23 de agosto de 2019 CAMBOYA

Voluntariado marista internacional

Kimberly A. Camiring, es una voluntaria marista filipina, de la provincia East Asia. Ella estuvo en Pailín, Camboya, del 20 de abril al 21 de mayo, trabajando en el programa "Integrando las artes visuales en la enseñanza del idioma inglés".

Kimberly forma parte del programa de Voluntarios Maristas de la Provincia de East Asia, que trabaja en coordinación con el departamento de Colaboración para la Misión Internacional (Cmi) de la Administración General.

Los Hermanos Maristas están presentes en Camboya (Distrito Asia) desde 1995. La misión de los Maristas en esta zona responde a la necesidad de trabajar por los niños y jóvenes más necesitados y vulnerables.

Transcribimos, a continuación, el testimonio escrito por Kimberly, donde nos cuenta su experiencia en Camboya.

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 “Lo que hicimos en Pailín nos abrió los ojos para ver las cosas desde diferentes perspectivas y para ver a Jesús en los ojos de cada niño que pudimos enseñar. Toda la experiencia fue como una montaña rusa. Durante nuestra estadía de un mes aquí, pudimos sentir diferentes emociones.

Desde el primer momento en que pisamos Pailín, pudimos sentir el espíritu familiar abrazándonos. Los Hermanos (Francis, Max, Ricardo y Pierre), el personal y los niños del centro nos recibieron con una cálida bienvenida e hicieron que nuestra estancia aquí fuera memorable. Nos ayudaron de todas las formas posibles y nos proporcionaron todo lo que necesitábamos. Nos ofrecieron su amistad sincera y camaradería, algo de lo que le estaremos siempre agradecidos.

Quizá al principio nos resultó algo difícil aplicar el programa porque la idea que teníamos en mente resultó ser bastante diferente de la situación real, pero fue algo bueno porque nos enseñó a encontrar siempre soluciones a cada problema. Comenzamos a enseñar inglés en el centro, de 8 am a 7 pm, con solo un horario de descanso, tanto para el recreo como para el almuerzo. Y trabajábamos con diferentes grupos de alumnos y edades.

También íbamos a un pueblo cercano el sábado, y allí, enseñábamos inglés a los niños. Era muy agotador, teníamos que adaptarnos a casi todo: la cultura, el idioma y las personas que conocíamos. Pero a medida que pasaba el tiempo, comenzamos a sentirnos como en casa, y nos sentíamos a gusto con todos en el centro. Junto con nuestro mentor, el Dr. Noemí Silva, pudimos enseñar inglés a los estudiantes en el centro e introducir diferentes actividades artísticas y físicas. Enseñar a los niños y ver sus sonrisas genuinas me inspiró y motivó a dar más de mí. Esto era algo valioso.

Por supuesto, poder recorrer Camboya es solo una ventaja. Pudimos visitar el magnífico Angkor Wat y pasear por Phnom Pehn disfrutando de la comida local. Quizá el tiempo fue muy corto, pero fue agradable. Les estaremos eternamente agradecidos por la oportunidad que nos brindaron y siempre estaremos orgullosos de ser Voluntarios Maristas. Toda mi estadía en Pailín me hizo sentir VOLUNESIA (palabra filipina), que es un momento en el que te olvidas de que estás siendo voluntario para ayudar a cambiar vidas, porque ésta está cambiando la tuya. Y sin lugar a duda, ésta cambió la mía.

Todavía estoy esperando futuras actividades de voluntariado y poder usar la vida que me ha dado Dios al servicio de otras personas en todos los ámbitos de la vida. ¡MabuhayVoluntarios Maristas!

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¿Has pensado alguna vez – como Hermano, laico, joven, estudiante, o exestudiante – en ser un voluntario marista? contacta el coordinador provincial de voluntariado de tu Provincia o el  Departamento Cmi (Colaboración para la Misión Internacional) – [email protected]

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