Carta a Marcelino

P. Augustin Revol

1839-12-22

Ésa es la tercera carta del P.Revol a propósito del establecimiento de los Hermanos en su comunidad. En mayo, el P.Champagnat había anunciado dificultades para enviar los Hermanos aún en el decurso del año; después, en septiembre, dio esperanzas de cederlos, ?caso todo estuviese listo? (PS 269). Y eso fue lo que sucedió. Un Hermano de l?Hermitage hizo visita a Bougé-Chambalud en octubre, para verificar el ambiente y para establecer el contrato con la parroquia; después, poco antes de la fiesta de Navidad, los Hermanos de la nueva comunidad llegaban. El P.Revol relata su contento y, como ya hiciera anteriormente, desarrolla largos cálculos, preocupado en mostrar cómo alcanzará los montos que la parroquia deberá pagar. En Grenoble, sed de la diócesis, estaba una de las Academias Regionales de la Universidad de Francia. Ahí se hacían los exámenes a jóvenes que pretendían dedicarse a la enseñanza para otorgarles el diploma correspondiente. Este certificado les daba capacidad para recibir salario de los municipios en su sistema escolar.. El P.Revol ofrece sus influencias para ayudar al H.Director que necesita hacer tal examen. La escuela de Bougé-Chambalud empezó a funcionar en enero de 1840. (Cfr. H.Ivo Strobino, nota introductoria al texto, ?Cartas Passivas?)

Bougé-Chambalud, a 22 de diciembre de 1839.

R.P.Superior:

Nos congratulamos a más no poder por la llegada de los buenos Hermanos que Ud. ha tenido la bondad de concedernos. Lo que nos ha inquietado un tanto era el hecho de que la asignación de los 400 que el Municipio había hecho para dar por de pronto a título de gratificación, y de los 200 francos como parte del pago a los Hermanos, no pudo esperar la aprobación del Consejo Municipal. Mas, reconocido el error, sacaremos esta suma de alguna parte. He pedido un préstamo de 400 francos para cumplir la promesa que le había hecho, contando con los réditos de la asignación. Se los mando al H. Visitador, como Ud. me lo indica en su carta. Deseo que a fin de que me sean restituidos por el Municipio, me envíe Ud. el correspondiente recibo, es decir, que Ud. ha recibido 400 francos de mis manos a cuenta de los 800 aprobados por el Consejo Municipal para ser remitidos a la Casa Madre del Instituto por gastos de fundación.

Aunque el pago anual debe hacerse en adelante tomando de los 16,000 francos destinados a tal efecto, dado que no será sino al fin del año cuando saquemos los intereses de esa suma, vamos a pasar apuros para hacer frente a los 1000 francos de este año. Contamos pues, de momento, con unos 180 francos, más los 200 votados por el municipio. Creo que con las dádivas de los habitantes, los buenos Hermanos podrán salir adelante. Haré lo que esté a mi alcance para que no carezcan de nada. Dado que estuve esperando que llegaran para comprar el mobiliario, nos ha sido imposible conseguir en una semana todo lo necesario a causa de las distancias. Pero ya me ocuparé de ello. Mientras tanto, acudiendo a préstamos les procuro lo indispensable. De todo modos cuentan ellos ya con toda la ropa, algunos utensilios de cocina, y otros enseres. Espero que en 15 días más lo tengan todo. Pero con 1,000 francos no podremos comprar los libros, pues ya me he visto constreñido a comprar a mis expensas una estufa, un reloj que han solicitado, sin contar los 200 francos empleados para las bancas, cátedras, y otros objetos.

El Consejo Municipal espera que los internos que tendrán los Hermanos cooperarán para completar el mobiliario y procurar su mantenimiento. Pienso que, teniendo en cuenta lo necesario para el alumbrado y otros gastos que podrían ocasionar 10 ó 15 internos, esto es, medio internos, que sólo tendrían alojamiento y comida, el Municipio retiraría la retribución mensual. Tales eran las miras de la fundación, y estos recursos nos serían necesarios, sobre todo el primer año. Pienso, Sr. Superior, que Ud. estará de acuerdo con estas proposiciones. Como sólo son dos Hermanos, no quisiéramos sobrecargarlos de trabajo, pero no debiendo ser los niños del municipio que acudan a la escuela más de unos sesenta, diez o quince más no ocasionarían mayor problema, me parece a mí. Así podríamos remediar nuestras necesidades más apremiantes. Para el futuro, estando ya consolidada la fundación, tendremos menos gastos, y solicitudes que hacer.

En el mes de marzo acompañaré al H. Director a Grenoble, y le facilitaré en lo posible los trámites para sacar su título académico. Tendré la ventaja de escribirle repetidas veces, contándole los éxitos de nuestro Establecimiento, que no puede menos de prosperar, sobre todo si Ud. accede a nuestras peticiones referentes a los internos. Así podríamos más adelante hallarnos en la situación de pedirle un tercer Hermano. Este intento fracasaría si no se admitieran desde el principio en la escuela alumnos que no fueran de la localidad, y el bien se haría en menor escala. Sin embargo, la testadora, asegurando la gratuidad de la escuela a los niños del Municipio, quería poner su establecimiento en la posibilidad de extender sus beneficios a los pueblos vecinos.

Dígnese aceptar, Sr. Superior, el homenaje respetuoso de quien se suscribe su incondicional servidor,

REVOL, Pbro.

Edición: CEPAM

fonte: AFM 129.75

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