26 de julio de 2016 FRANCIA

Se congregan 1.000 personas en el 200 aniversario de la Promesa de Fourvière

Homilia John Hannan, SM – English | Français

En Lyon, unas mil personas se reunieron el 23 de julio para participar en la celebración eucarística que conmemoraba los 200 años del compromiso de los primeros maristas con la fundación de la Sociedad de María.

La Misa, celebrada en la Basílica de Fourvière, fue presidida por el Superior general de los Padres Maristas, Padre John Hannan y concelebrada por el obispo Patrick Le Gal, obispo auxiliar de la diócesis.

Los miembros de las cuatro Ramas maristas – más de 70 Hermanos, unos 50 Padres, varias Hermanas y Hermanas misioneras – participaron, así como más de 400 jóvenes que acababan de clausurar los seis días del Encuentro Internacional de Jóvenes Maristas.

Los participantes lucían la pañoleta azul con las palabras “200 años y siempre una promesa”, que se les había entregado al entrar en la Basílica. Como ésta estaba completamente llena, algunos tuvieron que asistir a la misa desde la cripta de la Basílica.

El Hermano marista Toni Torrelles interpretó la canción del bicentenario titulada “Renouvellement de la promesse” y los Superiores generales de las cuatro ramas dieron la bienvenida a los participantes en español, inglés, portugués y francés.

“Nos sentimos todos unidos en la fe y solidarios en el cumplimiento de la misión y nos sentimos así gracias al Señor”, manifestó el Padre John en la homilía. “Esta promesa fue un importante impulso en el inicio de nuestra Sociedad de María y pedimos que también hoy nos infunda valor”. “Quienes hicieron la promesa de Fourvière se hacían siempre la pregunta: ¿Por qué no? ya que tenían una fe muy profunda con la que pudieron mover montañas”.

El Padre John subrayó que “hoy estamos llamados a traducir esa misma fe en acción y, también, estamos llamados a soñar”.

Luego se refirió a la lectura del evangelio, las bodas de Caná, como primer signo público de Jesús, añadiendo que “ese milagro tenía un profundo significado en la vida de Jesús, mucho más profundo de lo que somos conscientes”. “Para las personas significa tener vida y tenerla en abundancia”, comentó el Padre John.

Señaló que necesitamos dejarnos moldear por María y que es necesario “llevar a la práctica la Promesa de Fourvière” añadiendo que las palabras de María en Cana fueron “haced lo que él dice”.

Se invitó en ese momento a los participantes a renovar la promesa a María con el texto “consagración marista para el 2016”. Esta consagración incluía la promesa de “aportar lo mejor de nosotros mismos; optar por dar continuidad a la misión de María; ser portadores de misericordia, vida y esperanza; construir una iglesia amistosa, abierta y fiel al Evangelio; aceptar de antemano las dificultades y pruebas; tener plena confianza en Dios y en María”.

Antes de iniciar el ofertorio, varios voluntarios presentaron un gran sol y la letra “M” como adornos, símbolos del Encuentro Internacional de Jóvenes Maristas que colocaron junto al altar.

En representación del cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, que ya se había trasladado a Cracovia para la Jornada Mundial de la Juventud, se leyó al final de la misa su mensaje a los participantes. 

Saludó y presentó un homenaje a “todos los que siguen el sueño hoy” y a los que confían en María declaró que unidos con todos los maristas, “agradecía a Dios por la Promesa de Fourvière”.

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