Año Fourvière – Julio 2015 – Julio 2016

Bicentenario del Instituto – 2017

El 23 de julio de 1816, al día siguiente de su ordenación, un grupo de jóvenes sacerdotes, llenos de ilusión, se encamina hacia el Santuario de Fourvière, en Lyon. 

 A los pies de Nuestra Señora, en la capilla pequeña que tengo detrás, hacen su promesa de constituir la Sociedad de María. 

En 2016 celebraremos los 200 años de esa promesa. Por eso, el segundo año, desde julio 2015 hasta julio 2016, nos presidirá el icono de Fourvière. 

Desde el inicio, los primeros maristas imaginan la Sociedad de María como un gran árbol con diferentes ramas: religiosos sacerdotes, religiosos hermanos, religiosas y laicos. 

El proyecto no obtuvo el reconocimiento eclesial en aquel entonces; quizás la coyuntura histórica no era la adecuada. 

Hoy día, las circunstancias son muy distintas. Reconocemos con agradecimiento que el Espíritu Santo ha hecho florecer entre nosotros la vocación laical marista. Miles de laicos y laicas de todo el mundo se sienten llamados a vivir el evangelio a la manera de María, según la tradición del P. Champagnat y de los primeros hermanos. 

Los orígenes de la Sociedad de María nos recuerdan que religiosos y laicos estamos asociados para la misión, y llamados a ofrecer el rostro mariano de la Iglesia, con nuestra manera peculiar de ser y de construir Iglesia. 

Nuestro último Capítulo general nos invitaba a una nueva relación entre hermanos y laicos, para servir mejor a la apasionante misión que la Iglesia nos confía. 

El mismo Capítulo decía: Contemplamos nuestro futuro marista como una comunión de personas en el carisma de Champagnat. Permanecemos, pues, abiertos a la creatividad del Espíritu Santo, que nos puede llevar, quizás, por caminos totalmente insospechados.