H. Fabien: cuatro años de estudio y vida en comunidad en la Casa General
El H. Fabien Bulaimu Poyo, de la Provincia East Central Africa, ha regresado a su Provincia, a mediados de julio, tras haber estudiado psicología en la Universidad Gregoriana, durante cuatro años. Será formador en el Noviciado de Save, en Ruanda. El Hermano comparte su testimonio de vida en la comunidad de la Casa general.
Llegué a Italia, en junio de 2016, para estudiar psicología (obtener la licenciatura) en la Universidad Gregoriana. Ahora, en julio de 2020, que dejo la comunidad, me invade una mezcla de emociones. Estoy muy agradecido por haber encontrado una casa aquí, un espacio donde me he sentido libre de expresar mis capacidades y mis debilidades; donde he vivido como un hermano entre los hermanos.
Esta experiencia, con sus bellezas y desafíos, me ha ayudado a ampliar mi visión y vivencia marista. Regreso (a mi provincia) con una perspectiva más amplia y una nueva forma de vivir como “Hermano”. He aprendido mucho de la interculturalidad, de la hermandad y de los desafíos vividos en esta casa. He creado muchos lazos y he ganado amigos. He estado en contacto con muchos hermanos, laicos y colaboradores de diferentes partes del mundo marista. Además, la comunidad ha sido un gran apoyo en mi camino académico, que era un desafío. Sobre el hecho de vivir como marista, esta comunidad ha sido una segunda universidad para mí.
Agradezco a mi provincia y a la Casa general, por haberme dado esta oportunidad tan especial en mi trayecto formativo como hermano. También deseo compartir mi alegría por haber concluido mis estudios con éxito, dado que esta experiencia académica ha enriquecido mi crecimiento personal, profesional, interpersonal y espiritual. Estoy muy feliz y agradecido. Mi estadía aquí, en la ciudad de San Pedro y San Pablo, ha sido una experiencia de apertura a la universalidad y a la eclesialidad. Estos cuatro años en la Casa general han sido cuatro años de estudio y cuatro años de vida en comunidad.
Ahora que me voy, por un lado, me entristece tener que dejar este lugar que ha sido de verdad un hogar para mí; pero, por otro lado, me siento feliz y entusiasmado por la misión que me espera en mi provincia.
Espero que también otros hermanos jóvenes puedan tener la oportunidad de vivir lo que yo he vivido en esta casa. Quedo unido a esta comunidad, de corazón y por hermandad. ¡Muchas gracias a todos y adiós!
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H. Fabien Bulaimu Poyo