El carisma de Champagnat como estilo de vida
Apenas el H. Charles Howard puso en marcha, a principio de los años noventa, el Movimiento Champagnat de la Familia Marista empezaron a constituirse fraternidades en la Provincia Mediterránea, en concreto, en la zona de Levante. En la parte de Bética el ritmo de implantación fue más lento, iniciándose tras la canonización del P. Champagnat.
En estos momentos funcionan en el sector español de la Provincia más de veinte fraternidades. Cada una tiene su propia dinámica. Mientras que unas ya están consolidadas, otras se encuentran en proceso de formación o perfilando sus estructuras. Se puede decir que en la mayoría de los lugares donde hay presencia marista existe una o, incluso, varias fraternidades. El número total de miembros, alrededor de 230, supera al de hermanos de este sector de la Provincia Mediterránea.
Entre los componentes de las distintas fraternidades abundan los matrimonios, aunque hay también núcleos individuales, como profesores, antiguos alumnos, jóvenes procedentes de los grupos de pastoral, antiguos catequistas de primera comunión, etc.
El proceso de formación suele ser riguroso. Se tienen en cuenta los aspectos antropológico, cristiano y marista. Conocer la espiritualidad de Marcelino es un objetivo establecido en todos los casos. Asimismo, se profundiza en temas bíblicos, teológicos y se analizan documentos maristas. Además, sus componentes participan de talleres de espiritualidad y de los encuentros denominados ?Marcelino . Y seguido?. Al menos una vez al año, se celebra una jornada de convivencia entre distintas fraternidades.
En sus reuniones, normalmente quincenales, aparte de dedicarse a la formación, reservan unos momentos para la oración, el diálogo y la reflexión en grupo.
La relación que cada fraternidad mantiene con los hermanos del lugar suele ser cercana. De hecho, cuando un grupo de seglares pide al Consejo provincial constituirse en fraternidad se establece una condición previa: que algún hermano de la comunidad respectiva se vincule a ellos. Es frecuente ver comunidades de hermanos compartiendo con las fraternidades su oración y otros momentos de encuentro y convivencia.
La incorporación de nuevos miembros, entre los que abundan los jóvenes, y la rápida creación de otras fraternidades en la Provincia Mediterránea ponen de manifiesto que muchos seglares de hoy han hecho del carisma de Champagnat un estilo de vida.