El Padre Fundador ya había escrito sobre el mismo asunto el 7 de marzo anterior (Nº 246). Es posible que no recibiera respuesta y seguro que no recibió promesas, puesto que, antes de dejar a los Hermanos volver a Saint-Martin-la-Plaine, escribe de nuevo, poniendo al Sr. Alcalde entre la espada y la pared. Para conseguir una res-puesta más rápida y segura manda la carta en mano, seguramente con un Hermano. Según el Nº 303, se lograron promesas o arreglos, pues los Hermanos de Saint-Martin volvieron a su puesto a fin de mes.

Sr. Alcalde:

Conociendo sus buenas disposiciones para con nuestros Hermanos de St-Martin, me tomo la libertad de preguntarle sobre las condiciones que usted podrá ofrecer para que, por lo menos, quede garantizada su subsistencia. No ignora usted que, además de los gastos de fundación de un Hermano, que no han sido abonados, el salario anual sigue sin completar. Si las cosas han de continuar así, comprenderá que no podremos seguir. Estamos totalmente dispuestos a hacer cuanto dependa de nosotros para ser útiles a su municipio; sin embargo, para poder hacer el bien hay que poder vivir, lo que resultaría imposible si el salario de los Hermanos, ya muy mermado, se quedara además incompleto.
Espero, pues, Sr. Alcalde, que, con su prudencia y la benevolencia que siente por los Hermanos, pueda encontrar los medios de regularizar su existencia en St-Martin. Sírvase comunicar al portador de la presente las seguridades que nos pueda dar.
Reciba,…

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, p. 144, n.° 184.