Al no disponer de la carta del Sr. Párroco, es difícil explicar en todo este asunto la naturaleza de su recurso al Subprefecto, ya que no es para obtener su aprobación. Tampoco sabemos nada sobre la susceptibilidad de las autoridades civiles de este departamento. Sea de ello lo que fuere, el Padre no deja mucho margen para la esperanza de poder enviar Hermanos a esa parroquia que, de hecho, no figurará entre nuestras escuelas.

Sr. Párroco:
No nos queda ni un solo Hermano del que actualmente podamos disponer para su municipio. Las nuevas escuelas, que nos hemos visto obligados a abrir este año, y el aumento de personal en varias de las antiguas han puesto en activo a todos los Hermanos disponibles.
Tal vez fuera necesario tratar de obtener del Sr. Subprefecto algún aplazamiento, haciéndole ver sus preparativos para tener, lo más pronto posible, una escuela de los Hermanos. Advierta usted que, habiendo ya intervenido en este asunto el Sr. Subprefecto, no podríamos enviar ningún hermano sin tener su aprobación. Sería exponernos a ofender gravemente a la autoridad superior y, por lo mismo, dañar gravemente la obra de los Hermanos en la diócesis de Autun.
Soy, etc.,

Champagnat

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, pp. 163-164, n.° 208.