Carta de Marcelino – 141

Marcellin Champagnat

1837-09-28

En carta del 20 de septiembre de 1837, el Sr. Mazelier informa al Padre Champagnat de la benevolencia que parece manifestar el nuevo Ministro de Instrucción Pública, Sr. Salvandy, que ocupa dicho Ministerio desde el 15 de abril anterior. «Le hago llegar una copia de la carta ministerial recibida. Le exhorto a que renueve en este momento su solicitud de aprobación, dirigiendo al Ministro, quien tal vez apreciará el detalle, el informe de su situación actual que tuvo la amabilidad de comunicarme hace tiempo. Aprovecho con mucho interés todas las ocasiones y las ideas que le puedan ser útiles. Le pido, a cambio, la ayuda de sus oraciones...» Efectivamente, en carta del 15 de septiembre de 1837, el Ministro pedía al Sr. Mazelier que le proporcionase «un cuadro con la situación actual de (su) Instituto» pues, al año siguiente, debe presentar «al Rey y a las Cámaras el cuadro estadístico de la Instrucción primaria» en el que, añade, «las escuelas cristianas, cuyos servicios tengo a diario la ocasión de apreciar, ocupan un lugar especial». Como se ve, las alabanzas son atractivas. Sabiendo cuánto deseaba el Padre Champagnat la aprobación de su Instituto, se comprenderán los sentimientos de gratitud que expresa aquí.

Jesús, María, José.

Señor y muy respetado Superior:

Las nuevas pruebas de benevolencia hacia nuestra Sociedad que usted nos da nos inspiran los más vivos sentimientos de gratitud. Vamos a aprovechar sus consejos y la buena voluntad del Ministro hacia las escuelas cristianas. El Sr. Obispo de Belley continúa protegiéndonos. Las autoridades civiles de los alrededores ven con satisfacción nuestro Instituto y parecen muy dispuestas a favorecerlo. Pero no olvidamos que en vano trabajamos, si el Señor no trabaja con nosotros. Sírvase unirse a nosotros en esta intención, para que todo se haga según la santa voluntad de Dios y para su mayor gloria.
Teniendo el mismo fin y trabajando para el mismo dueño, deseamos estar siempre unidos a usted y trabajar de común acuerdo. Usted nos ha hecho y nos sigue haciendo grandes favores. Su bondad y su paternal ternura con los Hermanos que han tenido la suerte de convivir con usted no se borrarán jamás de nuestro recuerdo. Nos resulta triste no tener en estos momentos algo más que palabras para reconocérselo.
Acepte nuestra especial y justa gratitud, por los cuidados que prodigó a nuestro querido Hermano Apollinaire . ¡Qué gran gozo hemos sentido al conocer su convalecencia! Acaba de comunicarnos la llegada a casa de sus padres.
Con gran confianza y la más afectuosa cordialidad, le ruego, una vez más, nos haga partícipes de sus oraciones y del Santo Sacrificio, junto con sus Hermanos, y que me crea para siempre, señor y dignísimo Superior, su muy respetuoso y afectísimo servidor,

Champagnat,
Sup. Hnos. Maristas.

Notre-Dame de lHermitage, 28 de septiembre de 1837.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según el envío; AFM, 112. 8.

VOLVER

Carta de Marcelino - 122...

SIGUIENTE

Carta de Marcelino - 165...