2 de enero de 2008 VATICANO

Por primera vez en la historia

El 17 de diciembre de 2007, por primera vez en la historia, el papa Benedicto XVI recibió a los miembros de la Congregación de los santos en pleno y a los postuladores presentes en Roma. En total, unas 150 personas.
El lugar del encuentro fue la Sala Clementina, en el recinto del Vaticano. Allí es donde el Papa suele tener sus audiencias con las personalidades religiosas y políticas.

La reunión era a las 12?00. Media hora antes ya estábamos todos esperando en la sala, sentados en sillas rojas, frente al lugar donde se iba a colocar el Papa. Mientras tanto dialogábamos entre nosotros con visible alegría, en medio de aquel salón renacentista acabado en el pontificado de Clemente VII, en 1597.

Con un largo aplauso recibimos al Papa mientras él nos saludaba con un aire algo tímido y ciertamente simpático. Se podía ver en él a un hombre despojado de toda pretensión, pero decidido en su forma de caminar, en su lectura y en su acogida.

El prefecto de la Congregación de los santos, cardenal José Saraiva Martins, le dirigió el saludo en nombre de la asamblea, recogiendo los propios pensamientos del Papa: «Los santos son como páginas del evangelio ante nuestros ojos», «toda la historia de la Iglesia es una larga historia de santidad, obra del amor cuya fuente es el mismo Dios», «los santos son como puertas por las que Dios viene a nosotros y nosotros vamos a él». Terminó el cardenal manifestando al Papa los buenos deseos para la Navidad y el nuevo año.

El Papa respondió destacando la importancia del trabajo que realizan los postuladores. «En las beatificaciones y canonizaciones, en efecto, la Iglesia da gracias a Dios por el don de sus hijos que han sabido responder generosamente a la gracia divina?y los presenta para imitación de todos los fieles que son llamados por el bautismo a la santidad en todos los estados de vida. Los santos, presentados en su dinamismo espiritual y su realidad histórica, contribuyen a hacer más creíble y más atrayente la palabra del evangelio y la misión de la Iglesia. El contacto con ellos abre el camino a una verdadera resurrección espiritual, a una conversión duradera, así como al florecimiento de nuevos santos? Los que se ocupan en los diversos papeles del proceso de las causas, están llamados a ponerse al servicio exclusivo de la verdad? Su trabajo debe ir caracterizado por la exactitud, inspirado por la rectitud e impregnado de una honestidad absoluta»

El Papa terminó expresando también sus buenos deseos de manera muy cordial. A continuación, después de posar para unas fotos rápidas, se retiró dejándonos como recuerdo un rosario a cada uno.

A la salida, el presidente de los postuladores entregó una carta del cardenal Bertone, Secretario de Estado, en la que agradecía, en nombre del Papa, el regalo de 40.000 ? que los postuladores le habían hecho con ocasión de la beatificación de 498 mártires en España. El Papa ha enviado esta suma de dinero a una diócesis pobre de Brasil.

H. Giovanni Maria Bigotto

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