7 de abril de 2020 CASA GENERAL

La Casa general en tiempos de coronavirus

Muchos, en el mundo marista, se preguntan cómo viven actualmente los Hermanos en la Casa General, en estos tiempos de COVID-19… ¿Todos encerrados en casa? ¿Todos en cuarentena?

Respondemos a estas dos preguntas, pero con cierta particularidad… dado que, si no estuviéramos en medio de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, estaríamos viviendo prácticamente de la misma manera. Es evidente, que la vida no es la misma, porque tomamos algunas precauciones, principalmente la “distancia social”. Somos más cautelosos si alguien tiene algunos síntomas de fiebre. Pues, como todos, sabemos que en esta situación, la sensibilidad personal, el control biofísico de la propia salud, y cuando los síntomas se acentúan, “se siente” y “se nota” pequeños cambios en un periodo… que durante el tiempo normal no se perciben.

Dicho esto, cada tres días solemos celebrar una reunión para ver cómo evoluciona la situación, para adaptarnos a la evolución de las decisiones tomadas por el Gobierno y para proporcionar orientación y posibles respuestas. Mientras tanto, todos los empleados están en cuarentena desde el 11 de marzo y trabajan desde sus casas, de modo que el segundo piso está prácticamente vacío. Solo viene a trabajar el personal de limpieza, con un horario controlado. Por otra parte, el coordinador de todas las actividades, Luca Piagnerelli, y el gerente administrativo, Giovanni Sebastio, están en la casa con nosotros, de lunes a sábado.

Todos los hermanos de la Comunidad están presentes, a excepción del hermano Carlos Alberto Rojas, quien viajó a Brasil unos días antes del bloqueo. Toda la Comunidad del Consejo General también está presente, y asimismo, el Hermano Canisio Willrich, Superior del Distrito de Asia, y el Hermano Juan Miguel Anaya, consultor de derecho canónico para la Administración general de la Provincia Mediterránea, ambos se quedaron con nosotros, tras la reunión de los Provinciales.

En otras palabras, estamos viviendo en un “tiempo suspendido”, con todas las actividades posibles. Hay mucho trabajo por hacer y no se ha suspendido de ninguna manera.

Los Hermanos responsables de los diferentes Secretariados y Departamentos están en contacto constante con las realidades de las cuales son responsables. Pese a los viajes, que fueron cancelados, el compromiso es permanente, con la reorganización de los cursos y reuniones programadas y pospuestas. El Consejo General está en contacto constante con todas las realidades del Instituto.

Se trabaja bastante a través de videoconferencias. Encontrar el momento adecuado para estas reuniones es uno de los desafíos técnicos. No es fácil “reunir” a personas de continentes diametralmente opuestos.

También ha aumentado de forma notable el trabajo manual. Un grupo activo de hermanos de la comunidad pasa las tardes y, algunas veces, las mañanas limpiando el parque de nuestra Casa general. Y se puede notar la limpieza, el nuevo aspecto de todo el entorno. Y a menudo, después del trabajo, la casita en el bosque es el lugar de la comunidad para la relajación “deliciosa”.

Cabe mencionar, además de todo esto, que el H. Teófilo Minga estuvo hospitalizado para una operación pulmonar. Todo salió bien y dentro de algunos días volverá a la comunidad.

Entonces, ¿está todo bien? Todo está bien, aunque no podemos asegurarlo. Y quizá este sea el nuevo gran desafío al que todos estamos llamados: no estamos seguros, pero tenemos la Providencia. Y es por esto que se nos da un tiempo privilegiado que es la Semana Santa, en la cual entramos con el Domingo de Ramos.

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H. Antonio Sancamillo – Superior de la Comunidad de la Administración General

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H. Luis Carlos Gutiérrez, Vicario general: "...

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