13 de junio de 2006 ESPAñA

Plaza San Marcelino Champagnat

Los maristas llegaron a Málaga en 1924. Varios centenares de hermanos se han dedicado ininterrumpidamente, durante estos ochenta y dos años, a los casi catorce mil alumnos que han pasado por las aulas del colegio. Seis de ellos sellaron con el martirio el testimonio de su fe en 1936, durante la guerra civil española.

Don Fernando Orellana, Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Málaga, resume la labor de los hermanos: «Muchos de sus exalumnos han ayudado a trasformar nuestra sociedad y nuestra ciudad haciéndola más justa, más solidaria, más fraterna. Entre los mismos hay tres de los cinco últimos alcaldes de Málaga, rectores de la Universidad, vicarios generales de la diócesis, prestigiosos profesionales y, sobre todo, multitud de honrados ciudadanos».

Han sido los antiguos alumnos malagueños quienes han promovido la iniciativa de dedicar una plaza al Padre Champagnat. En enero de 2005 iniciaron los trámites ante las autoridades locales. Tres meses más tarde, el alcalde (exalumno marista) firmó el decreto por el que se denominaba ?Plaza San Marcelino Champagnat? a un espacio urbano.

Se trata de un terreno totalmente reedificado, situado muy cerca del colegio y delimitado por algunos edificios oficiales. A mediados de mayo empezaron las obras. El resultado final ha sido una tranquila plaza ajardinada con arbustos, césped, palmeras y pequeños paseos. Unos bancos y asientos invitan al descanso del ciudadano.

En la tarde del día 2 de junio se procedió a inaugurar este nuevo recinto, que, en representación del señor obispo, fue bendecido por el vicario episcopal. Abrió el acto D. Fernando Orellana. Intervino también el señor alcalde y el H. Manuel Jorques, Provincial de la Provincia Mediterránea.

En el centro de la plaza se ha colocado un monumento al P. Champagnat. Consta de un monolito de mármol, cuya parte inferior aparece sin tallar, como símbolo de las dificultades que encontró Marcelino en su vida. La zona superior, pulida, refleja su madurez humana y espiritual y lleva inscrito su nombre, los años de su nacimiento y de su muerte y el símbolo de las tres violetas. Corona dicho monolito un busto del P. Champagnat, joven y lleno de vitalidad, esculpido en bronce. El coste económico ha sido sufragado, mediante suscripción abierta, por los antiguos alumnos.

Ellos quisieron ofrecer este monumento a su ciudad como homenaje al fundador de los maristas. El descubrimiento de la efigie de san Marcelino corrió a cargo de Antonio Zorita, que es el segundo hermano de más edad de la Congregación (101 años), y una niña de seis años del colegio malagueño.

En su intervención, el H. Manuel Jorques agradeció a la corporación municipal, en la persona de su alcalde, D. Francisco de la Torre, la rotulación de la nueva plaza, que interpretó como una muestra más del cariño que la ciudad de Málaga mantiene hacia los hermanos maristas.

A continuación, los varios centenares de asistentes se dirigieron al colegio. Allí participaron de una eucaristía en honor de San Marcelino que fue oficiada por D. Francisco González, vicario episcopal. Puso fin a esa tarde, entrañable y llena de emoción, una verbena en los patios a la que fueron invitados todos los miembros de la familia marista malagueña.

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