EL HERMANO BASILIO RUEDA, CAMINO HACIA LOS ALTARES
El cardenal Juan Sandoval Iñiguez ha dado inicio al proceso de canonización del hermano Basilio Rueda al promulgar un edicto el pasado 3 de mayo para recabar información sobre dicho hermano. El hermano José Flores García, vicepostulador de la causa, dijo ante el cardenal que el ?hermano Basilio destacó por su amor incondicional al prójimo, manifestado particularmente en su delicadeza de trato con los enfermemos, los ancianos, los niños y los jóvenes. Su prudencia en la dirección espiritual y en el ejercicio de gobierno fue conocida y apreciada. Su profunda vida espiritual y su unión con Dios se hacían evidentes en el equilibrio de su carácter jovial, acogedor y con gran sentido del humor y siempre tenía una palabra oportuna y la sonrisa a flor de labios. En su devoción a la Santísima Virgen María fue tierno y filial. Cumplir con amor la voluntad de Dios fue la norma de su vida. Expresó su amor a la Iglesia atendiendo incondicionalmente a los movimientos eclesiales que se le encomendaron?. Añadió: ?La canonización del hermano Basilio servirá de ejemplo en el sentido de que es posible ser santo en medio del agitado mundo de nuestros días, cumpliendo con las obligaciones diarias, en una actitud de servicio a Dios y la prójimo?.
El 19 de junio se celebra la apertura del Tribunal Diocesano, presidida por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, para la causa de canonización del hermano Basilio en el Sagrario Metropolitano de Guadalajara, anexo a la catedral. En el templo del Sagrario, el hermano Basilio fue bautizado y recibió a los 7 años la primera comunión. Era el 12 de diciembre de 1931, cuarto centenario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
El hermano Basilio nació en Acatlán de Juárez, Jalisco, México, en 1924. Llegó a ser Superior general a la edad de 43 años, cargo que ejerció por dos períodos de nueve años cada uno (1967 a 1985). Murió en 1996, el 21 de enero en la ciudad de Guadalajara.