II Asamblea Internacional de la Misión Marista
La nueva época para el carisma marista nos habla de una auténtica renovación del Instituto, de un nuevo modo de ser hermano, de una nueva relación entre laicos y hermanos, de los estilos nuevos y creativos de educar, de evangelizar y defender los derechos de los niños y jóvenes pobres, de los nuevos campos de misión de frontera, de la revitalización de la pastoral vocacional conjunta. En esta nueva época danzaremos con la misma sinfonía marista en tantos rincones del mundo.
La danza que nos une
Al congregarse esta mañana para la oración, que da inicio a las actividades del día, ha hecho presencia una lluvia suave, preanuncio del agua del Espíritu que cae con suavidad sobre los corazones de los reunidos en torno al Seño. En el momento de escuchar las “Voces del fuego” se ha relatado el poema que cuenta la historia de Namán. Los pastores peule que guiaban a sus rebaños tocando las flautas habían pasado la noche alrededor del fuego. Las llamas danzaban como los buitres. Fue una hermosa noche africana. Noche de danzas y tambores. Namán trabajaba la tierra cuando de pronto llegó un niño a la carrera con un mensaje: “¡Los ancianos te esperan bajo el árbol de la palabra!” Sorprendido ante un aviso tan tempranero Namán dejó su daba y se dirigió hacia el árbol de la palabra. Junto a los ancianos se encontraba un hombre blanco fumando en pipa. Era un emisario que reclutaba hombres para la guerra. Los ancianos hablaron: “Namán, eres nuestro elegido. Ve y prueba el valor de los mandingas”. Al día siguiente los tambores despedían a Namán que partió en una barca hacia el puerto principal. Y el tiempo pasó. Los hechiceros consultaban a las piedras y en las entrañas de los animales. Algo veían, pero callaban. Después de unos meses llegaron noticias de Namán. “Namán estaba bien”. Esa noche hubo fiesta en la aldea. Pasaran varios meses y llegó otra carta. Namán había caído prisionero. Esta noticia pesó mucho sobre la aldea. Los ancianos decidieron que Namán quedaba autorizado para danzar el Douga la danza sagrada del buitre que nadie baila sin haber realizado una acción importante.
Mapa de ruta
Comienza la tarea de este día contemplando el mapa que cubre una de las paredes del salón de reuniones. El hermano Tony Leon, con su propuesta gráfica, ofrece nuevas intuiciones sobre las rutas del carisma marista. Hoy es un día clave para los trabajos de la Asamblea. La danza que une a los participantes comienza poniendo ritmo en el propio corazón. Los aportes que se van a compartir son las manifestaciones de esa danza interior que mueve a los participantes en estos momentos.
Desafíos y oportunidades
Estos dos tópicos se han trabajado uno en la mañana y otro en la tarde con una misma metodología. Para darle un enfoque institucional a la reflexión que se está haciendo en la Asamblea se inicia por compartir y consensuar la respuesta de esta pregunta: ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades que se presentan al Instituto actualmente para vivir el carisma marista en el 2030? La respuesta se ha de concretar en dos o tres desafíos y otras tantas oportunidades.
Las consideraciones tanto de los desafíos como de las oportunidades se han agrupado en torno a términos o núcleos densos de contenidos que han ido guiando la reflexión de la asamblea para conseguir la convergencia de las intuiciones. Comunión, mística y profecía han sido las palabras clave. En un primer momento se reflexiona y comparte en pequeños grupos para hacer su aporte de modo que la comisión encargada de hacer la síntesis envíe a la asamblea un texto que recoja la intuiciones de todos. A continuación se dedica un segundo momento de reacción de la asamblea para apropiarse de los aportes de todos. Y finalmente se procede a indicar las prioridades de la Asamblea.
Desafíos
En las síntesis presentadas a la asamblea para que señalara las prioridades se han considerado los siguientes desafíos: “Revisar las estructuras” en todos los niveles para que respondan a “lo esencial de nuestro carisma” y “a la realidad de hermanos y laicos”. Desarrollar “relaciones armoniosas”, sencillas, abiertas entre hermanos y laicos, que sean “inclusivas y respetuosas”. Cómo compartir y hacer un uso eficiente de los recursos humanos y financieros internacionales.
En relación con la comunión se intuyen “nuevos estilos de vida comunitaria” que “vivan y promuevan la conversión personal, comunitaria e institucional”. Se desea generar los “procesos y las estructuras necesarias” para “promover y acompañar la vocación marista en sus diversas expresiones”. También se propone recrear el instituto modificando sus estructuras para que desarrolle la internacionalidad, evidenciando nuestro carácter misionero. Enfatizar el elemento contemplativo de la vida, como fundamento para la fraternidad y la misión. Recrear el Instituto con “nuevos itinerarios de formación” en espiritualidad e identidad de laicos y hermanos.
En torno al tópico de la mística se propone las siguientes consideraciones: “Ser presencia significativa del Dios-encuentro” desde el “testimonio personal, comunitario e institucional”. Articular “planes y proyectos de formación” de manera continua e integradora para los nuevos desafíos del carisma marista. Desde nuestras “obras educativas y los lugares de periferia” promover y defender los derechos de los niños como medio de transformación social haciéndonos presentes en los “foros públicos” donde se promueven los derechos de los niños.
Con relación a la profecía se pide un “opción decidida” por los derechos de la infancia, comprometidos activamente y con incidencia social y política. También se habla de “itinerancia” y disponibilidad para “ir a las periferias y encarnarse en ellas”. Suscitar “presencias transformadoras” en los entornos de indiferencia y de “diálogo interreligioso”.
Oportunidades
En el capítulo de las oportunidades se destaca que “estamos en el mundo de la educación evangelizadora”, en el cual “tenemos experiencia”. Existe un gran “atractivo del carisma” lo cual es una oportunidad para “guiar a la gente hacia Jesús”. Encontramos en nuestros ambientes “grande apertura de las personas a la espiritualidad marista”, a la sencillez, al espíritu de familia, a la persona de Marcelino y a la “compasión por los nuevos Montagne”. Es también una gran oportunidad el despertar del “sentido de Iglesia” que va surgiendo entre los hermanos y laicos. El aniversario de la “promesa de Fourvière” se presenta como elemento de “unidad de los maristas de Champagnat” ante la celebración del 200 aniversario de la fundación del Instituto. El Instituto y la Iglesia están viviendo un momento en el que se valora la riqueza, en cantidad y calidad, de la “vocación laical”, que cada vez es más “consciente de su identidad marista”.
En el campo de la comunión son una oportunidad favorable las “expresiones diversas” de “identidad y vinculación marista” que se están suscitando. Las llamadas a la comunión y a “formación conjunta” entre hermanos y laicos. También son una oportunidad las experiencias concretas de “nuevo estilo de comunidad”, y de “misión en la periferia” que ya posee el Instituto. Hay que seguir favoreciendo y potenciando las oportunidades de nuestras “escuelas y programas de pastoral juvenil” para inspirar a los jóvenes aquello que marca la diferencia en nuestro mundo. Sin duda es una oportunidad la utilización de la tecnología para estar presentes en el mundo de los jóvenes. Aprovechar y potenciar las estructuras y redes que como Instituto marista se tienen para responder con fidelidad hacia quienes son la razón de nuestra misión: los Montagne de hoy. Fortalecer las redes que conecten a los maristas con otras organizaciones y grupos. Abrir las puertas internacionalmente para los “recursos” existentes. Aprovechar la “experiencia y potencial” de un Instituto presente en 80 países, con una rica diversidad como es el voluntariado internacional, las comunidades internacionales, los intercambio educativos, la solidaridad económica entre otros. Aprovechar para la educación evangelizadora la gran energía y búsquedas de los jóvenes. Apoyarnos en la red de espiritualidad que permite profundizar la identidad y compartir la espiritualidad.
Para favorecer la dimensión mística hay aprovechar la “sed de espiritualidad” y el cultivo de la “interioridad”, el testimonio vivo de numerosos maristas (laicos, hermanos, jóvenes) que va a continuar en el futuro y la utilización de las nuevas tecnologías. Valorar los “avances que se han dado en las obras educativas” que ya tenemos y en la “pastoral juvenil”. Mantener el impulso que procede del CMI y de FMSI. Valorar la “evangelización a través de la educación”, y las redes internacionales maristas presentes en el campo educativo, pastoral, y de solidaridad. Valorar los “recursos humanos y materiales” y la “presencia en diversas culturas”, además de experiencia institucional y tradición.
La actitud profética de se puede potenciar mediante el “protagonismo de los jóvenes” aprovechando su “creatividad y audacia” como evangelizadores. Nuestra fundación, historia y reputación, nuestra imagen, presencia y experiencia, educando en 80 países es un potencial muy importante que hay que poner al servicio de la Iglesia y del evangelio. La presencia en el mundo de la educación puede cambiar el mundo.
La dinámica concluye con el pronunciamiento de cada participante para indicar las prioridades de la temática mediante una etiqueta roja para indicar la primera opción y una etiqueta amarilla para la segunda opción. En el álbum de fotografías de este día se podrán imágenes de los paneles con la información de por dónde van las prioridades.
Elaboración de documento final
Un grupo conformado por 4 participantes procedentes de América, África, Asia-Oceanía y Europa y un representante de la comisión central van elaborando la síntesis de los aportes que se han realizado durante el día para ser recogidos en un documento final.
El día concluye con la celebración de la diversidad cultural que existe en el mundo marista.
_________________
AMEstaún, 25 de septiembre