Don José es entrevistado por el hermano Lluís Serra

31.08.2002

EL HERMANO JOSÉ BENITO ÁLVAREZ CUMPLE HOY 100 AÑOS

El hermano José Benito Álvarez González nació en Pimiango, Provincia de Oviedo, España. Cumple 100 años el 31 de agosto. Le llaman comúnmente Don José. Vive actualmente en Guadalajara, México, donde ha trabajado muchos años. Pertenece a la comunidad de la residencia provincial de México Occidental. Su edad, su temperamento y su fidelidad marista le convierten en una auténtica institución. Actualmente, tiene un sobrino marista, el hermano Juan Pérez, que se encuentra en Segovia, España.

¿Cuál es el mejor recuerdo de su familia?
La unión de todos. Éramos mis padres y mis ocho hermanos. Yo iba en penúltimo lugar. El benjamín, tres años más joven que yo, fue hermano marista y juntos tomamos el hábito marista en Pontós, (Girona, España).

¿Cómo llegó a conocer a los hermanos maristas?
Mi hermano, Eusebio Servando, ya estaba en Carrión de los Condes. Fui a verlo con mi papá, maestro nacional. Después de hablar con el hermano Filogonio, uno de los tres fundadores de la provincia de México, me convenció para quedarme. Ya no regresé con mi papá, con satisfacción para él a pesar de afectarle.

¿Qué le atrajo de los hermanos maristas?
Estar con mi hermano. La vida…

¿Qué pasó en la guerra civil española?
Viví en Lérida y Barcelona del 7 de octubre de 1936 al 1 marzo de 1939. Pasé un año en campos de trabajos forzados. Estuve preso en tres barcos del puerto de Barcelona, uno de ellos el Cabo San Antonio para que un barco francés nos recogiera. Nos agarraron como ratones. Ahí estaba el hermano Laurentino. Nos llevaron a la checa San Elías. Estuve 3 o 4 días, Éramos 102 maristas. Nos distribuyeron en dos salones. A mi me tocó en el salón de los 62. Los 40 del otro salón fueron fusilados en Moncada. Pasé a la cárcel modelo de Barcelona. Estuvimos 13 meses y nos condenaron a muerte. Tras una libertad y nuevas detenciones, el 1 de marzo quedé libre.

¿Qué hizo posteriormente?
Estuve en Pontós hasta 1941. Después fui a Cuba. Tres años en Camagüey como administrador. Luego fui a México, concretamente el 24 de diciembre de 1944. Ejercí de administrador. Di clase. Trabajé 16 años en la Editorial Progreso en México DF. Posteriormente, en Loma Bonita, Guadalajara, 28 años.

¿Qué admira de México?
Llevo viviendo 58 años en México. Intenté nacionalizarme, pero no pude. Admiro mucho la amabilidad del mejicano. Es muy cariñoso.

Si un joven le pregunta si vale la pena ser marista, ¿qué le responde?
Llevo 80 años siendo marista, ¿hace falta decirle algo más? En 80 años hay tiempo de pensar y la respuesta es clara.

¿Se arrepiente de algo?
La pena de no haber hecho más…

¿Qué representa la Virgen para usted?
Mi mamá del cielo. Aquí somos muy devotos de la Virgen de Guadalupe.

¿En qué consiste su trabajo ahora?
Hago el papel de hermano mayor. Ser modelo (espiritualidad, trabajo), dar el mejor ejemplo… Me encuentro muy bien acogido, tratado.

San Marcelino dijo que los hermanos ancianos son las columnas el Instituto
Los que tenemos esa edad estamos obligados en cumplir todo esto.

Su mayor alegría?
Alegrías en plural, Cada vez que hay nuevas profesiones… Representan una manera de renovar la mía.

¿Cómo interpreta el lema del último Capítulo general: ?Optamos por la vida??
Como la pervivencia del carisma de Champagnat.

¿Cómo ha vivido la beatificación y la canonización de Marcelino?
Con mucha alegría y satisfacción. Nos dice a todos que hay que renovar el fervor, el cumplimiento…

Cada vez hay más seglares entusiasmados con Marcelino Champagnat…
Se nota devoción por el espíritu de Marcelino. Para mí es un motivo de alegría.

En el Instituto Marista ha habido 12 Superiores generales ¿A cuántos ha conocido?
Ocho, desde el hermano Stratonique hasta el actual.

¿Qué es la oración para usted?
Como el alimento material. Me ayuda y sostiene. En la escuela de mi papá aprendí que ?la oración todo lo alcanza?. Nunca me he aburrido rezando, sino todo lo contrario.

¿Y la vida comunitaria?
Ha sido una gran alegría. Hoy en día la comunidad no es como antes. Por supuesto, hay muchas alegrías en vivir como hermanos.

¿Qué representa para usted ser el decano de México?
Agradecimiento al Señor y a nuestro santo Fundador que me hayan concedido estos años de vida. Y a seguir sin descansar en la vida marista hasta que Dios disponga otra cosa. Obligarme a ser más marista… hasta el último latido del corazón.
Por ahora puedo servirme por mí mismo y esto es una gracia muy especial porque en estas edades le tienen que ayudar en todo. Me encuentro relativamente bien.

Entrevista realizada en Guadalajara (Jalisco, México) el 21 de julio de 2002

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