Termina el curso de formación permanente “Mirar más allá”
El 22 de julio terminó, en Manziana, el curso de formación permanente “Mirar Más Allá”, dirigido a Hermanos que finalizan una etapa de su vida en determinados apostolados (escolares, académicos u otros) y entran a la etapa de retiro; y también para aquellos que miran al futuro buscando estar presentes y ser maristas en nuevos campos de misión, según sus posibilidades y edad. Han participado 18 hermanos, desde el 11 de junio, acompañados por el Equipo de formación permanente del Instituto, formado por los hermanos Xavi Barceló, Michael Sexton y Ataíde José de Lima.
El H. Héctor Dessavre, en nombre de los participantes, comparte unas notas sobre la conclusión del curso.
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“El tren ha llegado a una estación”. Luego de 6 semanas de hacer un viaje juntos a través de nuestras historias personales, descubriendo la belleza de la obra de Dios en la vida de cada uno de nosotros, y compartiendo el gozo de sentirnos amados y enviados por Él; 18 hermanos venidos de los 5 continentes del planeta, hemos concluido esta aventura y ahora nuevas e inesperadas sorpresas maristas nos aguardan.
Acompañados por los hermanos Michael, Xavi y Ataide, nos adentramos en la contemplación de nuestras personas que, cronológicamente, se acercan al momento del retiro oficial, pero, en nuestro espíritu, experimentamos el impulso renovado y lleno de sentido del llamado y consagración marista que nos indican nuevas e importantes formas de realizar el trabajo por el Reino al estilo marista.
Miramos más allá y renovamos nuestra misión como hermanos maristas, con una presencia entre la juventud, rica en sabiduría, experiencia y gracia. Nuestro ser hermanos maristas cobra profundidad e impulso desde el interior; nuestro ser, más allá de la cantidad de nuestro hacer, es la lámpara puesta en lo alto que ilumina y ayuda a otros y otras a recorrer su propio camino.
Alentados por la profunda experiencia de la misericordia que Dios ha tenido con cada uno de nosotros, queremos arrancar, para ir a “nuestras propias estaciones”, y proclamar lo bueno que el Señor ha sido y lo bueno que es, siempre.
Con María, cantamos nuestro propio magníficat, con la seguridad de que, también muchas y muchos, particularmente jóvenes, podrán saltar de gozo, porque Él hace maravillas.
Gracias a nuestras provincias, gracias a nuestra Congregación Marista, por permitirnos este rico espacio. Agradecemos con el corazón a Memo Rodríguez, cuya presencia y trabajo de traducción ha ido mucho más allá de una simple responsabilidad laboral.