El Hno. Alphonse acababa de ser enviado a Mornant, su primer destino, ya que había tomado el hábito el 2 de febrero y hecho la profesión el 15 de agosto de ese año. Recién instalado y sin esperar la llegada de los alumnos, escribe al Padre Champagnat que le contesta brevemente, pero de forma muy precisa, según su costumbre. Se constata que le habla sólo del apostolado, sin alusiones sobre su persona o su vida religiosa. Esto llama más la atención por el hecho de que el Hermano dejará el Instituto dos o tres años más tarde.

V.J. M.J.

Notre-Dame de lHermitage, 3 de noviembre de 1833.

Muy querido Hermano:

Recibida su breve carta, estoy encantado de ver que se encuentra bien y que se esfuerza por mantener el buen orden que encontró en su nuevo destino. Ponga, mi querido amigo, ponga todo su empeño para hacerlo prosperar. Forme a los alumnos que le sean confiados en todas las virtudes cristianas. Rece por ellos, pues con la ayuda de Dios podrán vencer todas las dificultades que puedan encontrar en su vida. La obediencia es la virtud que más deben practicar.
Adiós, muy querido Alphonse, adiós, soy todo suyo,

Champagnat.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según envío autógrafo, AFM, 111.9.