat, contestó al P.Gauché, argumentando que al menos en la clase de los principiantes el H.Laurent podría continuar y que, en cuanto al diploma, había obtenido uno en 1830, en Saint-Chamond, pero que lo había extraviado. Esta nueva carta del P.Gauché está dirigida al P.Champagnat, aunque sea respuesta a la comunicación de lo H.Francisco. Repite prácticamente los mismos argumentos de la carta anterior, esto es, sugiere el cambio del H.Laurent. El buen Hermano dejó Chavanay pero solamente en el final de aquel año escolar, en agosto de 1840. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Chavanay, a 27 de noviembre de 1839.

Señor mío y querido cohermano:

Contesto a la carta que el Hno. Francisco me ha mandado hace unos días referente al H. Lorenzo. Le manifiesto que cuando el Hermano viajó al Hermitage a fines del año escolar que acaba de terminar, le dije que hiciese lo imposible para que el Hermano se pusiese en regla y consiguiese el duplicado de su Certificado, pues dice que ha perdido este último. Este buen Hermano no ha movido un dedo y se presenta de nuevo sin este documento tan importante. Se queja de que el Sr. Alcalde le niega su firma para reclamarlo a la Universidad. Sin embargo, el Alcalde no se niega a nada pero sostiene y asegura que su firma no es necesaria en este caso, y por lo tanto, el H. Lorenzo seguirá en la imposibilidad de ejercer su cargo. En consecuencia, de cara a la prefectura nuestra escuela está vacante y por lo tanto el oficial que hace los pagos se verá obligado a no pagar a los Hermanos, ni por el alquiler de la casa. Asimismo en la primera oportunidad el Prefecto nos enviará un maestro oficial de su agrado, que sin duda será muy bien recibido dada la poca capacidad del H. Lorenzo. Es muy posible que este Hermano haya dejado un buen recuerdo en el municipio donde trabajó antes. Francamente lo considero como un santo varón, pero no sería nada extraño que los años hayan menguado en mucho su capacidad. El mismo reconoce que la memoria le está fallando; con gran facilidad olvida lo que ha dicho o planeado. Sin embargo, paciencia, por algún tiempo. No obstante yo tengo temores de que la Prefectura nos mande un profesor seglar que será muy difícil de ser reemplazado posteriormente. Con ello la escuela desmerecerá mucho y será puesta en peligro su existencia que tanto me ha costado.

¿No sería posible para evitar toda esa problemática destinarlo a algún municipio diferente, por ejemplo a ese de donde viene y donde se le estima tanto, y enviarnos en su lugar a otro Hermano que tenga sus documentos en regla? Dentro de un mes los nombramientos del Preceptor quedarán concluidos. Es de suma importancia el que Ud. se ocupe personalmente del asunto para que quedemos inscritos. Le suplico, le conjuro no deje caer en la nada una obra que ha sido de las pioneras, y que nos estaba dando tanta satisfacción a Ud. y a nosotros. Como ve, no es que el Ayuntamiento se niegue a pagar un sueldo, sino que el Hermano está incapacitado para percibirlo por no estar en regla con sus documentos. Considero como algo muy importante que tome a pechos resolver este problema; le quedaré vivamente agradecido.

Acepte, estimado Señor y querido cohermano, los sentimientos de estima de su muy humilde y obediente servidor,

GAUCHE, Párroco.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.72

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