6 de noviembre de 2010 JAPóN

Dos maristas en el Japón

El hermano Ramón Bereicua, residente en Kobe, en una carta dirigida a un hermano amigo, traza algunas pinceladas de su vida como marista en Japón. El acontecimiento que le ha llenado de alegría ha sido un encuentro con antiguos alumnos salidos de las aulas del colegio de Kobe. ?El pasado 10 del 10 de 2010, tuvimos una gran reunión familiar marista de unos 190 antiguos alumnos maristas de Kobe, procedentes del Japón y de diferentes zonas del mundo: USA, Canadá, Europa, Oriente Medio, Asia? hasta de Nueva Zelanda. Junto con sus esposas y amigos unos 250 se presentaron en el club de Kobe para una fraternal cena?. Hasta aquí el hecho. Los hermanos maristas llegaron a Japón en 1951 procedentes de China. Los hermanos Louis-Charles y Léon-Stéphane, que fueron los fundadores, partieron de Hong-Kong el 21 de julio de 1951 y se dirigieron a Kobe. Los hermanos de China se ingeniaron para establecerse en tierras nuevas. La obra de Japón pertenece hoy a la Provincia de Estados Unidos.La segunda parte de la carta del hermano Ramón hace referencia a los frutos de la obra marista de Kobe: ?Me pidieron que les dirigiera la palabra y también que bendijera la mesa. Un fenomenal encuentro de fraternidad y de intensa alabanza a la ?hermandad marista. ¡Increíble! Entre ellos había algunos católicos, protestantes, ortodoxos pero mayoritariamente eran budistas, sintoístas, hindúes, jains, sihks, mahometanos? que nos agradecían por haberles preparado para la vida en todos sus aspectos con tanto sentido de fraternidad y respeto mutuo. El día anterior un nutrido grupo de ellos visitó el cementerio marista de Kobe para depositar un ramillete de flores en la tumba de los hermanos? ¡Esto sí que nos mantiene en la esperanza!?Como en tantos lugares del mundo la mies sigue siendo abundante y los obreros pocos y ya cargados de años y de méritos por haber cultivado el campo del padre hasta la última hora. ?De vez en cuando arreglo el histórico cementerio de los hermanos en Kobe en donde se hallan los restos mortales de cinco hermanos, incluidos los fundadores, procedentes de China, y hasta los de un Consejero general?, comenta el hermano Ramón.El encuentro con antiguos alumnos de tan variadas procedencias mantiene a los hermanos de Japón abiertos a la esperanza y aguardando la hora de entregar el testigo a algún candidato de la misión ad gentes. ?No quedamos más que dos maristas en el Japón y ambos bastante avanzados en edad. ¿Cuándo llegarán los refuerzos??

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Una gran nube de testigos...

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