Carta de Marcelino – 086

Marcellin Champagnat

1837-01-21

En una carta del 11 de febrero, que sigue a ésta, el Hermano Louis-Marie escribe: «En definitiva, creo que mi última carta sigue, en gran parte, sin respuesta. Las diversas conversaciones del Sr. Douillet con los jóvenes de los que le hablé no han tenido la finalidad que yo les suponía... La Marta sigue molestándonos, pero esto no será el mayor obstáculo si se puede perdonar lo demás al Sr. Douillet...». Esto indica que el Hermano Louis-Marie había escrito una carta entre esta última y la del 29 de diciembre del 36, de la que ya hemos hablado a propósito de la carta del 2 de enero. (Cf. n.° 80.) Pero esta carta no se ha conservado. El Hno. Director debió esbozar un panorama muy sombrío de su situación en La Côte. Llega incluso a creer, tras una entrevista con el Sr. Douillet, consecuencia de la presente carta del Padre Champagnat, que había exagerado. Esto explica que las amenazas de retirar a los Hermanos de La Côte no se cumplieran, pese a habérselo anunciado ya al Sr. Obispo y al Sr. Párroco, como se verá en las dos cartas del 15 de febrero (n.° 93 y 94).
En el cuaderno donde figura esta carta sólo consta como fecha el mes, enero; por el contrario, en el primer volumen de las Circulares lleva fecha del 21. Al no poder con-seguir más precisiones, aceptaremos esta última fecha: 21 de enero.

Muy querido Hermano Louis-Marie:

Comparto muy estrechamente todas las dificultades que experimenta en La Côte. No se inquiete por lo que le pueda suceder. Trate de cumplir sus obligaciones lo mejor que pueda, tanto con el Sr. Douillet como con los niños que le son confiados, y más aún con los Hermanos que están con usted. Cuando lo despidan venga; Dios mediante, le encontraremos trabajo y pan. Mientras tanto, haga todo el bien que pueda. Sea muy prudente; infórmeme de todo a medida que vaya descubriendo más cosas.
Envíe los novicios que considere aptos para nuestra obra, los recibiremos. Hemos recibido un buen número desde hace algún tiempo. El Sr. Arzobispo de Albi nos pide que abramos un noviciado en su diócesis y el Obispo de Belley otro.
No provocaremos nuestra salida del Dauphiné, pero la aceptaremos con resignación, aceptando los designios de la divina Providencia sobre nosotros. No hagamos nada para merecerla y sepamos aceptarla.
No iré a La Côte, a menos que usted me vuelva a escribir. No veo a qué conduciría. Es posible que le envíe al Hno. Jean-Baptiste en calidad de visitador.
Dejo a su prudencia lo que las circunstancias le permitan decir al Sr. Douillet. Si sale usted de La Côte ganaríamos dos mil cuatrocientos francos . Si trabajáramos por el dinero, le diría que se marchara cuanto antes.
Adiós, querido hermano, lo dejo en los Sagrados Corazones de Jesús y de María.

P.S. En la primera ocasión, le enviaremos la regla que está muy bien impresa.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, pp. 27-28, n.° 10, publicada en Circ. 1, p. 217 y en AA, pp. 207-208.

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