22 de agosto de 2022 CASA GENERAL

Día internacional del recuerdo de la trata de esclavos y su abolición

La esclavitud es una situación en la que un ser humano es considerado propiedad de otra persona. Esta situación ha existido desde la antigüedad. El comercio de esclavos implicaba la captura, venta y compra de personas. El mayor número de personas capturadas en el periodo comprendido entre el siglo I y mediados del siglo XX procedía del África Subsahariana.

El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición se celebra cada año el 23 de agosto para seguir combatiendo las causas profundas de la esclavitud. Este día fue elegido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para conmemorar el primer levantamiento contra la trata de esclavos que tuvo lugar en la noche del 22 al 23 de agosto de 1791 en Haití.

El comercio de esclavos a través del desierto del Sahara, el Mar Rojo y el Océano Índico comenzó en el siglo VII. Desde entonces hasta su abolición, más de 6 millones de esclavos fueron enviados desde el África subsahariana al norte de África, Oriente Medio y la India. Del mismo modo, el comercio transatlántico de esclavos entre el siglo XV y mediados del XIX transportó aproximadamente 12,8 millones de esclavos de África a América. Esta cifra no incluye los 4 millones de africanos que se calcula que murieron durante las incursiones y el transporte o en los campos de saqueo del Caribe. Aunque el gobierno británico había prohibido el comercio de esclavos en sus colonias en 1807, la esclavitud persistió hasta su abolición definitiva en 1838.

Hoy en día, la esclavitud continúa de muchas maneras. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna. Mediante la violencia física y psicológica, las personas son obligadas a prestar servicios. La esclavitud adopta muchas formas, como la esclavitud por deudas, el trabajo infantil, el secuestro para pedir rescate, las formas serviles de matrimonio y la utilización de niños en conflictos armados. La forma más común de esclavitud moderna es la trata de personas. Se trata del uso de la violencia, las amenazas o la coacción para transportar, reclutar o acoger a personas con el fin de explotarlas para fines como la prostitución forzada, la servidumbre doméstica, los trabajos forzados, la coacción, el matrimonio forzado o la extracción de órganos.

La Iglesia católica condena la esclavitud moderna e invita a todos, incluidas las organizaciones, a trabajar duro para eliminarla. El Papa Francisco ha afirmado que la esclavitud, en todas sus formas, es mala porque ningún ser humano es propiedad de otro. Por ello, condena la trata de seres humanos y las empresas que los esclavizan. Exhorta continuamente a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a combatir los crímenes contra la humanidad. En su mensaje general sobre la trata de personas, identificó sus causas fundamentales como económicas, medioambientales, éticas y políticas, y pidió que se actuara contra ella lanzando una Red Mundial de Libertad Interconfesional en 2014 para erradicar la esclavitud moderna.

Respondiendo al llamado del Papa Francisco de ir a las periferias, los hermanos maristas, en solidaridad con otras congregaciones religiosas, seguimos intensificando nuestro compromiso con la misión de evangelización y educación, atendiendo situaciones de emergencia, abogando por los derechos de los niños y asistiendo a los migrantes y refugiados para defender su dignidad. Como Maristas de Champagnat, seguimos concienciando sobre la esclavitud moderna, combatiendo la trata de personas, buscando justicia para las víctimas y esforzándonos por ser la voz de los que no la tienen.


H. Francis – Secretariado de Solidaridad

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