¡Entre los jóvenes y también en nuestra casa!
Los pasados 25 a 30 de diciembre los hermanos de la Provincia de México Occidental vivimos intensas jornadas de retiro en la casa de Loma Bonita. Aunque los días fueron bastante fríos por las prolongadas lluvias en la ciudad, la frescura contagiante y novedosa de los jóvenes invitados, impregnaron el ambiente del encuentro-retiro de los maristas. Los últimos 3 retiros provinciales han querido ser eco de las llamadas del XXI Capítulo General: el primero “queriendo centrar nuestra vida en Jesús de Nazareth”, en el segundo hemos invitado a un grupo de laicos para compartir la espiritualidad y el carisma; y en este tercer retiro hemos hecho partícipes a un grupo de jóvenes de toda la provincia.
Así fue que se dieron cita en Loma Bonita participar un grupo de 42 jóvenes maristas que ayudaron a ir dibujando las complejas realidades juveniles, desde distintos puntos del país, desde las ciudades de Tijuana, Cd. Juárez, Monterrey, Tepatitlán, Aguascalientes, Guadalajara, Mérida y Mexicali, así como de algunas poblaciones de la sierra Tarahumara. Dentro del encuentro, los jóvenes expresaron cuáles son los mayores miedos que tienen que enfrentar actualmente y cuáles son los motivos de esperanza donde ell@s encuentran su fuerza.
“Muy repetitiva las insinuaciones de los miedos e inseguridades que tienen en la vida: miedo a la soledad (alguien manifestaba los miedos que ha experimentado estando solo en casa en vista de que sus papás trabajan), inseguridades en los momentos de elegir: sienten miedo de no acertar en sus decisiones, tanto en la elección de carrera como en la elección de vida comprometida: sea matrimonio o bien sea la vida consagrada. Miedo a ser apartados de su entorno social por lo que ven como imposible no seguir la corriente de los demás. Para algunos su norma de actuar lo dictan los “amigos”. Alguien manifestó que los adultos no los escuchan y gran insatisfacción por algunos de los maestros seglares (que aunque algunos den “catecismo”) nunca llegan al diálogo y terminando su clase se retiran.” Hno. Horacio Hdez.
Por los pasillos de Loma Bonita, jóvenes y hermanos compartieron muchos de los recuerdos de las generaciones de hermanos mayores, por su parte los jóvenes contagiaron de vida y entusiasmo el encuentro. Así se cumplió el lema del retiro: ENTRE LOS JÓVENES… Y TAMBIÉN EN NUESTRA CASA.
“Varios Hermanos han manifestado que no solamente les agradó el Retiro sino que ha sido de los mejores que han tenido. En lo personal lo considero como el mejor retiro provincial de mi vida marista.” Hno. Horario Hernández.
Después de dos días de actividad con los jóvenes, en un ambiente festivo de agradecimiento por los días de encuentro, los participantes tuvimos una cena en el auditorio Marcelino Champagnat del Colegio Cervantes Primaria, allí algunos hermanos y jóvenes presentaron sus talentos a fin de despedir a los jóvenes que a la mañana siguiente partieron a sus lugares de procedencia. Esa noche, en la casa donde se hospedaron, los jóvenes pudieron dar gracias al Dios joven, por el rico encuentro con los hermanos, y a su vez, con las manos puestas en Jesús sacramentado experimentaron la alegría de sentirse parte de la gran familia marista presentándole a Jesús algunos de sus sueños y anhelos más profundos.
Algunos mensajes de los jóvenes dando testimonio de sus experiencias fueron:
“Fue maravilloso ver a los hermanos contentos con los jóvenes y compartiendo su vida, abriendo su corazón” Aracely.
“Todos los hermanos son personas alegres y sencillas; compartí con ellos como si ya los hubiera conocido antes”.
“Me sorprendieron mucho los hermanos cuando me compartieron su historia de amor con Jesús”
“Me encantó la manera tan fraterna de ser de los hermanos con nosotros los jóvenes”
“Me llevo como experiencia del retiro la dicha de tener la oportunidad de poder compartir con los hermanos momentos tan significativos de personas con tanta sabiduría y conocimientos” Madelene.
“Mi mejor experiencia fue la convivencia con los hermanos, conocerlos como realmente son y sentirme escuchada por ellos” Luisa.
“Mi mejor experiencia fue poder convivir con los hermanos maristas, abrirme hacia ellos al igual que ellos lo hicieron conmigo, y lo más chido es que me di cuenta de que son super buena onda y no son serios como yo pensaba” Alan.
“Mi mejor experiencia fue conocer gente que da la vida por mi” Ricardo.
“Un momento muy fuerte fue entrevistar a un hermano que a sus casi noventa años, con la mitad de la capacidad auditiva, acostado en un sofá, con atención y cuidados las 24 horas y todas esas dificultades que la edad no puede esconder, y que espero tener la dicha de vivirlas, conserva en su mirada el cariño y la emoción de ver a un joven acercarse y buscar plática, ser escuchado y escuchar, mirada joven que contagia vida. Espero llegar a la edad dije, que eso no sería lo difícil, lo verdaderamente difícil es vivir con esos ojos de amor que contagian, alegría y juventud en el corazón y expresarla de la forma en que se nos permita”. Rosa.
“Durante todo el retiro se vivió un ambiente de fraternidad, cariño y amistad; las barreras de la edad y la cultura se rompieron, conocimos a mucha gente que con gusto abrió su corazón para conocer y escuchar lo que cada quien tenía que decir y por todo esto me siento alegre y agradecida.” Pau.
“El exponer las problemáticas que jóvenes de nuestra edad vivimos, saber qué piensan los hermanos y otros jóvenes de esto, cómo nos ven a nosotros y por qué es por lo que nos apuestan fue algo muy valioso, que te invita a moverte, a recordar y sentir lo que es ser joven hoy, a no quedarte ahí sólo escuchando, a estar consciente de mis limitaciones pero también de las capacidades, de cosas que aún no están pero pueden existir si queremos, teniendo presente nuestra historia de amor, sabiendo que no estamos solos, recordando que somos amados y que podemos crear cosas nuevas, como aquella figura de arcilla o plastilina. Hay muchos recuerdos aún presentes en mí de este retiro y no puedo escoger un solo momento favorito, hubo muchos y muy significativos. Recuerdo mucho algo que dijo un hermano al trabajar en equipos, mi principal objetivo de estar en un salón de clases, más allá de que aprenda mucho, es que el niño o joven sea feliz, que se sienta amado por Dios, ¡Wow! Los hermanos confían en nosotros, dedican su vida a acompañarnos y estoy segura que nosotros también confiamos en ellos y que queremos contribuir, juntos nos hemos dado cuenta que podemos trabajar, compartir, crear, transmitir todo esto que resulta de esta gran unión, que lío, pero que padre, hay que hacerlo” Gaby.
“Hubo un momento muy especial para mí, que fue en un grupo de vida, en el que sentí el cariño de los hermanos hacia los jóvenes, en el que yo como joven manifestaba mis experiencias en cuanto al tema de luces y sombras que hay en nuestra vida, y ver cómo los hermanos iban preguntándome específicamente cómo me afectaba en lo particular y qué creía yo que era lo que estaba pasando, fue muy especial. Ese acercamiento, ese acompañamiento es lo que muchas veces como jóvenes pedimos a gritos desde nuestro interior, alguien que nos escuche, pero reconocerlo no es fácil…” Reinhard.
Por su parte los hermanos continuaron con su retiro, teniendo un día completo de silencio orante para descubrir los llamados que Dios les hace hoy a cada uno de ellos; desde su realidad personal y comunitaria.
Al finalizar el retiro, las distintas comunidades de hermanos se dieron tiempo de compartir lo vivido a lo largo de estos días.
El hermano provincial Eduardo Navarro, concluyó el retiro, comunicando algunas “noticias de familia”, de ellas se destacan su participación en la Conferencia General en la casa del L´Hermitage y la intención de seguir fomentando espacios de encuentro con los jóvenes que representan un desafío para la vocación del hermano marista en estos tiempos de cambio.
En diálogo con el Hermano Provincial y los consejeros, los Hermanos están satisfechos en la forma de trabajo de los mismos. Aceptan la nueva estructura y la catalogan como un acierto en su desempeño.
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