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19/04/2007

Carta del H. Ramon Bereicua Basauri desde el Japón al H. Giovanni Bigotto, Postulador general

Una gracia obtenida por el hermano Francisco

Apreciado Hermano Bigotto:

Sé que estás a la espera de este relato que debería haberte enviado tiempo atrás. Yo me adelanto a darte algunos primeros detalles que vienen en una carta que recibí de la señora Cheryl Yamamoto. En ella encontrarás noticia de lo que le ocurrió a su hija Naomi Yamamoto que es una alumna de nuestra escuela.

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Estimado Hermano Ramón:

Siento haber tardado tanto en responder. He tratado de recoger toda la información posible antes de escribir. Sin más, ahí van los detalles.

Naomi había ido a clase como todos los días, y la esperábamos en casa al terminar la jornada en el colegio.

Durante el tiempo de clases se había quejado de dolor de cabeza. Al regresar tuvo que sentarse en el suelo de la estación diciendo que sufría de calambres en las piernas. Por la tarde notaba fuertes dolores en la espalda y ya no sentía las piernas ni las manos. La llevamos al servicio de urgencias de un hospital, pero allí no le encontraron nada de anormal. La niña se pasó toda la noche sufriendo de dolores en la espalda. La llevé a otro hospital, y allí tampoco le encontraron nada. El 19 de mayo de 2006 un médico de Hospital General de Osaka pensó cuál podía ser la causa del mal. En esos momentos Naomi no podía mover el cuerpo, ni las manos ni los pies. Estaba paralizada.. En el hospital le practicaron un MRI y se le diagnosticó una mielitis transversal, lo que es equivalente a un cáncer en la médula espinal, pero como los síntomas habían sido tan repentinos pudiera ser que se tratara de algo distinto a un cáncer. Se le aplicaron a la niña fuertes sedantes y esteroides y le recetaron un larga lista de fármacos. Los médicos dijeron que aunque quizá se encontrara algo mejor después de esta fase aguda, continuaría con la parálisis.

Yo recé y recé y muchos grupos de oración encomendaron a Naomi al Señor y se hicieron muchas novenas para obtener su curación.

Entonces fue cuando el Hermano Ramón me pidió que me uniera a él en una novena especial al Hermano Francisco pidiendo la curación de la niña. Yo hice aquella novena rogando por esta intención, así que creo que la oración es la causa de su salud actual.

Naomi lleva aún las cicatrices sobre la piel que cubre la columna vertebral y tiene todavía una cierta parálisis, muy ligera, pero acude a la escuela y lleva una vida prácticamente normal.

Yo quisiera que su curación sea reconocida como un milagro. Le pido, Hermano Ramón, que me indique lo que debo relatar para que se reconozca como una curación obtenida a través del Hermano Francisco.

Que Dios les bendiga a todos, a la vez que les manifiesto mi GRATITUD por las oraciones.

Sinceramente suyo en Cristo.

Sra. Cheryl Yamamoto.

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Apreciado Bigotto, para mí ésta es ciertamente una curación extraordinaria debida al Hermano Francisco. No sé si se trata de un milagro, pero el ver a la niña de nuevo en la escuela llevando una vida casi normal es para nosotros un signo de que el Hermano Francisco está dispuesto a traernos los favores del cielo.

Sigamos rezándole. Saludos a todos los del Eur.

Sinceramente tuyo en J.M.J.

H. Ramon Bereicua Basauri fms

Los nombres de nuestros Hermanos en el muro de los Justos

los justos de Francia entran en el Panteón

Sobre el frontispicio del Panteón está escrito en letras de piedra: «A los grandes hombres, la patria agradecida». Los Justos de Francia, que contribuyeron a la salvación de numerosos judíos en el peor momento de la noche de las conciencias, merecían este reconocimiento de la patria.

El 18 de enero, al descubrir una placa en la cripta del Panteón, el Presidente de la República les dio su legítimo lugar entre los grandes hombres de nuestro país. Este homenaje, subrayado con la visión de fotos y películas realizados por Agnès Varda, seguía, meses después de la inauguración del Muro de los justos, 14 de junio de 2006, al memorial de la Shoah (calle Geoffroy l’Asnier, 17, París 4°). En este muro están grabados los nombres de 2646 «Justos» de Francia que salvaron a judíos durante la segunda guerra mundial. Entre ellos leemos los nombres de nuestros Hermanos: André BAGNY (Hermano Louis), l’Arbresle; Hermano François ANGYAL, Budapest; Hermano Jean Baptiste BONETBELTZ, Budapest; Hermano Bernard CLERC, Budapest; Alexandre HEGEDUS (Hermano Joseph), Budapest; Hermano Albert PFLEGER, Budapest; Hermano Louis PRUCSER, Budapest; Ferdinand FISCHER, Budapest y Ladislas PINGICZER, Budapest. Estos nombres se encuentran también en el Jardín de los Justos, en Yad Vashem, Jerusalén.

Estas reseñas están extraídas de la placa «Francia honra a sus justos», que acaba de aparecer. El texto de dicha placa dice: «Bajo la capa del odio y la noche que cayó sobre Francia en los años de la ocupación, hubo luces, a millares, que se negaron a apagarse. Reconocidos como Justos por las naciones o envueltos en el silencio del anonimato, hombres y mujeres de todo origen y condición salvaron a personas judías de las persecuciones antisemitas y de los campos de exterminio. Haciendo frente a los riesgos que corrían, ello encarnaron el honor de Francia y sus valores de justicia, tolerancia y humanidad».

Simone Veil, cuya familia sobrellevó tanto sufrimiento, ha podido medir como nadie el coraje de aquéllos que se opusieron: «Los Justos no son hombres y mujeres que surgieron por azar, aun contando con que a veces bastó un encuentro, una circunstancia, para precipitar el destino. Lo que ellos tenían en común era esta parte de humanidad, esta parte misma de locura ante el peligro, que hace que nada se resista a la llamada del otro, ni el interés, ni el miedo, ni el egoísmo. Al albergar a niños en sus casas o en sus granjas, al abrir sus iglesias y sus conventos a familias enteras, al organizar fugas en los propios campos de exterminio, estos ciudadanos hicieron que se salvaran miles de judíos». 14 de junio de 2006.

El tsunami destruye una escuela

El tsunami en las Islas Salomón

El pasado 2 de abril, lunes, a las 7.40 (hora local), sobrevino un fuerte temblor de tierra en las Islas Salomón. Llevaba una fuerza de 8 grados en la escala Richter con el epicentro a 45 kilómetros de la isla de Gizo, al norte de las Islas Salomón.

A unos 25 kilómetros de brazo de mar, al noreste de Gizo, en Vanga Point lugar situado en la isla de Kolombangara, hay una comunidad marista que se dedica a la educación. [Ver foto]. Los Hermanos tienen allí un conjunto escolar que abarca la Escuela Profesional Rural de Santo Domingo, la Escuela de Magisterio de Vanga y la Escuela Primaria de San Marcelino, esta última abierta en 2006. En total son 260 personas, estudiantes, profesores y familias, y forman parte del Distrito de Melanesia.

El tsunami que se originó con el temblor de tierra hizo que el mar subiera cuatro metros de nivel. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas en la escuela. La barca de abastecimiento del centro educativo estaba en el mar en esos momentos y escapó a la destrucción. El punto de atraque de la escuela quedó enteramente inservible y también hubo daños en las instalaciones escolares. Posteriormente vinieron otros temblores, alguno con fuerza de 6’7 grados, que provocaron nuevos daños en los ya debilitados edificios y causaron mucha alarma en la población.

Teníamos la suerte de que una buena parte del grupo escolar está situada en terreno elevado, algo distanciado del litoral. Muchas aldeas de la región no fueron tan afortunadas. Cuando se levanta una aldea en un pequeño atolón tropical que apenas sobresale un poco por encima de las aguas, no hay terreno alto en el cual poder buscar refugio. Las últimas noticias que nos llegan hablan de 22 personas muertas y 5000 que han quedado sin hogar. Pero teniendo en cuenta que las comunicaciones en la región son muy deficientes, mucho nos tememos que esas cifras serán finalmente bastante más elevadas. El tsunami es ciertamente un gran desastre para un país con recursos tan limitados.

La Administración general, a través del BIS, se ha puesto en contacto con los Hermanos de Vanga Point para ver qué tipo de ayuda podemos enviarles.

En esta Semana Santa en la que acompañamos a Jesús en la cruz, nos unimos también a todas las personas que están sufriendo en las Islas Salomón.

Asamblea provincial «un corazón, una misión»

Provincia Europa Centro Oeste

El fin de semana del 23-25 de febrero pasado tuvimos el encuentro provincial de «Un Corazón, una Misión» en el monasterio de los benedictinos de Rixensart (Bélgica), Allí nos juntamos diecinueve hermanos y seglares, a saber, quince delegados de los grupos locales, más tres miembros del Consejo provincial y un traductor.

Durante algunos meses, en los 5 países que forman nuestra Provincia, ha habido alrededor de 120 personas distribuidas en 11 grupos locales que se han estado reuniendo para compartir su reflexión sobre la misión marista. El encuentro provincial permitió a los participantes compartir abiertamente las conclusiones y convicciones de cada uno de los grupos, a la vez que se hacían algunas recomendaciones de cara al futuro de la misión marista.

Los momentos de oración y convivencia, así como la acogida ofrecida por los religiosos nos ayudaron a sentirnos a gusto viviendo la experiencia gozosa de formar parte de una misma familia.

Todos comentaban que el trabajo de la fase local había sido muy enriquecedor para ellos. Muchos habían quedado impresionados de la amplitud de la misión marista en el mundo, y sobre todo se sentían maravillados por la actualidad del carisma de Marcelino Champagnat.

Durante esta asamblea pudimos comprobar la diversidad de expresiones de la misión en torno a los jóvenes: el contexto escolar o parroquial, el de los antiguos alumnos y las fraternidades maristas, los internados, el acompañamiento de jóvenes en situación de riesgo, la animación de retiros. Siempre se subrayaba la necesidad de una presencia de personas adultas atentas a suscitar vida y a abrir a los jóvenes nuevos caminos. La fe de Marcelino en Dios y su confianza en María aparecen como fundamentos sobre los cuales estamos llamados a «construir una casa» para todos los jóvenes, un espacio donde ellos puedan encontrar su lugar.

La asociación de hermanos y seglares, unidos en la misión, fue destacada como un desafío importante, así como una riqueza que hay que promover a todos los niveles. Eso supone un nuevo tipo de relaciones donde cada uno da y recibe, donde se vive una verdadera corresponsabilidad.

Sentimos la urgencia de ofrecer el carisma de Champagnat a todos los agentes de la misión marista, en particular a los jóvenes profesores que trabajan en las escuelas en las que estamos presentes, a los miembros de las fraternidades y a los padres de los alumnos. Se vio la necesidad de diseñar planes de formación para compartir nuestra riqueza.

A la vez que somos sensibles a las necesidades de los países en vías de desarrollo y apoyamos el proyecto ad gentes de Asia, seguimos convencidos de la necesidad de los «maristas» en Europa donde el desamparo de los jóvenes se manifiesta en el vacío espiritual y afectivo. Pero al mismo tiempo la educación de los jóvenes en la solidaridad y la justicia se revela como un valor que hay que estimular, como un puente que hay que construir entre nuestros paises prósperos y los países que se están desarrollando. En esto también todos tienen algo que dar y recibir.

Esos son algunos de los temas que se abordaron, con mucho entusiasmo por parte de los asistentes. Al final del encuentro nos separamos llenos de gratitud por el clima fraterno que allí se vivió y los ánimos recibidos para continuar en la misión con impulso redoblado. Ahora esperamos el encuentro europeo que se tendrá en España en julio próximo, antes de la Asamblea Internacional de Brasil que se celebrará en septiembre y donde se darán cita los delegados de todo el mundo marista.

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