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En enero de 2001 se abrió una comunidad nueva, de estilo diferente, en Lower Hutt, localidad cercana a Wellington, capital de Nueva Zelanda. Era una comunidad de jóvenes adultos, compuesta por Hermanos y jóvenes de ambos sexos. La comunidad recibió el nombre de The Grove (El Soto), porque estaba en el número 2 de Damian Grove, y a los jóvenes adultos les gusta poner nombres a las cosas (coches, casas, muñecas, además de usar seudónimos entre ellos). Dos Hermanos fueron invitados a fundar esta obra que llamamos Pastoral de Jóvenes Adultos Maristas (MYAM).
El número de miembros ha ido cambiando durante los seis años que lleva funcionando, pero parece que el mejor reparto es tener 2 Hermanos, 2 hombres jóvenes y 3 mujeres, porque favorece el equilibrio de género.
Los objetivos de esta comunidad están bien claros:
? Proporcionar a los jóvenes adultos una experiencia de vida comunitaria cristiana.
? Fundamentar los elementos espirituales de la comunidad en el evangelio y los valores maristas, y mostrar cómo pueden reflejarse en la vida cotidiana.
? Alentar a los jóvenes adultos a comprometerse en algún tipo de solidaridad, preferentemente entre los jóvenes desfavorecidos, al propio tiempo que siguen sus estudios o su trabajo.
? Ofrecer el centro a la hospitalidad y acogida de otros jóvenes adultos.
? Fomentar el acercamiento a jóvenes adultos que se han distanciado de la iglesia institucional, pero siguen teniendo aspiraciones y necesidades espirituales.
? Desarrollar una espiritualidad que sea efectivamente apostólica e inmersa en el mundo de hoy.
? Impulsar el carisma de San Marcelino en las vidas de los miembros de la comunidad.
La comunidad se ha hecho muy conocida en los círculos juveniles, tanto de Lower Hutt como de Wellington. Sus miembros toman parte en actividades para jóvenes adultos, tales como la misa mensual, reflexiones religiosas, retiros, encuentros de universitarios, y convivencias en El Soto.
Hay un boletín trimestral, ?MYAM Notes?, que se manda a jóvenes adultos de toda Nueva Zelanda, y a los colegios de ideario marista, parroquias, delegaciones juveniles diocesanas y adultos interesados.
También se escribe un mensaje por correo semanal, ?MYAM-email?, que se manda a unos 200 jóvenes adultos y Hermanos, así como a otros adultos que manifiestan interés.
El tiempo nos ha demostrado que es difícil organizar acciones solidarias que abarquen a la comunidad entera. Algunos miembros han mantenido un compromiso regular de periodicidad mensual con grupos del tipo de El Arca. Otros han prestado ayuda a ancianos en sus domicilios. Se ha explorado la posibilidad de acompañar pastoralmente una escuela marista cercana y sacar de allí un grupo, y aunque el proyecto estuvo a punto de hacerse realidad, de momento no ha pasado de ser una buena idea. Resulta difícil hacer coincidir las agendas cuando se siguen estudios oficiales o se tiene un empleo formal. Pero donde existe el deseo se encuentran caminos, y quizá en 2007 veamos surgir una comunidad Champagnat.
Los jóvenes adultos permanecen en El Soto un año y luego se van. Pagan una renta semanal, asumen sus turnos de cocina y preparan la oración vespertina, ayudan en las tareas domésticas y en el mantenimiento del terreno. Cuando llega la hora de marchar llevan dentro las señas de identificación marista y ostentan con orgullo el título de ?Grovite? (sotero), indicando que han vivido la experiencia de The Grove (El Soto)