Consejo general ampliado – 2

Miércoles 17 de noviembre.
La jornada se inicia con la misa. Está presente todo el Consejo General (7 miembros), el Consejo Provincial del Canadá (7) y el de Estados Unidos (8); total 22 personas. También participan algunos hermanos que echan una mano para la buena marcha del encuentro. Entre estos se encuentran los traductores, sin lugar a duda los más importantes, dado que se habla francés e inglés, y no todos lo entienden.
En la reunión inicial, el Hermano Seán, Superior General, dirigió un saludo a los presentes recordando que, en otras regiones del instituto, ya ha sido experimentada una dinámica parecida y que ha resultado muy positiva. Subraya que el objetivo del encuentro no es el de realizar un análisis simple de las situaciones problemáticas presentes en las Provincias, sino la de ampliar la visión que se tiene sobre el Instituto y abrir el corazón para suscitar dinamismos y esperanza con los que afrontar el futuro.
Siguió una breve presentación por parte de cada participante. La ayuda de la traducción simultánea permitió comprender lo que el hermano comunicaba, y ayudó a descubrir la labor que está realizando el Espíritu en la vida de cada uno de los Hermanos a pesar de la diversidad de experiencias e itinerarios formativos.
<90b.jpg alt=Consejo general ampliado, Maryknoll, Nueva York - América del Norte hspace=5 vspace=5 align=right>Se entró después en el meollo del tema. Los Hermanos del Consejo General, al final de la visita a las Provincias, habían redactado una evaluación que compartieron con todo el Consejo. En ese momento se entregó a los presentes. Primeramente, se dejó un tiempo para que cada uno pudiera leer la síntesis personalmente. Después de este momento de reflexión personal, se continuó en pequeños grupos. Cada Consejo Provincial prestó atención a lo que se le comunicaba y, a la vez, evaluaba el análisis y las orientaciones propuestas. Fue un momento importante de escucha y confrontación. Hubo preguntas, aclaración sobre algunas afirmaciones de dudosa interpretación, y, en otros casos, se proporcionó información adicional. Por eso, el tercer momento del día se reservó al debate. Los Hermanos del Consejo General se pusieron a disposición de los Consejos respectivos para aclarar cualquier duda que hubiera surgido en el grupo. El intercambio fue realmente sereno y constructivo, muy diferente de lo que hemos visto recientemente en la televisión.
Y después de una jornada de muy intenso trabajo nos reunimos para dar gracias al Señor y a nuestra Buena Madre por el trabajo desarrollado, y también para charlar, comer unas patatas fritas y beber la típica Coca Cola.