30 de julio: Día Internacional de la Amistad
El Día Internacional de la Amistad es un día dedicado a promover la amistad y fomentar la paz entre las diferentes comunidades y personas de todo el mundo. Fue establecida en el 2011 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) con la convicción de que la amistad entre países y pueblos puede inspirar esfuerzos de paz y construir puentes entre comunidades. Los gobiernos y los grupos de la sociedad civil conmemoran este día de varias maneras, incluida la organización de eventos públicos, actividades de servicio comunitario, iniciativas educativas, y campañas por el día de la amistad para promover la buena voluntad entre individuos y grupos.
Las relaciones positivas hacen que las personas se sientan conectadas, apoyadas, felices y satisfechas con sus vidas. Convencidos de esto, el tercer llamado del XXII Capítulo General de los Hermanos Maristas destaca la importancia de tender puentes e invita a todos los maristas de Champagnat a trabajar en red para crear una Familia Marista Global. En su encíclica ‘Fratelli tutti‘, el Papa Francisco enfatiza la importancia de construir puentes en lugar de muros. Hace un llamado a una cultura de encuentro y diálogo, animando a las personas a unirse, entenderse y superar las barreras tanto físicas como metafóricas. El Papa reconoce que construir puentes requiere voluntad para escuchar, comprender y respetar las diferencias de los demás, y trabajar para lograr objetivos comunes. Subraya que todos estamos llamados a ser vecinos y promover la solidaridad y la amistad. Exhorta a todos a imitar al Buen Samaritano que demuestra amistad social y revela que la relación interhumana se antepone a las diferencias de convicciones, teologías y clases sociales.
Filósofos como Aristóteles y Tomás de Aquino escribieron extensamente sobre la naturaleza de la amistad y enfatizaron su importancia para el crecimiento moral y personal, considerando que la verdadera amistad requiere virtud, sinceridad y desinterés, y que es una fuente de felicidad y realización en la vida. En este sentido, la Iglesia Católica cree que la amistad es un aspecto importante de la vida humana y anima a todos a cultivar la virtud de la afabilidad para fomentar amistades sanas y significativas. Ella enseña que la amistad debe basarse en el amor y el servicio, la vida virtuosa, la vida espiritual compartida, la coherencia y la lealtad, la edificación emocional y espiritual mutua y el servicio a los demás. Por lo tanto, la Iglesia anima a los amigos a estar al servicio no solo los unos a los otros, sino también a la comunidad en general para reflejar el amor y la compasión de Dios en sus acciones. La amistad es un regalo de Dios que debe ser nutrido y valorado. Es un medio para acercarse más a Él y a los demás, fomentando la unidad y brindando apoyo mutuo en el camino de la fe.
De manera similar, San Marcelino Champagnat creía que la amistad jugaba un papel crucial en la educación de los jóvenes como personas integras, inculcándoles valores morales, que les permitieran convertirse en miembros responsables de la sociedad. Por esta razón, instó a los Hermanos a establecer amistades genuinas y enriquecedoras con los estudiantes, como un medio para generar confianza y crear un entorno de apoyo para el aprendizaje y el crecimiento. También los alentó a cultivar relaciones compasivas con sus alumnos, tratándolos con amabilidad, respeto y comprensión. Champagnat creía que un educador podía tener un impacto positivo en los estudiantes a través de conexiones personales. Para él, la amistad no era simplemente un conocimiento casual, sino un vínculo más profundo basado en el amor y el compromiso. Por lo tanto, él se veía como un amigo y mentor de los estudiantes a los que enseñaba, mostrándoles cuidado y orientación durante todo su trayecto educativo.
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H. Francis Lukong – Secretariado de Solidaridad